Fallece en el destierro en 1922, a los 34 años de edad, el emperador CARLOS I de Austria y Rey CARLOS IV de Hungría por una simple pulmonía en el húmedo clima de Funchal. Ya en 1923 el que luego fue presidente de la República austríaca, Wilhelm Miklas, pedirá al cardenal austríaco Gustav Piffl que inicie su proceso de beatificación.

OTTO II, rey de Hungría (1922-1945). No gobierna. Exiliado.

En la fecha se firma un tratado de amistad entre Italia y Hungría. Italia hará lo posible por estimular el fascismo dentro de Hungría. En efecto, entre las dos guerras mundiales la aristocracia terrateniente gobernará Hungría dictatorialmente. El triunfo del nazismo en Alemania favorecerá el desarrollo del partido nazi húngaro, dirigido por Ferenc Szálasi, cuyas ideas coinciden en todo con las de Hitler, que paulatinamente irá aumentando su influencia en el país.

Durante el periodo que en Hungría ha ostentado la jefatura de gobierno el conde Stephen Bethlen, la desolación económica y el deseo de revancha inspirados por los términos humillantes del Tratado de Trianón (1920) han proporcionado un incentivo para el resurgente nacionalismo húngaro. Después que Horthy eligiera a Gyula von Gömbös -notorio reaccionario y antisemita- como primer ministro en septiembre de 1932, este nacionalismo se caracterizará por una política exterior agresiva hacia los regímenes democráticos vecinos y unas relaciones estrechas con los regímenes totalitarios de la Italia fascista y la Alemania nacionalsocialista.

Mussolini conoce y teme las intenciones de Hitler respecto a Austria e intenta impedirlas. El 17 de febrero de 1934 realiza una declaración garantista de la independencia de Austria, a la que se adhieren Gran Bretaña y Francia. Pero el tema seguirá preocupando al Duce, que en marzo tratará de apuntalar la independencia austriaca firmando el protocolo de Roma con Austria y Hungría, que prevé consultas y apoyo mutuo si alguno de los signatarios es amenazado. Esos acuerdos son muy poco consistentes y no resuelven la preocupación del dictador, para quien la independencia austríaca garantiza su influencia en Europa central, constituye un escudo frente a Alemania y resuelve el problema del Alto Adigio italiano, en el que viven trescientos mil austriacos que, de producirse la absorción austriaca por Alemania, se convertirán en trescientos mil alemanes, reivindicadores de la unión de ese territorio con Alemania, tal como ya comenzaba a percibirse en los Sudetes checos.

El jefe de Gobierno húngaro Gómbós firma con Mussolini y Dollfuss, canciller de Austria, los llamados Protocolos de Roma. Era la respuesta a la Pequeña Entente y al Pacto Balcánico, que aislaban a Hungría.

En Hungría, en política exterior, se busca el apoyo de la Italia de Mussolini y de la Alemania de Hitler para recuperar los territorios perdidos en el Tratado de Trianón de 1920. Con su ayuda, en 1938 Hungría recupera los distritos meridionales de Eslovaquia donde viven gentes de cultura magiar, en 1939 la Rutenia subcarpática, en 1940 una parte de Transilvania y en 1941 algunos distritos de Yugoslavia.

Hungría, aliada del Reich, se anexiona, en la fecha, el sur de Eslovaquia.

Hungría aliada del Reich, obtiene la Rutenia subcarpática.

Hungría, Rumanía y Eslovaquia, estados títeres salidos del desmembramiento de Checoslovaquia, firman tratados con Alemania. El tratado de reasentamiento entre Alemania y Rusia, en lo que concierne a la etnia alemana que vive en la anexionada Bessarabia en el norte de Bukovina, se concluye en noviembre de 1940. Durante todo el mes de Octubre, 45.000 residentes hacen el largo y así llamado «viaje definitivo» a los campos de acogida de Pomerania, de Prusia oriental y de Barthegan, antes de marchar a su asentamiento definitivo en el recientemente incorporado territorio polaco. Esta política forma parte del gran proyecto nazi para colonizar los territorios conquistados del este con sangre «nórdica».