ASTOLFO, rey de los lombardos (749-756).
ASTOLFO (Rey de los lombardos) (749-756)
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Los lombardos se apoderan de la ciudad de Ravena, poniendo fin al exarcado de Bizancio en Occidente.
El hecho de que los lombardos hayan abrazado el cristianismo católico no aminora su ambición de consolidar y expandir su dominación política en la mitad norte de la península italiana y gran parte de la mitad sur. En 751 ya se han apoderado de la ciudad de Rávena, poniendo fin así definitivamente al exarcado, único enclave del emperador en Occidente.
El Papa ESTEBAN y PIPINO III el Breve se entrevistan para tratar sobre la amenaza de los lombardos que han conquistado Rávena.
A pesar del acuerdo de paz -por veinte años- firmado en 741 entre el papa ZACARÍAS y el rey de los lombardos Liutprando, ASTOLFO, actual rey de los lombardos, ha violado el acuerdo conquistando Rávena. Amenazado en Roma por los lombardos, el papa ESTEBAN, que ya no puede contar con la ayuda del emperador de Constantinopla, acaba por buscar refugio junto a PIPINO. En la fecha, ESTEBAN y PIPINO se encuentran en Ponthion, al sur de Chalons-en-Champagne, al nordeste de la actual Francia, donde ESTEBAN es objeto de una calurosa acogida. Al día siguiente tiene lugar la procesión penitencial y la postración del papa y de su entorno, tras de lo cual ESTEBAN recibe enseguida una respuesta del rey que excede con mucho sus más optimistas expectativas. Ambos personajes siguen durante varios meses celebrando una serie de encuentros que culminarán con el que tendrá lugar en Pascua cerca de Laon.
PIPINO vence a los lombardos y entrega la región de Rávena al Papado. «Donación de Pipino». Aparece el Estado Pontificio.
PIPINO promete ayudar al papa ESTEBAN y al pueblo de Roma y sabrá cumplir perfectamente su promesa. Pero PIPINO va más allá y garantiza por escrito a la sede de San Pedro la posesión legítima del ducado de Roma, la posesión de Rávena y el territorio del antiguo exarcado así como también otros extensos territorios al norte y al este del ducado que estaban en poder de los lombardos y que se extendían hasta el exarcado. Esta garantía, conocida como la «Donación de Pipino» constituye el origen y el fundamento de los Estados Pontificios. Desde este momento queda reconocido jurídicamente el Estado Pontificio. La nueva dinastía -posteriormente denominada Carolingia por su miembro más destacado, CARLOMAGNO (768-814)- se consolida con esta alianza. Pipino trata de negociar con ASTOLFO la entrega de los territorios que ha prometido al papa; pero, como cabía esperar, ASTOLFO se niega a ello.
En una rápida campaña, PIPINO invade Italia para que se cumplan sus promesas a favor de la Santa Sede.
En una rápida campaña, PIPINO invade Italia para que se cumplan sus promesas a favor de la Santa Sede, y en agosto del mismo año (754) ya ha derrotado a ASTOLFO y le ha obligado a obedecer. El papa, que ha acompañado al ejército de PIPINO, regresa a Roma después de la campaña y recibe una calurosa bienvenida. ESTEBAN ha logrado lo imposible.
Retirados los francos, ASTOLFO incumple su compromiso y, por añadidura, pone sitio a Roma. Es vencido por PIPINO que ha regresado.
La celebración en Roma por la amistad con PIPINO resulta prematura. Retirados los francos, el rey lombardo, ASTOLFO, incumple su compromiso y, por añadidura, pone sitio a Roma. Esteban se ve obligado a apelar de nuevo a PIPINO, el cual, aunque bastante reacio a atravesar Italia de nuevo, acaba accediendo a las reiteradas peticiones del papa. PIPINO, pues, se encuentra con las fuerzas de ASTOLFO y las derrota. PIPINO hace «donación eterna» a San Pedro en la persona del Papa, del Exarcado de Rávena y de la Pentápolis (Sinigaglia, Fano, Pessaro, Rimini, Acona). Esta vez los lombardos no volverán a levantarse de inmediato, en parte por lo aplastante de la victoria de PIPINO, y en parte porque ASTOLFO muere poco después sin dejar heredero.