Mientras tanto, los fascistas en Italia van apoderándose de los gobiernos locales, que están controlados por los izquierdistas que han vencido legalmente en las elecciones. Mussolini considera que ha llegado el momento de exigir ser nombrado primer ministro, para formar un gobierno fascista. Luigi Facta, primer ministro a la sazón, rechaza la demanda. A principios de octubre, MUSSOLINI anuncia que si el Gobierno es incapaz de restablecer el orden y regenerar la patria, marchará sobre Roma y reclamará el poder. En efecto, en la fecha, cuarenta mil camisas negras inician desafiantes un desfile -que durará del 27 al 29- por las avenidas de la ciudad, llevando a cabo su famosa “Marcha sobre Roma”.  Mussolini que sólo demuestra valor ante los indefensos, permanece seguro en Milán, aguardando el resultado. El rey, Víctor Manuel III, negándose a recurrir al ejército, pide a Mussolini que forme un gobierno.

En Italia, ante la marcha sobre Roma organizada por Mussolini, el gobierno del liberal Facta quiere proclamar el estado de excepción, pero el monarca VÍCTOR MANUEL III no lo ratifica. El Gobierno dimite.

El rey de Italia VÍCTOR MANUEL III se ve obligado, en la fecha, a encargar a Benito MUSSOLINI, con 39 años de edad, la formación de un gobierno. En teoría, el gobierno sigue siendo democrático, y Mussolini gobierna al frente de una coalición, pero él no tiene la menor intención de continuar así indefinidamente. De inmediato empieza a reformar la ley electoral, de tal manera que los fascistas estén seguros de obtener la mayoría en la convocatoria siguiente, y conservar en lo sucesivo el poder así conseguido. También maquina para tener atribuciones dictatoriales que le permitan suprimir toda disensión.

Benito MUSSOLINI recibe plenos poderes del Parlamento italiano.

En medio del despertar del caos de la I Guerra Mundial, varias naciones europeas ven emerger unos partidos políticos radicales dedicados a la destrucción del sistema existente. Los comunistas, sacando fuerzas de la Revolución en Rusia, consiguen apoyos políticos y extienden su amenaza por el continente. Para contrarrestar lo que consideran la amenaza comunista, surgen partidos de extrema derecha en muchas naciones. En 1923, los partidarios de la derecha se apuntan un sorprendente éxito en Italia, con la toma del poder de los fascistas de Benito Mussolini. La guerra ha creado una era de extremismos políticos y revoluciones sociales que ahora invaden Europa.

Inicialmente MUSSOLINI cuenta con liberales y nacionalistas moderados y mantiene la vida parlamentaria y sindical. Pero el asesinato, en la fecha, del líder socialista Matteotti a manos de las escuadras fascistas por haber criticado en el Parlamento el fraude electoral del partido en el poder, determina el abandono de la vida parlamentaria por parte de la oposición y el inicio de la transformación de las estructuras italianas hacia un Estado totalitario con una absoluta identidad entre Estado y Partido. Gracias a su habilidad y a la indiferencia complaciente de la corona, MUSSOLINI podrá ir transformando la estructura liberal del país en una dictadura con supresión de los partidos y de la libertad de imprenta, y tribunales especiales para juzgar a la oposición. Italia, se transforma en el primer estado totalitario de Europa occidental.

Respecto a la política exterior, MUSSOLINI, que aspira a revalidar el protagonismo del gran Imperio romano de la antigüedad, ocupa en 1923 la isla de Corfú.

MUSSOLINI trata de llevar a cabo una política exterior belicosa, a fin de conseguir una falaz apariencia de poderío y gloria. Cuando un general italiano y parte de su plana mayor son asesinados en la frontera grecoalbanesa el 27 de agosto de 1923, MUSSOLINI envía un duro ultimátum a Grecia el día 29, y el 31 bombardea y ocupa Corfú. Ésa fue precisamente la reacción austrohúngara frente a Serbia nueve años antes, pero ahora la acción se lleva a cabo con más rapidez y brutalidad. En este caso, Gran Bretaña ejerce presión sobre Italia para que se retire, y MUSSOLINI evacúa Corfú. Pese a este final, más bien cauto, los italianos pueden creer que su nuevo gobierno es combativo. Si a esto se añaden las frecuentes evocaciones de la gloria de Roma y la celebración de desfiles militares, se explica que la popularidad de MUSSOLINI crezca paulatinamente.

En la fecha, el Parlamento de Italia confiere a MUSSOLINI poderes plenipotenciarios y la facultad para reformar la Constitución.

En 1924, MUSSOLINI firma un tratado de paz con Yugoslavia por el que renuncia a la reclamación de la costa Dálmata a cambio de la anexión del Fiume. Posteriormente, ocupará Somalia, Libia y Abisinia. Italia desoirá las indicaciones de la Sociedad de Naciones, lo que la enfrentará a Francia y Gran Bretaña, que ven peligrar en estas acciones sus intereses en el Mediterráneo africano.