La llegada de la dinastía Trastámara se tradujo en el siglo XV en un aumento de los linajes castellanos que poseen señoríos en Valencia. El calificativo de nobles sólo se antepone a un reducido grupo de familias, aunque sus mismos privilegios los posean los caballeros, donceles, generosos y hómens de paratge. La compleja sociedad urbana medieval es clasificada en tres categorías. Los caballeros y ciudadanos honrados forman el estamento privilegiado de la mano mayor (mà major), que dirige y defiende la comunidad. Una oligarquía que detenta el poder, unida por lazos de solidaridad y enfrentada a la baja nobleza de los «cavallers». Los grupos no privilegiados son mano media (mà mitjana) y mano menor (mà menor) y corren con las cargas impositivas. La mano media son los mercaderes, maestros artesanos, profesiones liberales, etc., que forman una minoría, dado que la mayoría integra el común, el pueblo menudo. De él forman parte los artesanos, marineros, pescadores, etc., asalariados sometidos a duras condiciones. En el campo, encuadrado en el realengo o el señorío, el campesinado, libre, pero con un amplio espectro en su nivel de riqueza.

Muere en Valencia, Ausiàs MARCH. (1397-1459) Ha nacido en Gandía en 1400. Representa el punto culminante de la poesía catalana en el tránsito de la Edad media al Renacimiento. Se conservan 128 poemas. Su obra, fuertemente influida todavía por la poesía de los trobadores, se singulariza, no obstante, por sus rasgos modernos. En su poesía, habla del amor, de la muerte y de la relación del hombre con Dios. Vinculado a la Corte ducal de Gandía toma parte (1420), como caballero valenciano al servicio de Alfons IV, en diversas empresas mediterráneas y es nombrado «falconer reial» en el reino de Valencia (1425). Su obra, escrita en la lengua del reino valenciano, será editada reiteradamente en el siglo XVI e influirá en la poesía castellana.

La Guerra Civil provoca en el Principado una fuerte ola migratoria y Valencia sigue recibiendo gente de Catalunya. En contraste con la larga depresión económica que sufren el Principado y Mallorca, Valencia es una de las pocas ciudades que se escapan de la crisis. La ayudan a salvarse de la crisis, las exportaciones de la riqueza agrícola del país: el arroz y el azúcar. Esta prosperidad se traduce en Valencia hasta en el esplendor de las letras. Y el sentimiento particularista va tomando cuerpo durante el siglo XV. Es una tendencia por parte de los valencianos por distinción respecto a los catalanes del Principado.

Valencia permanece fiel al rey JUAN II. Parece que a partir de este hecho, se producirá en Valencia una exacerbación del nacionalismo.

El Reino de Valencia tiene en estas fechas aproximadamente: 250.000 habitantes (En Valencia capital dentro de su recinto amurallado: aprox. 50.000 habitantes). Estos habitantes se reparten aprox. entre 50% de cristianos y 50% de mudéjares (mahometanos que no cambian su religión pero que quedan como vasallos de un rey cristiano) y algún que otro mahometano bautizado (morisco).

Llegan a Valencia los alemanes LAMBERT PALMART y JACOBO VIZLAND. Palmart se traslada a Valencia para dirigir el taller de imprenta del comerciante alemán Jacobo Vitzlán, que representa a la familia de los Ravensburg. De este taller se hace cargo como maestro impresor, que en el año 1474 se imprime uno de los primeros incunables españoles «Les Trobes en lahors de la Verge Maria», considerado como el primer libro literario impreso en España. Valencia se convierte, por ello, en la primera ciudad española que cuenta con la imprenta. Esta innovación intensifica la influencia de las ideas renacentistas, que se difundirán prematuramente en la ciudad como consecuencia de los intensos contactos que mantenía con Italia. También se convertirá en un vehículo adicional de difusión, no sólo del humanismo italiano, sino también de las ideas que procedían del resto de Europa, entre las que destaca el erasmismo. No obstante, la presión inquisitorial forzará al principal representante de esta corriente, Luis Vives, a ejercer la mayor parte de su actividad en los Países Bajos debido a su ascendencia judeoconversa.

Se termina de construir la Lonja de Valencia, cuya primera piedra se ha colocado en 1482. Su génesis se remonta a los privilegios obtenidos en época de Jaime I para el uso del puerto fluvial. Se compone de dos edificios adosados con ejes contrapuestos, un jardín y un torreón. Destacan las 28 gárgolas de sus fachadas.

La expansión que experimenta la economía atlántica como consecuencia de los descubrimientos geográficos atenúa la hegemonía mercantil de la ciudad de Valencia, ya que desplaza hacia el sur de la península las grandes rutas del tráfico marítimo internacional, beneficiando a los puertos de Málaga, Cartagena o Alicante. Pero el declive de Valencia se debe también a las consecuencias de la revuelta de las Germanías. Esta crisis se deriva, en gran medida, de la propia importancia económica de la ciudad, que ha sido aprovechada por la monarquía para la obtención de préstamos para su política internacional; esto le ha impulsado a intensificar su control del municipio y consolidar el proceso de oligarquización que ha experimentado. De ahí, que los artesanos reaccionen en contra de la corrupción y los abusos de poder y reclamen su participación en el gobierno municipal.

En el año 1519, durante los meses de julio y agosto, se declara en Valencia y parte de la costa del levante español, así como en Mallorca, una epidemia de peste que provoca la huida de las autoridades y nobles al interior del reino. Los habitantes de las ciudades -que se muestran en desacuerdo con la política del rey CARLOS I ya que distribuye con largueza prebendas civiles y eclesiásticas entre el séquito de flamencos que le acompaña- aprovechan para unirse en hermandades, que reciben el nombre de Germanías. De hecho, los artesanos del Reino de Valencia adquirieron durante el reinado de Fernando el Católico el privilegio de formar milicias en caso de necesidad de lucha contra las flotas berberiscas. Esto se une a una época difícil económicamente. Su inicio es progresivo y jalonado de actos legales y de protesta, y es determinante en ello el hecho de que el pueblo tiene ese permiso real para utilizar armas con las que enfrentarse a las incursiones de los piratas berberiscos.

En Valencia, tras la huida de la nobleza, las clases medias y gremiales de la ciudad se hacen progresivamente cargo del gobierno hasta que, en la fecha establecen la Junta de los 13, formada por un representante de cada gremio, para regir la capital valenciana. El rey CARLOS I, que está en Barcelona, preparando su viaje a Aquisgrán, toma únicamente ante la revuelta, la medida de prohibir el uso de armas, prohibición que nadie tendrá en cuenta.