REYES CATÓLICOS (Fernando e Isabel)(1474-1504)

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Nace la primera hija de los Reyes Católicos (entonces todavía príncipes): Isabel.


Nace la primera hija de los Reyes Católicos (entonces todavía príncipes): Isabel. Será depositaria de las esperanzas de unión con Portugal a través del matrimonio con el infante Alfonso, y, muerto éste, con Manuel. Pero la prematura muerte de la infanta frustrará estos propósitos, que continuará otra infanta: María.

ISABEL y FERNANDO consiguen ir atrayendo a su lado a las ciudades y a una parte importante de la nobleza.


En la fecha, ISABEL hace público un manifiesto en el que da a conocer lo realmente estipulado en los Toros de Guisando y acusa a la reina de adúltera y a su hija JUANA de ilegítima. Aunque ISABEL en ningún momento deja de reconocer a ENRIQUE IV como a su rey, la situación que sigue al manifiesto es la de una nueva guerra civil. Durante más de un año, el país estará dominado por el desorden y la anarquia, con múltiples bandos enfrentados entre sí. Aunque, poco a poco, ISABEL y FERNANDO consiguen ir atrayendo a su lado a las ciudades y a una parte importante de la nobleza que ven en los jóvenes esposos una mayor garantía de estabilidad futura.

Mediante una bula del Papa Sixto IV se confirma el enlace entre Fernando de Aragón e Isabel de Castilla.


El Papa SIXTO IV nombra al cardenal RODRIGO de BORGIA -que es amigo de FERNANDO de Aragón- legado para una misión especial en Castilla y en la Corona de Aragón. Se trata de reconocer y confirmar el matrimonio entre FERNANDO de Aragón e ISABEL de Castilla. Este matrimonio, de hecho, es nulo, ya que el arzobispo Carrillo ha falsificado la bula que les dispensa del impedimento de parentesco. RODRIGO ha sugerido al papa que pase por alto esta falta y confirme el enlace. Así se hace, mediante bula de diciembre de 1471, resolviendo el problema de la dispensa.

Encuentro de Isabel, Enrique IV y Fernando II en Segovia que significa la reconciliación de ambas partes.


Encuentro de ISABEL y ENRIQUE IV en Segovia el 27 de diciembre de 1473, encuentro al que FERNANDO se une el primero de enero y viene a significar la reconciliación entre ambas partes.

No se produce en este primer Año Santo de 1475 la llegada masiva de peregrinos que se esperaba.


Debido a que las banderas de guerra ondean en media Europa, la peste sigue haciendo de las suyas, y las lluvias otoñales han vuelto a desbordar Roma, no se produce en este primer Año Santo de 1475 la llegada masiva de peregrinos que se esperaba, a pesar de que el Papa extiende el período de gracia hasta la Pascua de 1476. Por otra parte, las indulgencias  se han convertido ya en un mercado floreciente de toda Europa, hecho que la Iglesia habrá de lamentarlo poco después. A Roma acudieron muchas cabezas coronadas. Sin embargo, enzarzados en una guerra civil, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón no pueden asistir, a pesar de ser los «Reyes, Católicos», pero SIXTO IV les concede igualmente la indulgencia plenaria.

Para que todo quede bien claro entre Fernando e Isabel, se elabora la Concordia de Segovia.


Para que todo quede bien claro se elabora, el 15 de enero de 1475, la Concordia de Segovia, designada oficialmente bajo el título de «Acuerdo para el gobierno del reino»: todos los documentos oficiales serán redactados en nombre del rey y de la reina; el nombre del rey aparecerá antes que el de la reina, pero las armas de la reina precederán a las del rey; el producto de los impuestos recaudados en Castilla será destinados prioritariamente a Castilla; el saldo se utilizará de común acuerdo entre los soberanos; idéntico procedimiento para los impuestos en Aragón; la reina se reserva el derecho de dotar las funciones públicas en Castilla; los beneficios eclesiásticos se dotarán de común acuerdo, pero la reina tendrá la última palabra en caso de conflicto, en las cartas, bandos, monedas y sellos, ha de figurar el nombre del rey delante del de la reina, pero las armas de Castilla y de León han de preceder a las de Aragón y Sicilia. El hombre va delante de la mujer, pero los reinos de ella tienen más importancia que los de él. Estos textos, que son de derecho público, no dejan duda alguna sobre la preeminencia de la reina en Castilla.

Estallido, en la primavera de 1475, en Castilla, de la guerra sucesoria (1475-1479).


La inteligencia política demostrada por ISABEL y FERNANDO al eliminar sus diferencias no puede evitar el estallido, en la fecha, de la guerra sucesoria (1475-1479). Los seguidores de JUANA y aquellos que están junto a ISABEL o, lo que es casi igual, quienes defienden la unión de Castilla con Portugal y los que prefieren que Castilla se una a Aragón, lucharán en una guerra sucesoria por espacio de cuatro años. FERNANDO II, es proclamado corregente de Castilla en el arbitraje de Segovia (1475), participa activamente en la dirección militar de la guerra.

Vizcaya y Guipúzcoa defienden con las armas a FERNANDO e ISABEL en la guerra civil de 1475.


Vizcaya y Guipúzcoa reconocen los derechos de ISABEL la Católica al trono y defienden con las armas a FERNANDO e ISABEL en la guerra civil de 1475.

Los vecinos de Fuenteovejuna dan muerte a Fernán Gómez de Guzmán, comendador mayor de Calatrava.


Los sectores populares, del campo o de la ciudad, constituyen la mayoría de la población. Designados como el «común» o la «gente menuda» forman una realidad variopinta. Quizá sólo les une su ausencia de privilegios. Defensores acérrimos del realengo, en ocasiones estalla la cólera popular contra los señores. El caso más significativo fue el de Fuenteovejuna. En la fecha, los vecinos de la villa dan muerte a Fernán Gómez de Guzmán, comendador mayor de Calatrava, orden que ostenta la jurisdicción del lugar. Es una respuesta a las tropelías sin cuento del personaje citado. Pero conviene recordar que en los momentos culminantes de la revuelta antiseñorial los amotinados gritan ¡Vivan los reyes don Fernando y doña Isabel! Así las cosas, la protesta popular contra los poderosos beneficia a la causa monárquica.

La época de los Reyes Católicos se sitúa en plena eclosión del humanismo renacentista.


La época de los REYES CATÓLICOS se sitúa, desde el punto de vista cultural, en plena eclosión del humanismo renacentista. Los contactos con Italia, punto de partida de las nuevas corrientes, han sido particularmente intensos a mediados del siglo XV, en tiempo de Alfonso V el Magnánimo. No obstante el Renacimiento hispano tiene como rasgo distintivo su fuerte impronta cristiana, lo que atempera el espíritu laico que lo acompaña en otras latitudes.