En la Península Ibérica, los reinos cristianos se reúnen en Coimbra y establecen un pacto por el que Castilla, León y Portugal se respetarán mutuamente y combatirán a los musulmanes desde sus fronteras respectivas.

SANCHO II el Capelo, rey de Portugal (1223-1248). Hijo de Alfonso II el Gordo, reconquistará definitivamente Elvas (1229), Moura, Serva (1232), Mértola, parte del Algarve (1238), Tavira y Cacela (1239). Se consigue una estabilización en la ordenación social del país.

FERNANDO III de Castilla y León y SANCHO II de Portugal se reúnen en Sabrigal, establecen la continuidad de su mutua amistad y se ponen de acuerdo en la forma de llevar adelante la lucha contra los musulmanes. De hecho en los próximos años se procederá a la reconquista de varias villas y ciudades: Trujillo, Úbeda, Montiel, Medellín, etc.

ALFONSO III el Reformador, rey de Portugal (1248-1279). Hermano y sucesor de Sancho II. Durante su reinado, Portugal obtendrá sus últimas victorias contra los musulmanes, con lo que el país llegará a sus actuales fronteras, no modificadas en más de setecientos años.

Las fuertes protestas de la alta nobleza y del clero provocan el destronamiento de SANCHO II el Capelo, rey de Portugal, por el papa INOCENCIO IV.

Mientras FERNANDO III el Santo lleva a cabo el asedio de Sevilla, el infante ALFONSO, participa en alguna forma en la revolución que se desarrolla en Portugal y ayuda con sus tropas a SANCHO II a trasladarse hasta Castilla. Cuando Portugal conquista el Algarbe, que pertenece al taifa de Niebla, vasallo de Castilla, se producen enfrentamientos entre castellanos y portugueses.

Se establece una tregua entre castellanos y portugueses en los enfrentamientos por el Algarbe y se empiezan negociaciones que continuarán cuando muera FERNANDO III y que concluirán durante el reinado de ALFONSO X.

ALFONSO III de Portugal se casa con BEATRIZ, la hija bastarda de ALFONSO X de Castilla.

ALFONSO III de Portugal se opone al predominio de la nobleza y el clero, apoyándose en la burguesía, y convoca las primeras Cortes ?portuguesas en Leiría al incluir en la curia regia representantes de la burguesía. Su voluntad modernizadora y de imponerse a los estamentos privilegiados le llevan a introducir el derecho romano. La monarquía portuguesa actúa con el apoyo de las ciudades. Esta orientación política se mantiene en los tres reinados posteriores.

Teresa y Enrique que habían recibido de Alfonso VI de Castilla, el Condado de Portugal, por lo que tenían que ser condes vasallos de León,  intentan en varias ocasiones ser independientes sin conseguirlo. Su hijo Alfonso Enríquez, toma efectivamente en fecha incierta el título de rey, pero tiene que reconocerse vasallo del reino de León. Alfonso VII de Castilla tras infructuosa lucha con el sublevado hubo de reconocerlo como rey aunque tributario de Castilla. Finalmente Alfonso X el Sabio , en la fecha, con Alfonso III como rey de Portugal, reconoce la absoluta independencia de Portugal. A partir de este momento, muchos serán los intentos realizados por Castilla, por la vía pacífica, para conseguir la anexión del territorio perdido, recurriendo a numerosas uniones entre miembros de las respectivas dinastías reinantes, pero todo será en vano