Los Carmelitas han buscado desde Aylesford, Inglaterra, propagar su espiritualidad por el continente europeo. Ahora, INOCENCIO IV concede a los Carmelitas el privilegio de ser incluidos entre las Órdenes mendicantes (junto con los Franciscanos y Dominicos).

Los Carmelitas son una orden mixta que se sitúa entre la Cartuja y los Franciscanos. La orden ha pasado muchas pruebas. Durante el cisma de Occidente el Carmelo quedará dividido en dos obediencias. Serán reformados por Jean Soreth quien iniciará las fundaciones en Países Bajos, Bélgica y Francia.

El papa HONORIO IV aprueba los privilegios de los Carmelitas, a quienes permite cambiar su hábito rayado por el blanco, y de los ermitaños Augustinos; condena por el contrario por heréticos a los Hermanos apostólicos. Por otra parte, las dos órdenes religiosas más importantes, Dominicos y Franciscanos, recibieron muchos privilegios de Honorio IV, y fueron las encargadas de las labores inquisitoriales.

Nace en Ávila TERESA de Jesús (Santa Teresa de Ávila 1515-1582), escritora y mística española, reformadora de la Orden del Carmelo, cuyo nombre de familia es TERESA de Cepeda y Ahumada. Pertenece por vía paterna a una familia de judíos conversos. Es fácil reconstruir la historia de su vida ya que muchas de sus obras tienen carácter autobiográfico, en especial, el Libro de las Misericordias de Dios o Libro de su vida. En esta obra STA.TERESA relata los deseos íntimos de su niñez, sus crisis de adolescencia y las continuas luchas hasta llegar a un estado superior de perfección. Educada en un ambiente piadoso y sugestionada por la lectura del Martirologio, cuando apenas contaba siete años intenta escaparse, junto con su hermano, Rodrigo, a tierra de infieles para alcanzar el martirio.

Teresa de Cepeda y Ahumada con 20 años de edad, con el nombre de TERESA de Jesús, ingresa como novicia en el monasterio carmelita de La Encarnación (Avila). Al año siguiente, profesa en la Orden.

En 1555, TERESA de Jesús sufre una experiencia mientras ora ante una imagen de Cristo flagelado, que la decide a llevar una vida de perfección. Poco después se iniciarán sus experiencias místicas (audiciones, éxtasis, etc.).

TERESA de Jesús, después de una etapa de profundas experiencias místicas, reforma, en 1562, en el Convento de la Encarnación en Ávila, la orden de las Carmelitas, y los obispos españoles aplauden con temor estos cambios que el Papa PÍO IV siente como buenos en su bula aprobatoria. Con la finalidad de llevar una vida conventual fiel a la regla primitiva, funda el primer convento reformado: el convento de San José en Ávila. Se inicia así una dilatada -y considerablemente controvertida- labor como fundadora en la que contará con el apoyo de JUAN de la Cruz. En total fundará, 32 conventos de monjas y frailes carmelitas. La nueva regla elimina las concesiones hechas al mundo y retorna a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo. El fin de Santa Teresa fue darse del todo a Dios en profunda oración. (En el año 2000, las Carmelitas Descalzas son aprox. 14.000 en 835 conventos en el mundo. Los Carmelitas Descalzos son 3.800 en 490 conventos).

JUAN de la Cruz sigue a TERESA de Jesús creando en Duruelo el primer monasterio de carmelitas “descalzos” que el 28 de noviembre de 1568, se establece naciendo así la rama masculina del Carmelo Teresiano.

Prosiguen las experiencias espirituales de TERESA de Jesús cuyo clímax tiene lugar en 1572 con el «matrimonio espiritual».

Los intentos reformistas de las órdenes monásticas llevados a cabo por Juan de Yepes -más conocido como JUAN de la Cruz (1542-1591)-, le llevan, en la fecha, a sufrir 9 meses de dura prisión en un convento de Toledo, acusado de apóstata. En efecto, San JUAN de la Cruz es retenido por los Carmelitas Calzados y llevado, por la fuerza, a Toledo, donde sufrirá cautiverio, vejaciones y malos tratos. De su cautiverio en aquella cárcel-convento de Toledo, nace la composición de su obra cumbre: “Cántico espiritual”.