CONCILIO ECUMÉNICO 01 (I de Nicea) (325)

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CONSTANTINO I el Grande convoca el I Concilio Ecuménico de Nicea.


CONSTANTINO, único señor del Imperio desde su victoria sobre Licinio, quiere llevar la calma a Oriente. Ante la herejía arriana, CONSTANTINO decide reunir a los obispos en un gran concilio. De hecho, el poder del Estado respalda, solamente, la postura que se considere ortodoxa. CONSTANTINO I el Grande convoca el I Concilio Ecuménico de Nicea, Bitinia (actual Iznik, Turquia), aunque con el consentimiento del papa SILVESTRE que no asiste personalmente, pero sí sus dos legados Vito y Vicente que serán los primeros en firmar las actas oficiales justamente después de Osio, el presidente. 318 obispos (de los que se han conservado 220 nombres) de todas las provincias romanas se reúnen durante varios días. En este Concilio -que inicia en la fecha y terminará el 25 de agosto- principalmente se combate la herejía propagada por el obispo ARRIO que se difunde entre los visigodos. Esta herejía, postula la naturaleza humana de Cristo y divide a la cristiandad. CONSTANTINO se limita a insistir en la necesidad de llegar a una unidad doctrinal que él apoyará. A lo largo de los siglos precedentes se han celebrado varios concilios locales. Al convocar a todos los obispos en Nicea, CONSTANTINO da nacimiento a una nueva institución en la Iglesia, el concilio ecuménico (universal).

Fijación de fiestas y otros temas acordados en el Concilio de Nicea.


El Concilio de Nicea decide definitivamente la cuestión del procedimiento a seguir para la fijación de la fiesta de Pascua y se establece que el domingo será fiesta oficial. (El emperador CONSTANTINO, en relación a este último acuerdo, ordenará una rigurosa observación del domingo, prohibiendo toda clase de negocios jurídicos, ocupaciones y trabajos; únicamente se permitirá a los labradores que trabajen los domingos en tareas agrícolas, siempre y cuando el tiempo sea favorable). Otro tema: La iglesia ha reprobado en todo tiempo terminantemente la práctica de la castración para poder cantar con voz aniñada. Así fue, en este Concilio de Nicea y también en el 7º de Arlés (452). También en este Concilio se adopta el calendario juliano. Y, por otra parte, se proclama la igualdad de patriarcados: Jerusalén, Antioquía, Alejandría y Roma (este último como único patriarcado de Occidente).

El Concilio de Nicea adopta un Símbolo (Niceno) sugerido por S. ATANASIO.


El Concilio de Nicea, condena definitivamente a ARRIO y proclama la perfecta igualdad entre el Padre y el Hijo. Así, los obispos añaden al hablar del Hijo de Dios el adjetivo «homo-ousios», es decir, que el Hijo es de la misma «ousía», de la misma sustancia, que el Padre o consustancial al Padre. Se adopta, pues, en la fecha, un Símbolo (Niceno) sugerido por ATANASIO -por entonces simple diácono, pero ferviente defensor de la ortodoxia- en el que se afirma la consubstancialidad del Padre e Hijo. En este Concilio, brilla especialmente la participación del español OSSIO, obispo de Córdoba y delegado personal del emperador que preside el Concilio. OSSIO es el encargado de redactar el Símbolo de la fe o Credo que hoy siguen rezando los católicos del mundo entero y que contiene todas las verdades de la fe católica. Todos los obispos lo ratifican, a excepción de dos de ellos. ARRIO y los dos obispos, al rehusar la firma del Símbolo de Nicea, son exiliados, refugiándose en Constantinopla en donde se les recibe triunfalmente y donde continuarán predicando su doctrina aun con más fuerza. Era una necesidad para el emperador contar con una sola religión lo mas fuerte y unificada posible, y para ello apoya la condena a la herejía de ARRIO.

El concilio de Nicea, también brinda la ocasión de regular ciertos puntos de disciplina eclesiástica.


El concilio de Nicea, también brinda la ocasión de regular ciertos puntos de disciplina eclesiástica. Se fija un cierto número de reglas para el episcopado. Se limita la convivencia de mujeres con el clero decretando que una vez ordenados, los sacerdotes no pueden casarse. Según el historiador Sócrates (comienzos del siglo v), algunos obispos habrían querido imponer a los clérigos casados que renunciaran a la vida conyugal; esta regla parece que había sido adoptada en España. El obispo Pafnucio, aunque célibe, se opone a esta petición, y el concilio deja a los obispos, presbíteros y diáconos libertad en este terreno… Varias decisiones regulan las secuelas de la persecución, la reconciliación de los herejes, las modalidades de la penitencia litúrgica, etc.

Finaliza el Concilio de Nicea iniciado el 20 de mayo de este mismo año.


Finaliza el Concilio de Nicea iniciado el 20 de mayo de este mismo año. Hasta el Concilio de Calcedonia (451) se considerará posteriormente una edad de oro. En efecto, la paz de la Iglesia y la reunión de los grandes concilios permitirán el desarrollo de la literatura cristiana. A los Padres griegos (Atanasio, GREGORIO de Nacianzo, Gregorio de Nisa, Juan Crisóstomo, Cirilo de Jerusalén, Cirilo de Alejandría) y latinos (Ambrosio, Jerónimo, Agustín, Vicente de Lerins, León Magno) del período precedente se suman otros como: Efrén de Nísibe o de Edesa, uno de los más fecundos poetas de todos los tiempos -se supone que escribió, en diez años, unos tres millones de versos sólo en honor de María.

EUSEBIO de Nicomedia es desterrado a las Galias por formar parte del grupo de los eusebianos.


EUSEBIO de Nicomedia ha presentado en el Concilio de Nicea un símbolo propio que ha sido calificado de blasfemo y aunque EUSEBIO ha firmado la fórmula nicena, poco después encabeza el partido más extremo del arrianismo, el de los eusebianos. Por ello, CONSTANTINO lo destierra a las Galias tres meses después del Concilio, pero gracias a su influencia sobre la emperatriz logra volver, ganarse el apoyo imperial y conseguir la deposición de varios de sus contrincantes.

Aparición de un grupo de herejes llamados pneumatómacos que niegan la divinidad del Espíritu Santo.


Aunque surgido también como oposición a la herejía arriana, el movimiento de los pneumatómacos le está ciertamente próximo en su estructura. Surgido a mediados del siglo IV en Asia Menor, sus orígenes y motivos son controvertidos hasta hoy. ATANASIO proporciona ciertamente el primer testimonio de la aparición de los pneumatómacos y de su doctrina, cuyo contenido se expone en los siguientes términos: Fieles al Concilio de Nicea, confiesan la unidad ontológica del Hijo con el Padre; pero, del Espíritu Santo dicen que «no es que sea una mera criatura, sino incluso uno de los espíritus servidores y sólo distinto de los ángeles en un grado». Consciente de la problemática teológica trinitaria de esta postura, el defensor del sínodo niceno exige también para el Espíritu Santo la confesión de la igualdad esencial que corresponde al Hijo. La doctrina de los pneumatómacos hace «aparecer la Trinidad no ya como unidad ontológica, sino como la composición de dos naturalezas distintas, a causa de la diversidad ontológica del Espíritu, que éstos mismos imaginan» 40. A esta doctrina se opuso el obispo de Alejandría, sobre todo por cuanto alteraba la unidad de la Trinidad y enlazaba a una criatura con el creador.

La disciplina general sobre los concilios provinciales es recordada a los obispos españoles por el papa HORMISDAS en una decretal.


El Concilio de Nicea (325) institucionalizó los concilios provinciales como órganos de gobierno eclesiástico. Estos concilios, en los que se reunían los obispos de una misma provincia eclesiástica, debían celebrarse dos veces al año. Esta disciplina general será recordada a los obispos españoles por el papa HORMISDAS en una decretal de comienzos del siglo VI.