ENRIC PRAT DE LA RIBA (Presidente de la Mancomunidad de Catalunya)(1914-1917)

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Enric PRAT DE LA RIBA y otros dirigentes creen útil presentar al rey algunas de las reivindicaciones catalanistas.


De acuerdo con la posición oportunista de un sector, y ante el aparente éxito popular de la presencia de ALFONSO XIII de visita en Barcelona, Enric PRAT DE LA RIBA y otros dirigentes creen útil presentar al rey algunas de las reivindicaciones catalanistas. Francesc CAMBÓ, que es el concejal más joven del grupo de la Lliga, acompañado de otros concejales regionalistas, lee delante del joven monarca un discurso reivindicativo en catalán en el que pide la autonomía para la ciudad y para la región. El monarca le contesta con vaguedades. En la visita del rey a la sede del Instituto Agrícola de San Isidro, promete que cuando vuelva a Catalunya hablará catalán, porque es una lengua española. Nunca cumplirá esta promesa.

Enric PRAT de la RIBA publica en 1906 “La nacionalitat catalana”.


Enric PRAT de la RIBA publica en 1906 “La nacionalitat catalana”. Se trata de una justificación filosófica del nacionalismo catalán tendente a la constitución de un Estado catalán dentro de una Federación española. La obra tiene, pues, una importancia estratégica de primer orden para la Lliga, hasta el punto que Eugeni d’ORS la considera el “llibre de capçalera de Catalunya”. Se trata de un auténtico breviario nacional que arranca con la decadencia de Catalunya, continúa con el despertar provincialista y regionalista del XIX, se encara con la génesis del nacionalismo y culmina con el nacionalismo político y el imperialismo de fin de siglo. La obra supone el arranque del programa del “Noucentisme”, que persigue la modernización y la nacionalización de Catalunya. PRAT de la RIBA considera que el imperialismo es una necesidad de la acción nacionalista, de la fuerza civilizadora de los pueblos. Para la Lliga este imperialismo ha de concretarse en un intervencionismo político y cultural en España para regenerarla y ponerla a la cabeza del ideal ibérico.

CAMBÓ y otros constituyen “Solidaritat Catalana” para luchar contra la aprobación de la “Ley de Jurisdicciones”.


El proyecto de la “Ley de Jurisdicciones” que prepara el Gobierno es entendido como especialmente dirigido contra Catalunya, lo que produce una gran reacción que politicamente se concreta con la formación en Girona, en la fecha, de “Solidaritat Catalana” plataforma políica para luchar contra su aprobación. Participan la Lliga Regionalista, la Unió Republicana, la Unió Catalanista, así como nacionalistas republicanos, federales, carlistas e independientes. Los dos hombres más representativos de Solidaritat Catalana son Enric PRAT DE LA RIBA y Francesc CAMBÓ. Dado el ambiente contrario a este proyecto de Ley que se ha generado en Barcelona, se decretará en dicha ciudad, el estado de excepción.

El gran triunfo de Solidaritat Catalana da a PRAT DE LA RIBA la presidencia de la Diputación de Barcelona.


En las elecciones provinciales (Diputaciones) del 10 de marzo de 1907, el gran triunfo de Solidaritat Catalana da a PRAT DE LA RIBA la presidencia de la Diputación de Barcelona, que irá revalidando hasta el año de su muerte prematura, en 1917.

L’Institut d’Estudis Catalans se funda para dar a conocer la investigación científica catalana.


L’Institut d’Estudis Catalans se funda el 18 de junio de 1907 para dar a conocer la investigación científica catalana. Entre sus objetivos está el establecimiento de una normativa ortográfica. Además de su fundador, PRAT DE LA RIBA, destacan Josep Puig i Cadafalch, Josep Pijoan i Alexandre Galí. Inicialmente, el Instituto nada más se ocupa de literatura, historia, derecho y arqueología, hasta que en 1911 una reestructuración establecerá tres secciones: la Històrico-Arqueològica, la Filològica i la Secció de Ciències.

Campaña pro Mancomunitat de Catalunya, iniciada en 1911.


PRAT DE LA RIBA, presidente de la Diputación de Barcelona desde 1907, saca a Catalunya del marasmo político en que está sumida a raíz de la Semana Trágica por medio de la campaña pro Mancomunitat de Catalunya, iniciada en 1911. Se vuelve a plantear la federación de las cuatro diputaciones catalanas. A esa vía se apunta también la mayoría de los diputados dinásticos de Catalunya, escarmentados por la experiencia de la Solidaritat Catalana. Previamente, PRAT DE LA RIBA ha sustituido la alianza con los republicanos catalanistas por un pacto de gobierno con los dinásticos en la Diputación de Barcelona. Sólo los republicanos lerrouxistas que dominan de momento el Ayuntamiento de Barcelona, se oponen a la Mancomunidad y quedan aislados. El éxito de la movilización popular y el soporte de los ayuntamientos será hábilmente capitalizada por la Lliga, que recuperará así la hegemonía perdida en 1909. Se inician de inmediato las negociaciones con el gobierno central.

Se constituye en Barcelona la Mancomunitat de Catalunya por la unión de las cuatro provincias catalanas.


Aprobada por el gobierno central (26/3) la Mancomunitat de Catalunya se constituye, el seis de abril de 1914, en Barcelona, por la unión de las cuatro provincias catalanas. A pesar de sus escasos recursos económicos y de sus pocas posibilidades legales (de hecho, el decreto del gobierno central autoriza la unión de las diputaciones provinciales catalanas con finalidades exclusivamente administrativas), la Mancomunitat se convertirá en una plataforma política de reconstrucción nacional canalizando el dinamismo de amplios sectores del país, desde la burguesía industrial hasta los intectuales. Así, impulsará la construcción y la mejora de las comunicaciones, y dará también mucha importancia a la formación profesional. Impulsará también instituciones culturales. Enric PRAT DE LA RIBA, presidente de la Diputación Provincial de Barcelona y de la Lliga Regionalista es su primer presidente (1914-1917). (Josep PUIG i CADAFALCH, será el siguiente (1917-1924) y último)

Se incrementa el predominio de la Lliga Regionalista en la vida política catalana.


El predominio de la Lliga Regionalista en la vida política catalana incrementará en los años comprendidos entre 1914 y el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923). La Lliga, dirigida per Enric PRAT DE LA RIBA y Francesc CAMBÓ, representa un catalanismo moderado y modernista. La burguesía industrial y comercial, las clases medias y profesionales y los grandes propietarios agrarios son la base social. También contará con el soporte de la Iglesia. La creación de la Mancomunitat (1914) es la gran realización institucional, al mismo tiempo que sabrá capitalizarla. La Lliga también se beneficiará de la división que hay en el republicanismo. Desde 1914, controlará el Ayuntamiento de Barcelona.

La Diputació de Barcelona encarga la creación del Servei de Conservació i Catalogació de Monuments.


A principio de siglo XX, el patrimonio cultural y artístico catalán es poco conocido y valorado. En muchos casos el estado de conservación es precario y está sometido a expolio de algunos anticuarios e intermediarios. La Diputació de Barcelona, primero, y la Mancomunitat, después, presididas por Enric PRAT DE LA RIBA, hacen una trabajo de búsqueda, catalogación y conservación de las obras de arte. En 1914, la Diputació encarga al Institut d’Estudis Catalans la creación del Servei de Conservació i Catalogació de Monuments, con el objetivo de publicar un inventario ilustrado del arte de Catalunya, facilitar los estudios históricos y artísticos de los monumentos y preparar leyes para proteger el patrimonio. Con la Mancomunitat, el ámbito de actuación se extiende a toda Catalunya.

Muere Enric PRAT DE LA RIBA presidente de la Diputación de Barcelona y de la Mancomunitat.


El 1 de agosto de 1917 muere Enric PRAT DE LA RIBA presidente de la Diputación de Barcelona y de la Mancomunitat. Su entierro se convierte en una multitudinaria manifestación de duelo y simpatía hacia un político que ha contribuido a modernizar Catalunya. Romà Sol i Mestre, presidente de la Assemblea de la Mancomunitat, ocupa interinamente el cargo de presidente. El programa solidario con el que Prat accedió a la presidencia de la Diputación hacía hincapié a las infraestructuras de comunicaciones, la enseñanza profesional y la creación de unos organismos culturales de gran potencia. En este terreno, una de las primeras realizaciones fue la fundación del Instituto de Estudios Catalanes. A lo largo de diez años, la obra de Prat será prolífica, como lo pone de manifiesto el impulso en la red ferroviaria secundaria, la creación del Museo Social y la Bolsa de Trabajo, así como de la Escuela Superior de Agricultura, la reforma del Palau de la Generalitat, etc.