Uno de los aspectos destacados de la romanización es la imposición del latín, la lengua de los romanos. A lo largo del siglo I aC dejarán de hablarse las lenguas propias de los territorios conquistados y el latín se irá imponiendo poco a poco por todas partes. Hablar las viejas lenguas se verá como un arcaísmo, como algo de los antiguos; lo «moderno» será hablar en latín y tener un nombre latino. Ya no estará de moda llamarse Luspangibas o Mandonio, los jóvenes preferirán nombres como Marco o Antonio. Por otra parte, los romanos fundarán ciudades (colonias, municipios) para instalar en ellas su poder político y sus instituciones.
HISPANIA ROMANA (219 aC - 415dC)
Total de piezas: 153
Otras tradiciones hablan de siete varones que son ordenados en Roma y enviados a predicar a Hispania.
Algunas tradiciones hablan de siete varones que son ordenados en Roma por los santos apóstoles y enviados a predicar la fe católica a Hispania, donde después de varias incidencias, conseguirán dispersarse por la península. A estos siete varones, se les conocerá posteriormente por «varones apostólicos». Pero esta tradición está actualmente muy descalificada.
Mauritania, estado vasallo de Roma queda incorporada como una nueva provincia de Hispania.
La parte costera del África del Norte, Mauritania, que es un estado vasallo de Roma desde el 26 Ac, queda incorporada, en la fecha, como una nueva provincia de Hispania: Mauritania Tingitana (que coincide con los actuales Estados de Argelia y Marruecos), al ordenar CALÍGULA asesinar al monarca legítimo del reino de Mauritania, Ptlomeo. Su capital será Heptadelfos. Los romanos, traducen este nombre griego como «Septem Fratres», de donde «Septa» (Ceuta, que es el nombre que le dan la mayoría de marroquíes).
Tradición cristiana sobre la aparición de la Virgen a Santiago el Mayor en Zaragoza.
Según un documento del siglo XIII o principio del XIV, en la noche del 2 de enero del año 40, el apóstol Santiago el Mayor -uno de «los doce»- se encuentra con sus discípulos junto al río Ebro cuando «oyó voces de ángeles que cantan ‘Ave, María, gratia plena’ y ve aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol». La Santísima Virgen, que aún vive en carne mortal, le pide al Apóstol que se le construya allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde ella está de pie y promete que «permaneceré en este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio». Desaparece la Virgen y queda ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comienzan inmediatamente con el concurso de los conversos a edificar una capilla, que a través de la historia ha llegado a convertirse en la magnífica basílica de Zaragoza, donde permanece su imagen. Santiago ordena presbítero a uno de sus discípulos y regresa a Judea. Esta es la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima. Esta tradición cristiana es totalmente indemostrable.
Las ciudades romanas del nordeste de Hispania forman una red que cubre una parte importante.
Las ciudades romanas del área de la actual Catalunya, a parte de Tarraco, son pequeñas, pero forman una red que cubre una parte importante del territorio. Como núcleos medianos, a parte de Empúries y Barcino, destaca Dertosa (Tortosa), el único lugar importante del litoral situado al sur de Tàrraco. Dertosa crece en la confluencia entre la Via Augusta y el Ebro y se convertirá en un centro portuario fluvial y marítimo ya que en tiempo de los romanos todavía no existe el Delta del Ebro y el mar llega hasta muy cerca de Tortosa. En la zona litoral y prelitoral de la mitad norte destacan Gerunda (Girona), Baetulo (Badalona), Iluro (Mataró) y Egara (Terrassa). En el interior, donde todas las ciudades están situadas sobre un núcleo ibérico anterior, destacan Ilerda (Lleida), Iesso (Guissona), Ausa (Vic) y Aesso (Isona).
Al nordeste de Hispania, en tiempo del Alto Imperio (siglos I y II dC) no hay grandes latifundios.
En el área de la actual Catalunya, en tiempo del Alto Imperio (siglos I y II dC) no hay grandes latifundios. Predomina la explotación pequeña y mediana. La mayoría de las casas rurales son modestas y tienen pocos elementos decorativos. La población rural vive dispersa por las zonas planas del litoral i el pre-litoral que son más aptas para el cultivo (Maresme, Baix Llobregat, Gironès, Vallès, Penedès y camp de Tarragona). La explotación agraria está centralizada en la villa, una casa rústica con dependencias para el propietario y para los esclavos que trabajan para él, establos, almacenes, e instalaciones donde se manipulan los productos para hacer vino, aceite y cerámica.
El grupo social predominante en las ciudades del nordeste de Hispania es una burguesía enriquecida.
El grupo social predominante en las ciudades de la actual Catalunya es una burguesía que se ha enriquecido por diferentes vías: tierras de labranza, comercio, manufacturas (cerámicas y tejidos) o propiedades urbanas. El resto de ciudadanos libres son mayoritariamente artesanos que se dedican a oficios diversos, pero una parte importante del trabajo lo hacen los esclavos. En las zonas rurales, donde también existe el esclavismo, predomina la explotación agraria. Un aspecto destacado de la vida cuotidiana de los romanos es la importancia que tiene la diversión. Los ciudadanos pueden elegir entre las carreras de carros (en el circo), las luchas entre gladiadores (en el antiteatro) y las representaciones de tragedias y comedias (en el teatro). El único derecho que tiene el pueblo -aparte de gritar- es el de perdonar la vida a un gladiador vencido o pedir que el vencedor lo mate.
La economía en el nordeste de Hispania se fundamenta, principalmente, en la agricultura.
A pesar de la importancia de las ciudades como centros comerciales, la economía en el área de la actual Catalunya en la época romana se fundamenta en la agricultura. De hecho, la romanización acaba con las precarias economías de autoabastecimiento indígenas e impone una agricultura de producción basada en el cultivo racional del aceite, el trigo y el vino (trilogía mediterránea). Ésta fue, con los metales y la salazón de pescados, la gran aportación española a Roma. Pero también destaca la producción de ganado, de lino y de frutas. No hay, sin embargo, cultivo especializado. La producción se orienta hacia el consumo interno, aunque se exporta vino. Es necesario destacar, sin embargo, que los romanos han introducido nuevas técnicas agrícolas: la rotación de cultivos, el uso de abonos, el arado y otras herramientas de hierro y el regadío en algunas zonas del sur y el oeste del área que después será Catalunya. La pequeña industria artesana se concentra en las ciudades, donde se produce aceite, salazones, tejidos y cerámica.
Un aspecto destacado de la civilización romana son las obras de ingeniería: puentes y acueductos.
Un aspecto destacado de la civilización romana son las grandes obras de ingenieria que, además de su vertiente artística, están diseñadas en función de su uso: los puentes y los acueductos. Otro de los aspectos básicos de la romanización es la expansión del fenómeno urbano.
Los romanos imponen su modelo monetario y ponen fin a la gran diversidad de monedas que circulan.
Los romanos imponen su modelo monetario y ponen fin a la gran diversidad de monedas (griegas, cartagineses e ibéricas) que había en el área de la actual Catalunya y durante los primeros años de su dominación. Durante los siglos II y I aC, los íberos han continuado sus emisiones de moneda, pero imitando las romanas. A partir del siglo I dC, desaparecen las monedas locales y el emperador se reserva el derecho exclusivo de acuñación. De esta manera, con la imposición del denario de plata, se conseguirá la unidad monetaria. Los romanos acuñan una gran diversidad de monedas: de oro, de plata, de latón, de bronce. La majoria de las monedas romanas llevan grabada la imagen del emperador.

