La primera vez que el gobierno de AZNAR ha tenido que oir en público y en directo en Madrid una alusión de Marruecos a la situación de Ceuta y Melilla ha sido en 1997, durante la visita oficial que ha realizado el príncipe heredero Sidi Mohamed. El primogénito de HASSAN II ha tomado por primera vez el relevo de su padre sobre este asunto, aunque su intervención se ha quedado en veladas referencias a la necesidad de limar las «últimas asperezas» que entorpecen las relaciones de ambos países.

El problema de la naturaleza de los votantes sigue impidiendo la organización del referéndum de autodeterminación en el Sahara Occidental, por lo que la propia ONU vuelve a participar decididamente en la mediación a partir de 1997. El mediador enviado por la ONU, el ex secretario de Estado estadounidense James Addison BAKER, logra convocar una reunión entre representantes marroquíes y del Frente Polisario, en Lisboa, a finales del mes de junio de ese año, pero el día 24 ésta acaba sin acuerdo alguno respecto al polémico asunto del censo de votantes para el referéndum de autodeterminación.

Una segunda ronda de conversaciones, iniciada en Londres en julio de ese año, permite que ambas partes acepten una propuesta de compromiso para desbloquear el contencioso sobre la identificación de los votantes. Así se llega, en septiembre, a la reunión de Houston (EEUU.), donde BAKER logra que tanto el Frente Polisario como Marruecos acuerden celebrar el referéndum sobre el Sahara en 1998, a partir del establecimiento de un censo consensuado de 80.000 votantes.

No obstante, el secretario general de la ONU, KOFI ANNAN, solicita en octubre de ese mismo año que dicha consulta sobre el Sáhara se retrase hasta finales del año siguiente.

En la fecha, se celebran en Marruecos elecciones para cubrir los escaños de las nuevas cámaras legislativas establecidas por la Constitución de 1997. Las elecciones son contempladas como una auténtica prueba para valorar si la democratización del país es real. Se presentan Wifak, Kutla, Reagrupación Nacional de Independientes (desgajada de Wifak) y el islamista Reforma y Renovación. Si bien en las elecciones de noviembre para la cámara alta gana la coalición opositora de izquierdas, en los comicios al Senado, celebrados al mes siguiente, triunfará por mayoría aplastante el bloque de centro y el de derecha.

En una intervención pública, HASSAN II ha elevado el tono de sus quejas asegurando que «la integridad territorial de Marruecos y sus derechos sobre el Sáhara Occidental, Ceuta y Melilla sólo los cuestiona un porfiado y sólo los niega quien está ciego o extraviado».

El proceso de reforma en Marruecos continua: en febrero de 1998 un socialista, ABDERRAMAN YUSUFI, es elegido primer ministro.

En el mes de octubre el rey HASSAN II ordena la liberación de una parte significativa de los presos políticos que aún quedan en las cárceles del reino, a la vez que es aceptada, por parte del Estado, la responsabilidad directa en la muerte, a consecuencia de los malos tratos y de la tortura, de los desaparecidos, cuyo número asciende a más de un centenar. Quedan, sin embargo, fuera de estas medidas, no sólo el dirigente islamista Abdesslam Yassin y el opositor exiliado Abraham Serfaty, al que se le prohibe el regreso, sino también los casos ocurridos en el territorio del Sahara Occidental o relacionados con este conflicto.

El propio KOFI ANNAN, secretario general de la ONU, logra en noviembre de 1998 que el Polisario acepte la inclusión en el censo de 65.000 habitantes de la zona cuyo voto podría ir a parar a la causa marroquí. Sin embargo, el referéndum es finalmente pospuesto sin que se fije su fecha de celebración.

Mohamed Abdeliz es reelegido, este año, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, cargo que ocupa desde 1982.