GUERRA DE LEPANTO (1571)

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El imperio otomano constituye una maquinaria militar y humana con reservas aparentemente inagotables.


El imperio otomano constituye una vasta maquinaria militar y humana con reservas aparentemente inagotables. El Imperio de Soliman y Selim es un imperio abierto, su capacidad para la guerra es enorme, aunque tiene puntos débiles, como la necesidad de continuas conquistas, y su dependencia del sultán. El fracaso del proyecto Don-Volga (1569), hace que la atención del sultán converga necesariamente en el Mediterráneo. Selim pone los ojos sobre Chipre, un molesto puesto avanzado cristiano atravesado en la ruta vital marítima que va desde Constantinopla hasta Alejandría, y cuya conquista es considerada como un preludio esencial a un avance turco. Evidentemente Chipre constituye un blanco más fácil y vulnerable que España. En la fecha, las circunstancias parecen óptimas: por una parte la mayor parte de la escuadra veneciana ha sido destruida; y simultáneamente, los recursos de España, forzadas al límite por las guerras de los moriscos de Granada y de los Países Bajos.

Un emisario turco pide la inmediata cesión de Chipre.


En 1570, un emisario turco pide la inmediata cesión de Chipre, y las opinones se dividen clara y radicalmente. La rendición significaría el sacrificio de la más importante posesión veneciana, y consecuentemente podría acarrear la pérdida de otras como Creta y Corfú. La otra postura sería la guerra contra el imperio otomano, que podría apoderase hasta de Venecia. Cuando esta disyuntiva se somete a debate, el ultimátum turco es rechazado por 220 votos contra 199. Todo depende de FELIPE II, toda vez que Venecia es odiada por muchos reyes a causa de ser república; sólo la escucha el Papa Pío V, que ve en su llamamiento un posible modo de hacer realidad su más preciada esperanza: la de colocarse a la cabeza de una liga marítima y “lanzar una nueva cruzada contra los infieles”, ocupando la isla.

En 1567, los venecianos han iniciado la construcción de una nueva muralla que circunda la ciudad de Nicosia. Cuand


En 1567, los venecianos han iniciado la construcción de una nueva muralla que circunda la ciudad de Nicosia. Cuando en julio de 1570 se produce la agresión turca, la muralla no está acabada por lo que Nicosia cae después de haber resistido durante seis semanas el sitio que le es impuesto. La ciudad de Famagusta, sin embargo, rendirá heroica resistencia durante once meses, bajo el mando del comandante veneciano Marco Antonio Bragadino. Pero los turcos no respetan las condiciones de la capitulación y asesinan o mutilan de manera horrorosa a los prisioneros. Su jefe, Mustafá, convierte la catedral en mezquita, se sienta en el altar mayor y manda desollar vivo en su presencia a Bragadino. Después rellena su cuerpo con paja, mientras dice: «¿Dónde está tu Cristo? ¿Por qué no me castiga? ¿Por qué no te libera?». Bragadino morirá rezando el “Miserere”. Los turcos arrebatan, pues, Chipre a Venecia, considerado último bastión cristiano en el Mediterráneo oriental.

Chipre se ve anexada al Imperio Otomano y sus relaciones con Europa quebrantadas.


Es así como Chipre se ve anexada al Imperio Otomano y sus relaciones con Europa quebrantadas, en tanto el régimen represivo otomano conduce al abandono de la agricultura y a la reducción de la población. Los chipriotas cifran en todo caso sus esperanzas de liberación en las distintas potencias europeas; ante todo en la Casa Saboya, aunque sin resultado alguno. El primer ministro británico, Benjamín Disraeli, se propone y logra convencer al Sultán turco de ceder Chipre de los otomanos a Gran Bretaña, en 1571, a cambio de que Turquía mantenga los intentos expansionistas de la Rusia Zarista. Pese al acuerdo habido, Chipre sigue siendo nominalmente otomano hasta 1914. situación que, unida al hecho de que la Gran Bretaña utiliza los ingresos del pago de impuestos de los chipriotas para cancelar las deudas del Imperio Otomano, provoca gran descontento entre la población chipriota. En todo caso bajo el régimen británico son construidas carreteras y hospitales por toda la isla e iniciada su reforestación, bajo el entonces establecido Servicio Forestal.

La respuesta no se hace esperar: Mustafá Bajá, desembarca en la fecha en Limasol y a continuación pone sitio a Famagusta.


La respuesta no se hace esperar: Mustafá Bajá, desembarca en la fecha en Limasol y a continuación pone sitio a Famagusta, pero aquí su resistencia, ordenada estratégicamente, por Baglione y Bragadino, rechaza todos los asaltos. Mientras tanto, las negociaciones entre España, Venecia y el papado se retrasan interminablemente, empañadas por suspicacias mutuas.

La Liga Santa queda constituida por España, Venecia y los propios Estados Pontificios.


Por fin, en la fecha, se constituye la Liga Santa, contribuyendo los venecianos con 1/3 de las tropas y fondos. Queda constituida por España, Venecia y los propios Estados Pontificios, con participación genovesa. Al frente de las fuerzas combinadas pone el papa a don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II, a quien define, utilizando la cita evangélica referida a Juan el Bautista, como «un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan». Las capitulaciones de la Liga fijan detalladamente los recursos militares con que ha de contribuir cada uno de los participantes. El papa asume el compromiso de aportar 12 galeras aparejadas y dispuestas, 3.000 soldados de infantería y 270 jinetes con sus monturas. También se comprometen los coaligados a acudir en socorro de cualquiera de los miembros de la Liga que se vea atacado por los turcos, en especial si los territorios en peligro son los de la santa sede. Como cláusula de penalización para quien no atienda sus obligaciones de confederado, el Papa impone en las estipulaciones la pena de excomunión latae sententiae y el entredicho con pérdida de sus posesiones y liberación del juramento de fidelidad de sus súbditos.

JUAN de Austria llega al puerto de Messina, donde se concentran las naves de la Liga Santa.


JUAN de Austria llega al puerto de Messina, donde se concentran las naves de la Liga Santa

Esta pieza también aparece en ... JUAN de Austria (Hermanastro de FELIPE II)  • LIGA SANTA (Lepanto)

Parte de Messina la gran armada con destino al Golfo de Lepanto.


En la fecha, en el enfrentamiento entre el mundo Occidental y el Imperio Otomano, parte de Messina la gran armada con destino al Golfo de Lepanto. La escuadra hispano -vaticano -veneciana parte al mando de Juan de Austria en busca de la turca.

Se enfrentan 230 galeras turcas contra 208 cristianas en Lepanto. La victoria cristiana es total.


En la fecha, después de un verano en el que las flotas turca y cristiana se preparan para un enfrentamiento directo, ambas formaciones se encuentran en Lepanto, a la entrada del golfo de Corinto, en la Grecia continental. Se enfrentan 230 galeras turcas contra 208 cristianas, aunque éstas van equipadas con artillería de mayor calibre y cuentan con la bien armada infantería española. La victoria cristiana es total: sólo escapan 35 galeras turcas y mueren más de 30.000 turcos, aunque para los aliados supone la pérdida de 12 galeras y 9.000 hombres. Esta batalla no produce resultados inmediatos, pero acaba con la leyenda de la invencibilidad turca y por fin la Cristiandad se libra de su antiguo sentido de inferioridad.

El Papa PÍO V instituye la Fiesta de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, que se celebra el 7 de octubre.


Lleno de gozo por el triunfo conseguido contra los turcos, en la fecha, en Lepanto -que le es anunciado en una visión a pleno día-, el Papa PÍO V instituye la Fiesta de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, que se sigue celebrando el 7 de octubre. El Almirante turco, Alí Pachá, ha caído en la batalla, y sus dos hijos hechos prisioneros. Don JUAN de Austria los trata con cortesía; uno de ellos muere de enfermedad y el otro es puesto en libertad más tarde. La batalla de Lepanto es una victoria de los católicos, pero en beneficio de todos los cristianos, católicos o no. Uno de los motivos por los que el Papa León condenó a Lutero es porque dijo que “guerrear contra los turcos es resistirse a la voluntad de Dios”.