FERNANDO I encarga asimismo a su hijo ENRIQUE que controle el Consejo real castellano. Por otra parte, encarga al nuevo arzobispo de Toledo, SANCHO de Rojas, un partido que defienda sus intereses dentro de dicho Consejo real de Castilla.

Con la represión de los judíos en Valencia coincide la que se ejerce en Castilla, pues casi al mismo tiempo se celebra en Zamora un concilio en el que se derogan todos los privilegios que hasta entonces han garantizado la libertad individual y la propiedad de los judíos de España; se confiscan las sinagogas, se les prohibe el ejercicio de la medicina y se establecen otros cánones no menos agresivos.

FERNANDO I, que siempre ha sido uno de los máximos apoyos de BENEDICTO XIII, aconsejado seguramente por VICENTE FERRER, hace retirar, en la fecha, después de tres requerimientos, la obediencia al papa BENEDICTO XIII, obligándole a refugiarse con algunos servidores en el castillo familiar de Peñíscola (Castellón), desde donde lanza anatema contra el rey y declara en entredicho los lugares en los que no sea publicado su decreto de excomunión. Castilla sigue con su obediencia a BENEDICTO XIII y en Catalunya y Aragón seguirá teniendo algunos partidarios. El odio de BENEDICTO XIII por FERNANDO I es tan grande que cada día reitera la excomunión contra el rey.

Durante la minoría de JUAN II de Castilla y León, la política, fiel a la línea seguida por los Trastámara, busca la expansión exterior y el desarrollo del comercio. Se colabora con Portugal, se establece una tregua indefinida con Granada, se mantiene la tradicional relación con Francia y se defiende el control del golfo de Vizcaya y de las rutas marítimas. Cuando surge el peligro de una intromisión de la Liga Hanseática, a la que apoyan los ingleses, se votan los subsidios necesarios para combatirla.

Los vascos impiden a la Hansa, por medio de una larga guerra (1418-1435), las navegaciones al sur de Bretaña sin su permiso. Acuerdos simultáneos con Inglaterra y Francia garantizarán esta hegemonía, que permanecerá inalterable hasta finales del siglo XVI.

En Junio de 1418 muere la alcohólica reina madre, CATALINA Lancaster.

Ceuta rechaza un potente ataque marroquí.

El Consejo de Castilla, declara a JUAN II de Castilla mayor de edad. Cuando el rey alcanza la posibilidad de ejercer el poder, que nunca llegará realmente a ejercer, cuenta catorce años de edad.

ALFONSO V el Magnánimo deseoso de grandes empresas, propugna una vasta actuación en el Mediterráneo, lo que le enfrenta con los catalanes, que desean, dada la coyuntura, una política mucho más morigerada. Pese a todas las oposiciones lleva adelante sus planes y no retrocede cuando las Cortes le niegan el subsidio solicitado para combatir a Génova. Rectificando el planteamiento de su padre, FERNANDO I, aparta a su hermano JUAN del gobierno de las islas y lo envía a reforzar el «partido» aragonés en Castilla, que pronto empezará a configurar según sus deseos, aunque aquello perjudique a ENRIQUE, el hermano encargado por FERNANDO I de los asuntos castellanos. El enfrentamiento entre ambos no tardará en producirse.

Derrota de los hanseáticos e ingleses en La Rochela, en la fecha, a cargo de navíos vascos y mercenarios. El enfrentamiento, en su mayor parte desarrollado por medio de operaciones de corso, se cerrará con un acuerdo que se ratifica en 1442 y que prohibe a los hanseáticos navegar por debajo de Normandía sin salvoconducto castellano.