Un 15 por ciento aproximado de la población estadounidense actual -unos 40 millones de personas- desciende de familias irlandesas o escocesas-irlandesas que desembarcaron en Norteamérica a lo largo de todo el siglo XIX y principios del XX. Las comunidades más nutridas están en las áreas metropolitanas de Nueva York, Boston y Chicago. Muchos de ellos emigraron en el siglo XIX, huyendo de las hambrunas, como la provocada por la devastadora crisis de la patata (1846-49), y de la explotación colonial británica. En su nuevo país de adopción, los irlandeses fueron a menudo víctimas de racismo y prejuicios, por ser considerados proclives al alcoholismo y la violencia. Un irlandés era, según el cliché, un tipo noble pero rudo y católico devoto. Luego acabaron integrándose en el melting pot estadounidense, como sucedió con los italianos. Abundan los irlandeses en los cuerpos de policía y de bomberos.

Desde el fin de la guerra fría, y especialmente con George W. Bush, EEUU. ha venido haciendo todo lo posible para inducir y acelerar el rearme japonés. Esa política promueve la hostilidad entre China y Japón, las dos superpotencias regionales, sabotea la posible solución pacífica de los problemas de Taiwán y Corea del Norte y crea las bases de un posible conflicto chino-norteamericano. El proyecto de EEUU. es convertir Japón en \»la Gran Bretaña de Asia\», es decir, en el chico de los recados en la región, siempre dispuesto a participar en las aventuras militares del jefe. Hasta hace dos años, Japón fue el mayor socio comercial de China, pero, desde el 2004, la UE y EEUU. le han superado y el plan de Corea del Sur es relegar a Tokio al cuarto puesto. La prosperidad de Japón depende en gran parte de China, pero la de China puede sobrevivir sin Japón. Un estudio oficial americano sobre la valoración del poderío militar chino concluyó el año pasado que la correlación de fuerzas militares, tanto global como en Asia, continuará siendo favorable a EEUU. los próximos veinte años. Eso no impide continuas declaraciones de altos funcionarios sobre el \»peligro militar chino\». Parece una contradicción si se tiene en cuenta que China, con el grueso de sus reservas colocadas en bonos del tesoro americano, es el segundo sostenedor mundial del dólar y de la deuda americana.

El levantamiento del embargo de armas a China, forma parte de la general apuesta por la multipolaridad. De Brasil, a India, de la UE a China, de Rusia a Irán y Canadá, todos los que cuentan en el mundo, en América, Asia y Europa, menos EEUU. e Israel, apuestan por ella, lo que incluye el diálogo de civilizaciones como alternativa a su conflicto. Rice lo ve de otro modo. Existe inquietud sobre el alto gasto militar chino, así como por el potencial poder militar que pueden alcanzar y su grado de sofisticación, dijo ayer. Para la secretaria de Estado, la UE no puede contribuir a que la modernización militar china se aproveche de la tecnología europea. Desde EEUU. se ha dicho: Hemos estado ayudando a Asia durante mucho tiempo, hemos librado allá tres guerras y queremos mantener nuestras garantías de seguridad. Este embargo fue establecido por la UE en 1989 en respuesta a la represión del movimiento de Tiannanmen.

Sólo el 19% de los coreanos del sur, los primeros amenazados, apoyan la política norteamericana de cambio de régimen en Corea del Norte. Asia ya no es zona colonial, sino la fábrica del mundo. Más de 1.800 empresas surcoreanas quieren producir en Corea del Norte e invertir allí. El desmoronamiento del régimen norcoreano sembraría de problemas la región, comprometería el crecimiento en el nordeste de China y costaría 600.000 millones de dólares durante diez años a Corea del Sur, según el cálculo de su Gobierno.

La compra de armas y equipo bélico a Rusia, España y Brasil por parte del Gobierno de Hugo CHÁVEZ preocupa a EEUU. y a los países vecinos de Venezuela, que temen que se dispare una carrera armamentista en la región. Parece ser que la compra es de 100.000 fusiles (su ejército es de 34.000 hombres), armas antiaéreas y 40 helicópteros militares a Rusia, a España comprará corbetas y aviones de transporte de tropas y asimismo, adquirirá a Brasil tres docenas de aviones de combate Super Tucano. Hace cuatro años, cuando EEUU. anunció la donación de helicópteros al plan Colombia, CHÁVEZ acusó al Gobierno de Pastrana de alterar el equilibrio andino porque «podría incrementar la violencia en la región». Venezuela también criticó la venta de tanques españoles AMX al ejército colombiano, que se suspendió tras la llegada de Zapatero a la Moncloa.

Hace un año que se ha puesto en marcha en Colombia el plan Patriota, el más ambicioso y gigantesco operativo militar de Colombia y EEUU. para «sacar de la jungla» a la guerrilla. Aunque el Gobierno de Álvaro Uribe aún no ha presentado un informe oficial del costoso despliegue, loa analistas señalan que no es alentador. Rodeado de hermetismo, el plan Patriota mantiene desde hace un año a 18.000 hombres en casi 300.000 km cuadrados de selvátivos e impenetrables territorios, limítrofes con Ecuador y Brasil, donde las guerrilla de las FARC ha montado sus bases desde hace 40 años. Sostener el plan Patriota -una continuación del denominado plan Colombia, iniciado hace cinco años con el fin de acabar con la producción de cocaína y heroína y golpear a la guerrilla- tiene un costo de unos 300 millones de dólares al año, según cálculos modestos. EEUU. aporta cien millones. Los FARC, por su lado, aplican un plan -plan Resistencia- para contener el avance del ejército y para demostrara que ante el poderío de las armas sofisticadas tienen capacidad suficiente para resistir y plantar cara, lanzando ofensivas en otras partes del país.

El ejército se enfrenta a miles de manifestantes en la ciudad de Andizhan (este de Uzbekistán), provocando un baño de sangre. La madrugada anterior grupos armados han asaltado la cárcel y han liberado a centenares de presos. Esta revuelta muestra que Asia Central está lejos de ser estable, como desean Rusia y EEUU., con intereses en la zona. Uzbequistán es un aliado clave de Washington para su lucha antiterrorista. Desde el 2001, tiene allí una base militar para apoyar sus tropas en Afganistán.

La necesidad de acabar con el régimen de los talibanes convierte a la ex república soviética de Uzbekistán en un excelente aliado para EEUU. Desde la frontera, la ciudad más importante del norte afgano, Mazar-i-Sharif, está a tiro de piedra para las guerrillas uzbekas del general Dostum. El empuje de las guerrillas tayikas por el valle del Panshir termina con el triunfo de la Alianza del Norte y con la consolidación de Washington como potencia dominante en Asia Central. Desde la guerra de Afganistán del 2001, tres de estos países que formaban parte de la URSS, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán, son clave porque en ellos se encuentran las bases militares que apoyan a las tropas de Afganistán. Motivo más que suficiente para que EEUU. defienda ante todo la estabilidad en la zona. Moscú, que ve cómo pierde influencia a marchas forzadas en su patio trasero, coincide con Washington en este deseo por un motivo muy diferente: el temor a que los problemas étnicos o religiosos, latentes en Asia Central, se extiendan al territorio ruso.

El nonagenario W.Mark Felt, ex número dos del FBI, ha decidido revelar que fue él la «Garganta profunda» del caso Watergate, o sea el hombre que hace más de treinta años filtró al diario The Washington Post detalles claves en el escándalo que derribo al presidente Richard Nixon. Esta revelación la ha efectuado ahora porque, entre otra razones, su familia le ha convencido de que ganarían dinero para pagar facturas y la universidad de los nietos.

EEUU. e India han firmado un acuerdo militar y de defensa por diez años de duración, suscrito en Washington por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y su homólogo indio, Pranab Mujeryi. El acuerdo abarca la fabricación conjunta de armas, así como la cooperación en misiles de defensa. EEUU. intenta consolidar sus relaciones con India y Pakistán, aliado importante en la guerra contra el terrorismo. El Gobierno de EEUU. ha propuesto la venta del caza F-16 a Pakistán y ha ofrecido a India la posibilidad de comprar los cazas F-16 o los F-18, para reemplazar su inventario de MIG-21, un modelo de aeronaves más antiguo y de fabricación rusa. Este acuerdo puede interpretarse como una señal de que EEUU. considera India como la fuerza dominante en la región y de que podríadejar de considerar prioritario a Pakistán, su aliado en la guerra al terrorismo y, antes, durante la guerra fría.