MARTÍN de Tours (Obispo)

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MARTÍN, es elegido obispo de Tours (380-397)


Los Obispos dirigen sus esfuerzos a la evangelización de las aldeas, que siguen vinculadas a la religión de las fuerzas de la naturaleza. El más famoso de estos misioneros del campo, MARTÍN, es elegido -en la fecha- obispo de Tours (380-397), funda el monasterio de Marmoutier, cerca de Poitiers (Francia), por lo que se le considerará el introductor de la vida monacal en Francia. La leyenda exagerará ampliamente su acción. La evangelización del campo tiene como consecuencia la creación y la multiplicación de parroquias, territorios autónomos confiados a presbíteros desligados de la ciudad episcopal. En muchas regiones que están poco cristianizadas a comienzos del siglo IV, las sedes episcopales se multiplican a lo largo del siglo. En el norte de Italia, de cinco o seis en el año 300 se pasará a cincuenta en el año 400. En la Galia son veintidós en el 314 y serán setenta en el 400.

Concluye el Concilio de Burdeos con las condenas a muerte de PRISCILIANO.


Concluye el Concilio de Burdeos con las condenas a muerte de PRISCILIANO -que está en Tréveris solicitando sin éxito el amparo del emperador- y de algunos de sus adeptos. El emperador MÁXIMO envía dos comisarios a Hispania para depurar las sedes episcopales de todo rastro de priscilianismo, iniciándose una cadena de ajusticiamientos y deportaciones que acaban por despertar las iras de sectores de la iglesia oficial descontentos con el curso de los acontecimientos. MARTÍN de Tours, Jerónimo en Roma y Ambrosio de Milán representan una facción dentro del cuadro de ortodoxos leales a Roma, que se ha opuesto desde un principio a la injerencia imperial en asuntos eclesiásticos.

Muere S.MARTÍN de TOURS, el “gros”. Francés nacido en Panonia.


Muere MARTÍN de Tours, el “gros” (316-397). Será el patrón de la antigua caballería catalana y de los propios caballos, quizá porque iba a caballo cuando se origina su famoso milagro: Mientras que Martín era todavía un soldado en el ejército romano y desplegado en la Galia (actualmente Francia), experimentó la visión que se convirtió en la historia más repetida sobre su vida. Un día, mientras se acercaba a las puertas de la ciudad de Amiens se encontró con mendigo desnudo. Impulsivamente cortó su propia capa por la mitad y la compartió con el mendigo. Esa noche, Martín soñó con Jesús llevando la mitad de la capa que había regalado. El oyó a Jesús decir a los ángeles: “Aquí está Martín, el soldado romano que me ha vestido.” ( Sulpicio, capítulo 2 ). Este manto fue preservado entre la colección de reliquias de los merovingios reyes de los francos. Se construyeron pequeñas iglesias para guardar fragmentos de la reliquia y la gente comenzó a referirse a ellas por este concepto “a capella”. Con el tiempo se perdió esta asociación con la capa y todas las iglesias pequeñas empezaron a ser conocidas como Capillas.