El problema sucesorio en Castilla se complica aun más por la indecisión de ALFONSO X para decantarse por uno u otro aspirante. Mientras, la reina VIOLANTE de Aragón toma partido por sus nietos, FERNANDO y ALFONSO, en contra de su hijo. Por su parte, SANCHO se compromete a intervenir en Navarra en contra de los franceses.
SUCESIÓN PROBLEMÁTICA DE ALFONSO X el Sabio (1276-1284)
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La muerte de Fernando de la Cerda plantea pronto un grave problema sucesorio en la Corona de Castilla.
En estas circunstancias, la muerte de Fernando de la Cerda plantea pronto un grave problema sucesorio. Por una parte está SANCHO, hermano de Fernando, e hijo mayor en aquellos momentos, por tanto, de ALFONSO X, vencedor de la reciente campaña contra los benimerines, cabeza de un fuerte partido y representante de un castellanismo a ultranza enfrentado al poderío francés. Por otra parte, están los hijos de Fernando de la Cerda, ALFONSO y FERNANDO (Conocidos como los infantes de la Cerda), herederos legítimos según la doctrina asentada en Las Partidas y nietos de S.Luis de Francia (ya que su madre Blanca, es hija del rey francés), lo que les convierte en representantes de la política francesa. La lucha por la sucesión en Castilla se endurece y se produce una serie de ejecuciones entre los implicados en una y otra facción.
Sancho, hijo de Alfonso X, actúa como príncipe heredero.
A partir de 1277, aunque el rey ALFONSO X aun no ha decidido explícitamente su sucesión, SANCHO, su hijo, actúa como príncipe heredero y se hacen preparativos para la proclamación como sucesor al trono. Esto lleva a que VIOLANTE, la esposa de ALFONSO X, su nuera BLANCA y sus nietos, los infantes de la Cerda, intenten huir a Francia, aunque son retenidos en Aragón por PEDRO III, hermano de VIOLANTE de Aragón, prácticamente como rehenes.
Alfonso X declara heredero del trono de Castilla a su hijo Sancho, en vez de a su nieto Alfonso de la Cerda.
ALFONSO X ha provocado con sus contradicciones un conflicto sucesorio a la muerte de su hijo Fernando de la Cerda: ha promulgado las Partidas, según las cuales debe sucederle el hijo mayor del difunto ALFONSO de la Cerda (llamado el Desheredado); pero al morir Fernando, prefiere declarar heredero en 1278 a su segundo hijo, SANCHO IV, siguiendo la tradición castellana (quizá para evitar un enfrentamiento inmediato con éste).
Pedro III el Grande se entrevista en Campillo y Ágreda con Alfonso X y su hijo Sancho: Tratado de Ágreda.
En la fecha PEDRO III el Grande se entrevista en Campillo y Ágreda con ALFONSO X y su hijo SANCHO de Castilla y establecen un acuerdo de unión -Tratado de Ágreda- contra el empuje imperialista francés, lo que resulta plenamente satisfactorio para el rey aragonés que consigue tranquilizar la frontera occidental de sus reinos y poder dedicar todos sus esfuerzos a resolver los problemas internos que le acucian en Catalunya así como seguir preparándose para intervenir en Túnez y Sicilia. Por otra parte, PEDRO, que tiene bajo su protección a los infantes de La Cerda, reconoce como heredero legítimo de Castilla a SANCHO, el futuro SANCHO IV de Castilla, a cambio de algunas villas fronterizas, como Albarracín. También se acuerda la conquista y el reparto de Navarra entre los dos monarcas, pero no se hace efectiva.
Apoyo de Felipe III de Francia a los herederos de Fernando de la Cerda que preocupa al príncipe Sancho.
El apoyo de FELIPE III de Francia a los herederos de FERNANDO de la Cerda preocupa al príncipe SANCHO, que tiene una primera reunión con PEDRO III de Aragón y acuerda que VIOLANTE regrese a Castilla y que el aragonés retenga a los infantes de la Cerda. Posteriormente tiene lugar una reunión inútil entre ALFONSO X y SANCHO con FELIPE III de Francia. La propuesta del francés de que se separen Castilla y León para dar un reino a su patrocinado resulta inaceptable.
El infante SANCHO se opone resueltamente a la propuesta de su padre ALFONSO X de segregar Jaen.
El infante SANCHO se opone resueltamente a la propuesta de su padre ALFONSO X de segregar Jaen para darle un reino al infante de la Cerda, estallando, en la fecha, entre padre e hijo una escandalosa guerra civil. El reino es invocado como comunidad que no puede dividirse por la decisión unilateral de un soberano. Todos reconocen a SANCHO como gobernador general y ALFONSO X es suspendido en sus funciones. ALFONSO X pide auxilio a los benimerines de Marruecos contra su hijo SANCHO, a su vez apoyado por el rey moro de Granada.
Fallece ALFONSO X, rey de Castilla y León.
Durante dos años, ALFONSO X de Castilla y su hijo SANCHO se enfrentan mutuamente, desgarrando a Castilla y León en un nuevo enfrentamiento fratricida. Poco a poco ALFONSO X va ganando ventaja y, a principios de 1284, se intenta una reconciliación entre padre e hijo, pero entonces ambos enferman. Para ALFONSO X aquella enfermedad será mortal. ALFONSO X que fallece en Sevilla, deja trás de sí un reino en guerra, un hijo maldecido y un testamento que no será cumplido. En sus últimas voluntades, dictadas en enero de 1284, dispone que el reino de Castilla y León, por derecho de representación instituido en «Las Partidas», corresponde a ALFONSO de la Cerda y a su linaje y que si éste llega a faltar pase al rey de Francia. A su hijo JUAN le deja un reino constituido por Sevilla y Badajoz y a su hijo JAIME el reino de Murcia.