REINO DE ASTURIAS (718-910)

Total de piezas: 102

SILO traslada su capital a Pravia. Cangas ha dejado definitivamente de ser la capital del reino.


Con los años de paz, la sensación de peligro ha disminuido y con ella la necesidad de que el rey resida en un reducto montañoso. SILO traslada su capital a Pravia, lugar más próximo a la costa. Cangas ha dejado definitivamente de ser la capital del reino.

Esta pieza también aparece en ... SILO (Rey de Asturias)(774-783)

SILO, rey de Asturias, fallece de muerte natural en 783.


SILO, rey de Asturias, fallece de muerte natural en 783

Esta pieza también aparece en ... SILO (Rey de Asturias)(774-783)

MAUREGATO (783-789), con la ayuda de ABDERRAMÁN I destrona a ALFONSO en el trono de Asturias.


MAUREGATO (783-788), con fraude y por sorpresa, destrona a ALFONSO en el trono de Asturias. MAUREGATO, ya de edad madura, es hijo bastardo de ALFONSO I. No está claro si para conseguirlo, MAUREGATO ha necesitado la cooperación de ABDERRAMÁN I. Sí se acepta como leyenda y maledicencia el que MAUREGATO se comprometiese a un tributo anual de “Cien concellas”, aunque sabemos que es frecuente, incluso en épocas posteriores, la entrega de mujeres de la familia real como esposas o concubinas de los emires y califas, y las fuentes musulmanas hablan de un activo comercio de esclavas entre los reinos del norte y Córdoba. En cualquier caso, el tributo de las “Cien Doncellas” plasma una realidad: el pago de unos impuestos que sólo cesará si el reino cristiano tiene fuerza militar suficiente para oponerse a los ejércitos que los emires envían para cobrarlos y castigar a los que se resisten.

Tras la muerte de Aurelio y de Silo, los nobles asturianos eligen al joven ALFONSO, hijo de Fruela I.


Tras la muerte de Silo (774-783), los nobles asturianos eligen al joven ALFONSO, hijo de Fruela I, como nuevo rey. Pero…

Muere MAUREGATO, rey de Asturias.


Muere MAUREGATO, rey de Asturias. Durante el reinado de MAUREGATO, salvo una incursión árabe, se ha mantenido la paz con los musulmanes. Por otra parte, ha tenido lugar un hecho que tendrá luego importancia trascendental. Se produce la aparición de los Comentarios al Apocalipsis, del Beato de Liébana, y la del Himno al Apóstol, que serán punto de partida del culto a Santiago.

BERMUDO I el Diácono, otro hijo de Fruela el Viejo, sucede a Mauregato en el trono de Asturias.


BERMUDO I el Diácono (789-791) otro hijo de Fruela el Viejo hermano de ALFONSO I, sucede a Mauregato en el trono de Asturias.

Esta pieza también aparece en ... BERMUDO I el Diácono (Rey de Asturias) (789-791)

Aceifa de HIXEM contra Asturias. Resulta desastrosa para BERMUDO, que es derrotado.


HIXEM I, emir del Emirato Omeya de Córdoba (al-Ándalus), acaba con la sublevación que ha iniciado su reinado y goza de una relativa paz interior. Esta situación le permite emprender la guerra santa contra los cristianos. Con este fin dirige contra Asturias numerosas aceifas -expediciones militares que se hacen en verano-. La primera de ellas, en el año 791, resulta desastrosa para BERMUDO, que es derrotado y tiene que retirarse con terribles pérdidas.

Reinando en Asturias BERMUDO I el Diácono, éste abdica en ALFONSO II el Casto.


Reinando en Asturias BERMUDO I el Diácono, éste considera que no es persona capacitada para afrontar el terrible peligro que implica el comienzo de la ofensiva musulmana. Por ello, en la fecha, abdica en ALFONSO, hijo de FRUELA I y de la cautiva vasca MUNIA, y que será conocido en la historia por ALFONSO II el Casto (791-842). De modo que ni en 767, ni ahora, en 791, puede considerarse la integración en Asturias del territorio vasco como un resultado del impulso expansivo de la naciente Monarquía sino más bien lo contrario. BERMUDO I, recibe las órdenes sagradas y es tonsurado, permaneciendo en Palacio, convertido ya en diácono, hasta el momento de su muerte.

ALFONSO II el Casto, rey de Asturias, está en condiciones de negar el tributo de las “Cien doncellas”.


ALFONSO II el Casto, rey de Asturias, está en condiciones de negar el tributo de las “Cien doncellas” gracias a las continuas sublevaciones de los muladíes de Mérida y de Toledo, apoyadas por los beréberes y los mozárabes -su rito aún se conserva en una capilla de la catedral de Toledo y en otra de la de Salamanca-, que impiden a los cordobeses lanzar sus habituales campañas de intimidación. ALFONSO II vence a los árabes en numerosas batallas. Mientras tanto, en la zona oriental, los muladíes del Ebro y los ejércitos carolingios actúan con absoluta independencia tratando de mantener sus posiciones.