En la fecha, tiene lugar, en Soria, la boda entre JAIME II el Justo e ISABEL de Castilla, hija de SANCHO IV. Este matrimonio es únicamente civil a falta de dispensa papal.

El 24 de junio de 1292 los ejércitos castellanos de SANCHO IV establecen el sitio en torno a Tarifa mientras diez galeras catalanas participan en la lucha y el rey de Granada aporta los víveres necesarios. Tras una lucha terrible, el 21 de septiembre Tarifa se rinde y el 13 de octubre se entra oficialmente en la ciudad. SANCHO IV confía la defensa y el gobierno de Tarifa a D. ALONSO PÉREZ de Guzmán.

SANCHO IV que no quiere enemistarse con el rey de Francia y con el Papa, adopta, en el tema de Sicilia los razonamientos de éstos y, en unos encuentros en Guadalajara y Logroño y, posteriormente, en la fecha, en la frontera navarra, entre JAIME II el Justo, CARLOS de Anjou y el propio SANCHO IV como mediador, quiere persuadir a JAIME II de que renuncie a Sicilia. La falta de acuerdo distancia de nuevo a Castilla y la Corona de Aragón, preludio de nuevas hostilidades.

El rey de Granada exige la entrega de la plaza de Tarifa, que SANCHO IV podría haberle prometido a cambio de su ayuda y de algunas otras plazas que el granadino ya había entregado. Pero SANCHO IV rehusa ceder Tarifa y el rey de Granada se alia con los benimerines, que le entregan Algeciras, Ronda y Estepona y le envian una fuerza expedicionaria.

El ataque del rey de Granada aliado con los benimerines contra Tarifa se produce en el verano de 1294. La plaza sitiada tiene que resistir el ataque mientras se prepara urgentemente un ejército para acudir en su auxilio. El infante JUAN (hermano de SANCHO IV), después de pasar a Portugal acaba ofreciendo sus servicios al sultán benimerí participando junto a los musulmanes en su lucha contra SANCHO IV. El infante JUAN acudillando a los moros, viene a sitiar a Tarifa y propone a GUZMÁN devolverle su hijo, que está en su poder, a cambio de una rendición de la plaza.

El heroico guerrero -GUZMÁN- haciendo callar los gritos de su corazón de padre, arroja su daga al que se ha hecho traidor a su patria y a su rey, diciéndole: «Si en el campo no hay acero, ahí va el mío, que antes os diera cinco hijos, si los tuviera, que una villa que tengo por el rey». El infante JUAN degüella al infeliz adolescente y lanza su cabeza a la plaza con una catapulta, pero Tarifa no se rinde. Cuando los musulmanes tienen noticias de que las tropas castellanas se dirigen hacia allí y que naves catalanas navegan también hacia el Estrecho, levantan el sitio y se retiran. (Los estudios efectuados por Mercedes Gaibrois de Ballesteros han venido a demostrar que el episodio de ALONSO PÉREZ de Guzmán y su hijo es históricamente cierto. Queda en el campo de la leyenda las rimbombantes frases con que acompañó su decisión).

La preeminencia ejercida desde el punto de vista político por el señorío de Vizcaya sobre los demás territorios vascongados, se acentúa con las nuevas circunstancias económicas. Bermeo está ocupando el primer rango entre los puertos, seguida por Lequeitio. Pero los intereses de las villas marineras y de Vitoria no coinciden con las querellas y aspiraciones de la Casa de Haro tan implicadas en el sistema feudal. Por eso deciden unirse. Aprovechando precisamente la crisis política de estos años, surge en 1295 la Hermandad de la Marisma: en ella entran también algunas villas no vascas, como Castro, Laredo y San Vicente, pero el predominio de vizcaínos y guipuzcoanos es evidente.

La Hermandad de la Marisma es, sin duda, una hansa (confederación de ciudades), nacida precisamente para posibilitar la realización del comercio de lana, hierro, sal, vino y textiles, con Inglaterra y Flandes: Southampton y Brujas eran los principales puertos de destino. Pero se la puede considerar también, y esta es la causa de que adopte la forma de Hermandad, como un proyecto de establecer distancias entre sus intereses y los de los señores de Vizcaya.

Superado el peligro en Tarifa, en la primavera siguiente Castilla se prepara para el asalto de Algeciras. Pero SANCHO IV, que arrastraba una tuberculosis desde hacía muchos años y que había empeorado durante la toma de Tarifa, muere el 25 de abril de 1295. Su muerte significa el aplazamiento de esta empresa durante casi treinta años. SANCHO IV creo los Estudios generales de Alcalá, base de la Universidad, que posteriormente debía fundar el Cardenal CISNEROS. Su viuda, María de Molina, ejercerá la regencia, enfrentándose a los infantes De la Cerda, hermanastros y rivales en el trono de su hijo.

El primer paso para conseguir la solución a todos estos conflictos lo da MARÍA de Molina en las Cortes de Valladolid, celebradas el mismo año 1295. La reina madre pacta con don ENRIQUE, tío del difunto rey y que había estado preso hasta poco antes, de forma que éste será el regente pero ella conservará la custodia de FERNANDO IV.