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El Congreso de Viena reconoce al pequeño Estado de San Marino, situándolo bajo la protección del Rey de Cernyeña. Fue un tratado menos ventajoso e hizo que la población local viviera momentos delicado
San Marino acoge temporalmente en el Monte Titano, a mediados del siglo XIX, al unionista José Garibaldi -francmasón-, perseguido por las tropas austriacas.
San Marino firma en 1862 un Tratado de Amistad con Italia.
San Marino consigue mantenerse al margen del proceso de unificación italiana (1820-1870) conservando su independencia que según la tradición, data del año 301.
Una de las más antiguas fuentes de ingreso en San Marino provenientes del turismo, es la venta de sus históricas monedas y estampillas. En 1894, San Marino libra sus primeras estampillas conmemorativas, las que desde ese momento se convierten en parte de la vida del país. Las 10 oficinas postales de San Marino venden la estampilla y los créditos coleccionables, incluido “Monedas de Curso Legal”.
En la República de San Marino, se aplica desde 1906 el sufragio universal para designar al Gran Consejo General donde reside el poder legislativo. El Gran Consejo consta de 60 miembros, elegidos por 9 años, cuya tercera parte se renueva cada 3 años. Cada seis meses elige, entre sus propios miembros, a dos Capitanes-regentes que presiden el Consejo de Estado, y que están asistidos por 4 congresos:económico, legal, de enseñanza y militar.
San Marino no se ha involucrado en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) pero el conflicto afecta económicamente al país. Al final de la contienda, el nivel de desempleo -que ya era alto- aumenta considerablemente, y lo mismo ocurre con la inflación.
En 1923 -años del ascenso al poder de Benito Mussolini- se disuelve en San Marino el Concilio General (órgano de gobierno) y nace de él el Soberano y Supremo Concilio, de carácter fascista.
San Marino renueva su constitución que data de 1600, tras la ley electoral de 1926.
San Marino sobrevive la expansión del fascismo italiano y durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) mantiene una posición neutral. La última ocupación del país ocurre en 1944. En efecto, San Marino vive una curiosa trayectoria durante la Segunda Guerra Mundial. Declara la guerra a los alemanes en 1944, cuando las tropas aliadas ya han sobrepasado su territorio, pero un contraataque germano que bombardea la república en julio del mismo año, le obliga a rendirse incondicionalmente, cosa que hace por teléfono. Cuando los aliados retoman la ofensiva y pueden avanzar, San Marino vuelve a declarar la guerra a Alemania. Los aliados sólo permanecerán unas semanas en San Marino. Durante la contienda, los sanmarineses albergaron a más de 100.000 refugiados del holocausto. Como es lógico, figura al final de la contienda como una de las potencias vencedoras.
