Después de una desigual batalla dentro de la Guerra de las Naranjas, Portugal solicita la paz y este país, por un lado, y España y Francia, por el otro, firman, en la fecha, el Tratado de Badajoz que pone fin a la guerra iniciada el mes anterior, devolviéndose todas las conquistas a Portugal, con la excepción de Olivenza y su territorio, que ya era un viejo contencioso fronterizo entre los dos países; aprovechando la ocasión y la geografía, tampoco se devuelve Vila Real (Villarreal), que no pertenece a Olivenza, sino a Juromenha. Olivenza, es española desde entonces, aunque sus naturales han conservado su lengua portuguesa (Olivenza, al sur de Badajoz, está formado -en la actualidad- por la villa del mismo nombre y otros siete pueblos. Ocupa 750 km2 y tiene 11.000 habitantes.) La línea divisoria entre España y Portugal se fija en el río Guadiana en aquella zona. Aunque el acuerdo entre Francia y España prevé que Portugal ceda a España una o varias provincias portuguesas que representen el veinticinco por ciento de la población metropolitana para poder usar como moneda de cambio y conseguir la devolución o cesión de Gibraltar, la isla de Trinidad y Malta, esta cláusula es obviada por CARLOS IV de España, con grave disgusto de NAPOLEÓN.

Por el Tratado de Badajoz, firmado bajo la amenaza de invasión de las tropas francesas acuarteladas en Ciudad Rodrigo, Portugal, cierra sus puertos a los navíos británicos; paga a Francia una fuerte indemnización; y acepta las fronteras de la Guayana Francesa con Brasil hasta la desembocadura del Río Arawani. El Tratado de Badajoz estipula que la violación de cualquier de sus artículos producirá su anulación.

NAPOLEÓN, que quiere la ocupación total de Portugal, al enterarse del acuerdo monta en cólera. Manda un correo con instrucciones para evitarlo, pero éste tiene un accidente por el camino, llegando a Badajoz el día 7 de junio. Aunque el tratado hispano-portugués se firmará el día 8, GODOY hace poner en él la fecha del día 6, para que parezca que las órdenes del emperador han llegado tarde.

NAPOLEÓN al término de la “Guerra de las Naranjas”, por no quedar satisfecho con el Tratado de Paz ajustado por su hermano Luciano Bonaparte, está a punto de romper relaciones con España, en tanto que GODOY afirma que un nuevo envío de tropas francesas a la península será considerado una declaración de guerra.

La vida socio-política de España no ofrece un panorama alentador. La crisis económica es muy grande, y en progresión ascendente. No es de extrañar, que en búsqueda de soluciones, los políticos miren cada vez más ávidamente los bienes eclesiásticos, provocando incluso con el beneplácito de la Santa Sede una venta parcial de los mismos, a beneficio del Estado. La invasión francesa yugulará en su momento el que tales medidas sean llevadas hasta sus últimas consecuencias, pero la idea, que tampoco es nueva, está lanzada, ha ganado mucho terreno, y no tardará en dar de lleno sobre las Ordenes Religiosas.

El eco aún vibrante de la Revolución Francesa, que se ha dejado oír con el epíteto de \”regicida\”, ha reforzado el espíritu antirrevolucionario, y a la Monarquía le es fácil aprovechar la buena disposición del clero español para estrechar los lazos entre Trono y Altar, ambientado por una serie de publicaciones que han caldeado el espíritu cruzado de ciertos sectores católicos, cada vez más abiertos a los valores tradicionales de la Monarquía, y más cerrados a los nuevos valores que puede ofrecer el movimiento liberal y republicano. El progreso del regalismo alcanza cotas muy elevadas, infiltrándose en la vida íntima de la Iglesia española, llegando a la decisión de sustraer las órdenes religiosas de la obediencia a superiores extranjeros, dejándolas bajo la dependencia del Episcopado español, por considerar indigno de un súbdito de su Majestad católica, depender de superiores extranjeros. Rebrotes claros de galicanismo y josefinismo.

Una vez resuelta la cuestión egipcia, se firma, en la fecha, la paz de Amiens (Francia) entre Francia y Gran Bretaña. El Tratado de Amiens o Paz de Amiens pone fin a la guerra entre Gran Bretaña por una parte y Francia más sus aliados España y la República Bátava por otra. Sus cláusulas establecen que Gran Bretaña renuncia a todas sus conquistas excepto Trinidad, arrebatada a España, y Ceilán, tomada a los Países Bajos. Egipto es evacuado y entregado a Turquía. Francia conservará todas sus conquistas de la Revolución excepto Roma, Nápoles y Portugal. Tras diez años de guerra, reinaba en Europa una paz general. Pero este Tratado, que significará el colapso final de la Segunda Coalición, dejará sin solucionar cuestiones muy importantes, por lo que la paz durará tan sólo un año.

Las puertas del embalse de Puentes (Murcia) se rompen, evacuando un caudal de 8.000 m3/s y vaciando el embalse en una hora. Como consecuencia, la avenida consiguiente del Guadalentín destruye 600 casas y se cobra 628 vidas en Lorca, Alcantarilla, Murcia y Orihuela.

España, por el Tratado de Amiens de 25/3/1802, recupera, en la fecha, de manera definitiva la isla de Menorca, tras 72 años de dominación extranjera. En efecto, por el Tratado de Amiens los ingleses son obligados a devolver “todos los puertos e islas que ocupasen en el Mediterráneo”, entre los cuales está Menorca. El 14 de Junio de 1802 llega a Ciutadella el Capitán General de Mallorca Don Juan Miguel de Vives, que recibe las llaves de esta ciudad y dos días después -el 16 de junio- se le hace entrega solemne del castillo de San Felipe, que parcialmente han reconstruido los ingleses y luego toma posesión de Maó.

Con el fallecimiento de María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Alvarez de Toledo, decimotercera duquesa de Alba (1762-1802) supuesta modelo de Goya (maja desnuda?), se extingue la línea directa pasando este título a los duques de Berwick. La duquesa Cayetana muere a los 40 años, supuestamente por una fiebre, aunque se rumorea que ha sido asesinada por Godoy siguiendo instrucciones de la reina. Tras su muerte, varias de sus propiedades son requisadas; Buenavista deja de ser residencia de los Alba y sus famosos cuadros pasan a manos de Godoy, como la Venus del espejo de Velázquez y La educación de Cupido de Correggio (National Gallery de Londres). En 1945, el cadáver de la duquesa será exhumado; no se confirmará su presunto envenenamiento, si bien le faltará un pie, según se dirá porque le serraron ambos para que el cuerpo entrara en el ataúd.