DÁMASO BERENGUER FUSTÉ (Jefe del Gobierno español) (1930 - 1931)

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ALFONSO XIII, ante la dimisión de Primo de Rivera, recurre a un desacreditado general: Dámaso BERENGUER Fusté.


El general Dámaso BERENGUER Fusté, que se ha significado por su moderada oposición a la Dictadura, es el más liberal de los tres candidatos que Primo de Rivera le ha presentado al Rey para sucederle. ALFONSO XIII recurre entonces a este desacreditado general, responsable último del desastre de Annual, que en 1921 había supuesto el exterminio de un ejército de más de 9.000 hombres a manos rifeñas. Se inicia de ese modo el hundimiento de la Corona, pues BERENGUER, como jefe de un gobierno de concentración (30/1/1930 a 14/2/1931) incapaz de enderezar la situación de inestabilidad política que vive el país, intentará en balde que la clase política acepte participar. Con objeto de tranquilizar los ánimos, BERENGUER afirma que el nuevo gobierno quiere la pacificación del país y la vuelta a la normalidad constitucional, prometiendo, entre otras cosas, la convocatoria de elecciones generales. En los días siguientes, a golpe de decreto, repondrá a todos los cargos que han sido destituidos por el Dictador en Colegios de Abogados, Universidades, etc., autorizará el regreso de los deportados, destituirá a todos los gobernadores civiles menos a dos y liquidará todo el aparato legislativo y administrativo de la Dictadura.

La lentitud en la actuación del Gobierno de España hace que cada mes se deteriore más su popularidad.


Cuando el nuevo Jefe de Gobierno de España, Dámaso BERENGUER, anuncia sus propósitos de una vuelta a la normalidad constitucional son muy bien recibidas sus medidas liberalizadoras por la opinión pública, pero desde un primer momento es posible detectar graves deficiencias en su gobierno. En efecto, la vuelta a la legalidad constitucional se hace de forma tan tan lenta que hasta se llega a dudar de que ese sea su propósito. Los comentaristas calificarán al sistema de Gobierno como una «dictablanda». Esta lentitud hará que cada mes que pase suponga un deterioro de su popularidad.Dentro del marco de la Monarquía, se proponen otras soluciones más renovadoras que las que propone BERENGUER y es que a la hora de formar gobierno, Berenguer sólo ha tenido el ofrecimiento franco y desinteresado del sector más caduco del caciquismo conservador, el de Bugallal. Por tanto, su Gobierno se apoya en la corrupción política que es tradicional en el mundo rural. También su política económica es anacrónica.

En todo caso, lo que más preocupa a BERENGUER es el ambiente que se respira en los cuarteles.


En todo caso, lo que más preocupa a BERENGUER no son ni las conferencias de los intelectuales y políticos, ni las reuniones de los conspiradores, ni las algaradas estudiantiles -que, no obstante, obligan a suprimir algunas libertades públicas-, ni las revueltas obreras, sino el ambiente que se respira en los cuarteles. El director de Seguridad, el general Emilio MOLA, es consciente de que un amplio sector del Ejército repudia la monarquía. Entre sus cabecillas están Aguilera, Cabanellas, Queípo de Llano, López Ochoa y el carismático Ramón Franco. A Mola también le desazona el ánimo de los escalones inferiores, en los que se encuentra, por ejemplo, Fermín Galán.

El 14 de abril el gobierno de BERENGUER concede un generoso indulto.


El 14 de abril el gobierno de BERENGUER concede un generoso indulto, en el que están incluidos los que intentaron volar el tren que llevaba al Rey a su paso por Garraf en junio de 1925.

Las divisiones en el seno monárquico impulsan a BERENGUER a presentar una cuestión de confianza.


En septiembre de 1930, las divisiones en el seno monárquico impulsan a BERENGUER a presentarle una cuestión de confianza a ALFONSO XIII, que la rechaza y le conmina a continuar por el camino emprendido de reformas, instándole a reinstaurar la libertad de prensa. Acababa de dimitir el ministro de Hacienda, Manuel Argüelles, y las facciones liberales, representadas por el conde de ROMANONES, García Prieto, Santiago Alba, Gabriel Maura, Francesc Cambó, Bergamín, Burgos Mazo, Chapaprieta y Miguel Villanueva, cada vez se comportan más como si perteneciesen a la oposición. No les hace ninguna gracia que el Gobierno BERENGUER esté tan escorado hacia el conservadurismo e insisten en que se forme un nuevo gabinete de mayoría liberal, a imagen y semejanza de las Cortes disueltas en 1923.

Francesc MACIÀ regresa a Catalunya. El gobierno del general Dámaso BERENGUER le expulsa de nuevo.


Después de una intensa campaña a favor de la amnistía de Francesc MACIÀ, que se encuentra exiliado desde el principio de la Dictadura de Primo de Rivera, éste regresa a Catalunya, pero el gobierno del general Dámaso BERENGUER, en la fecha, le expulsa de nuevo.

El rey, ALFONSO XIII, está más aislado que nunca.


El rey, ALFONSO XIII, está más aislado que nunca, la clase obrera lo considera el símbolo de la opresión, la clase media no le perdona los siete años de dictadura, incluso para la clase dirigente la monarquía ya no representa una solución de continuidad. El Gobierno presidido por el general Dámaso BERENGUER trata inútilmente de volver a la situación anterior a la Dictadura, pero es imposible. El sistema político de la Restauración está agotado, gran parte de la opinión pública está ya resueltamente en contra de la monarquía.

El gabinete de Dámaso Berenguer levanta Doña Anastasia, nombre humorístico dado a la censura de prensa.


El gabinete de Dámaso Berenguer levanta Doña Anastasia, nombre humorístico dado a la censura de prensa en la época de la dictadura primorriverista (1923-1930). La severidad de ésta hacía que a veces los directores de periódicos los hicieran aparecer con páginas enteras mutiladas, en las que campeaba el rótulo «Este número ha sido visado por la censura». ¡Hasta el tamaño de ese rótulo acabó reglamentado!

Dimite el gobierno BERENGUER.


A mediados de febrero, Alba, CAMBÓ, Romanones y García Prieto, conde de Alhucemas, liberales monárquicos que prefieren que se celebren primeramente los comicios municipales, más fáciles de dirigir, deciden no presentar candidatura a las elecciones que se convoquen. BERENGUER, dimite. ALFONSO XIII entiende que debe llamar a formar gobierno a un militar, por eso insiste con su amigo Santiago Alba, luego recurre a Melquíades Álvarez, que le dice sin ambages que han de convocarse urgentemente Cortes constituyentes, y que el poder emanado de ellas ha de situarse por encima del real, para que determinen con absoluta libertad el tipo de régimen. El Rey acude a Sánchez Guerra que, antes de tomar una decisión, visita a los miembros del Gobierno republicano en prisión para recabar apoyos. Maura alza su voz por encima de las demás, sin atender cuáles eran los términos de la proposición: «Nosotros, con la monarquía, nada tenemos que hacer ni que decir». Sólo un mes más tarde, el Gobierno provisional sería amnistiado.

CAMBÓ funda, sin disolver la Lliga, un partido de ámbito estatal, el Centro Constitucional.


El general Dámaso BERENGUER intenta aglutinar las fuerzas políticas dispuestas a salvar el régimen monárquico. La Lliga se apunta a este esfuerzo y, en la fecha, CAMBÓ con la ayuda de Gabriel MAURA, funda en la fecha, sin disolver la Lliga, un partido de ámbito estatal, el Centro Constitucional, que no será capaz, sin embargo, de cohesionar los sectores antirrepublicanos. CAMBÓ, en su libro «Per la concòrdia», escrito bajo la Dictadura, dice que siempre ha pensado que la Monarquía podía ser más favorable que una república a la solución de las reivindicaciones catalanas, porque le parece más fácil persuadir a un hombre que a todo un pueblo.