Los francos que en la batalla de Vouillé, han vencido a los visigodos, libran, a continuación, una guerra contra los turingios (al sur de la actual alemania). Tal circunstancia es aprovechada por los vascones de la zona sur de los Pirineos, para realizar diversas incursiones en Aquitania.

TEODORICO I de Reims y CLOTARIO I de Soissons-Orleans, combaten de nuevo contra los turingios, sin resultados satisfactorios.

CHILDEBERTO de París se apodera de Auvernia, que pertenece a su hermano TEODORICO I. Éste ha de abandonar su lucha con los turingios para marchar a la reconquista de Auvernia.

En una nueva guerra, los reyes francos TEODEBERTO I y CLOTARIO I aplastan el reino de Turingia. Una batalla en la región de Unstrut, sella, en la fecha, el destino de Turingia que hasta mitad del siglo XI no desempeñará ya ningún papel: el territorio del Maine es colonizado por los francos, el Norte cae en manos de sajones (paganos).

Los francos no consiguen someter por completo a los alamanes. Tras el ejemplo de los aquitanos (672) se van independizando también los bávaros, turingios y bretones.

Al fallecer Conrado I, los grandes señores del Reino franco oriental (Los ducados de Franconia, Suabia, Baviera, Sajonia y Turingia) eligen rey al duque de Sajonia, ENRIQUE el Pajarero (o el Cetrero) que reinará como ENRIQUE I (919-936) (Rey de Alemania). (ENRIQUE I el Pajerero recibirá su sobrenombre porque el día que le llega la noticia de su elección está cazando pájaros con halcón). Franconia forma el núcleo del reino: el arzobispo de Maguncia es el que corona al “rey de los romanos” y ejerce la función de archicanciller del Imperio. La región de Maguncia, cuna de la dinastia salia, pasará a ser luego feudo del conde palatino del Rin, de donde procederá el nombre de Palatinado. Suabia incluye Alsacia desde el siglo X. De allí serán originarias tres grandes dinastías: Hohenstaufen, Habsburgo y Hohenzollern. Sin embargo, la indefinición de los límites occidentales nos llevará a añadir poblaciones no germánicas (valones, loreneses, etc) que verán como pronto su suerte se encontrará ligada allí, durante largo tiempo, a la de las poblaciones germánicas.