CATALUNYA (Desde el Tratado de Corbeil hasta Nueva Planta (1258-1716)

Total de piezas: 588

Miquel Delgado, Abad de Poblet, es nombrado president de la Generalitat de Catalunya.


Miquel Delgado (de Santo Domingo de la Calzada). Abad de Poblet. Apoyará a JUAN II a cambio de privilegios y tierras para Poblet. Es nombrado president de la Generalitat de Catalunya (1476-1478).

Las montañas de la Catalunya nor-oriental vuelven a ser refugio y baluarte de los remensas.


En 1476, una orden real libera del pago de todos los derechos a los habitantes de la zona de la Garrotxa controlada por Verntallat. Esto es una invitación a la revuelta general. A finales de este año, el área bajo control de Verntallat se extiende hasta los pueblos de Sant Llorenç de la Muga i Pontons (Alt Empordà), mientras sus hombres mantienen una cierta actividad guerrillera hasta la zona del Montseny dificultando las comunicaciones entre Girona y Barcelona. Las montañas de la Catalunya nor-oriental vuelven a ser refugio y baluarte de los remensas.

Continúa el Conde de Pallars, ayudado de algunos nobles catalanes, firme contra la dinastía.


Al empezar 1480, continúa el Conde de Pallars, ayudado de algunos nobles catalanes, firme contra la dinastía. El rey FERNANDO II consigue atraerse algunas voluntades y el Conde prefiere perder su condado, emigrando a Francia.

La Pau de Pedralbes no ha resuelto ninguna de las cuestiones que llevaron a la guerra civil en Catalunya.


La Pau de Pedralbes (1472) no ha resuelto ninguna de las cuestiones que han conducido a la guerra civil en Catalunya y la necesaria reforma constitucional está todavía pendiente cuando se inicia el reinado de FERNANDO II. Este rey institucionaliza en Catalunya el cargo de lloctinent general, o sea, el oficial real que representa al rey cuando éste se ausenta de los reinos de la Corona de Aragón (s XV – XVIII). Este cargo desplaza la figura del gobernador general (ligada al heredero de la Corona). Desde el s XVI también se llamará virrey. En Catalunya se interpreta que la figura del lloctinent o virrey cesa cuando muere el rey y mientras el nuevo rey no jure las constituciones. La mayoría de los lloctinents serán castellanos o andaluces y, con excepción de la lucha contra el bandolerismo, defenderán más los intereses del rey que los de Catalunya.

La liquidación de las consecuencias de la guerra civil en Catalunya no se emprende hasta 1480.


La liquidación de las consecuencias de la guerra civil en Catalunya, sobre todo en el orden económico e institucional no se emprende hasta 1480. La intervención de FERNANDO II en la Diputació debe interpretarse como el deseo de la monarquía por moderar la omnipotencia de la oligarquía en el primer organismo político del país y acabar con sus irregularidades administrativas y económicas. En efecto, burlando las fórmulas legales establecidas para los nombramientos, se ha establecido en la Diputació una oligarquía ávida de manejar las cuantiosas rentas ingresadas por el cobro de los derechos de la Diputació.

El poder de la Generalitat se ve reforzado cuando se acuerda la constitución llamada de la Observancia:


El poder de la Generalitat se ve reforzado en las cortes de 1481, convocadas por FERNANDO II, en las que se acuerda la constitución llamada de la Observancia: «Poc valria fer lleis e Constitucions sino eren per nos ­el rei­ i els nostres officials observades…». Este texto se convirtió en el fundamento del pactismo durante los siglos XVI y XVII. Así, la Generalitat prosigue su misión de vigilancia constitucional, junto con la Real Audiencia, reorganizada en 1483.

Desde la entronización de la dinastía Trastàmara (1413), los sectores más oligárquicos de la sociedad catalana han intentado ampliar sus privilegios.


Desde la entronización de la dinastía Trastàmara (1413), los sectores más oligárquicos de la sociedad catalana han intentado ampliar sus privilegios por medio de lo que se ha denominado «ofensiva pactista» y que ha tenido su momento culminante en la capitulación de Vilafranca (1462). En la tradición jurídica e institucional catalana, el pacto constituye la garantía de los límites del poder real. Y, precisamente, las disputas alrededor de este concepto han sido una de las causas de la guerra civil (1462-1472). En la fecha, esta cuestión mantiene plenamente su vigencia. FERNANDO espera conciliar el espíritu pactista de las oligarquías catalanas con el creciente autoritarismo monárquico. La combinación de estos dos modelos políticos dará origen a un modelo de monarquía preeminencial (Expresión que acuñará Jaume Vicens i Vives).

FERNANDO II ratifica la liberación de los «malos usos» otorgado a los remensas por Alfonso el Magnánimo.


FERNANDO II el Católico (1479-1516) que ha heredado la corona y el problema de los remensas, es favorable desde el principio, a una solución del problema. En la fecha, ratifica la liberación de los «malos usos» otorgado a los remensas por Alfonso el Magnánimo.

Los señores recuperan de nuevo sus derechos sobre los remensas.


Acerca del tema de los remensas, los señores no se resignan a renunciar a sus «derechos» y durante las Cortes celebradas aquel mismo año, ofrecen un donativo de 300.000 libras si el rey cambia de opinión. En la fecha, la constitución «Com per lo senyor rei» declara inconstitucional la sentencia interlocutoria de Alfonso el Magnánimo y los señores recuperan sus derechos sobre los remensas. Obviamente, esto motiva la reacción generalizada de los remensas. Los más moderados intentan una solución pactada con el monarca, mientras que los más radicales adoptan una estrategia de lucha armada.

Barcelona dispensa a la reina Isabel una acogida entusiasta y afectuosísima en su primera visita a Barcelona.


No fue mal vista en Catalunya la unión hispana. Los Reyes Católicos fueron respetados y queridos por los catalanes. Ante el anuncio de la primera venida de la reina ISABEL, el 16/6/1481, los consellers de Barcelona le remitieron una carta en la que decían que se consideraban «bienaventurados por habernos dado Nuestro Señor Dios una tal y tan gloriosa, no sólo reina y virtuosa señora, sino madre». Barcelona dispensó a la reina Isabel una acogida entusiasta y afectuosísima. Por otra parte, los consellers de Barcelona dirigiéndose a las autoridades de Sevilla, encabezaron una carta diciendo: «Ahora que todos somos hermanos…»