Durante los últimos años de VICTORIA, el Reino Unido está implicado en la Segunda Guerra Boer, que recibe el apoyo entusiástico de la reina. La vida personal de VICTORIA está marcada en ese entonces por varias tragedias personales, incluyendo la muerte de su hijo Alfredo, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha, la enfermedad fatal de su hija Victoria, emperatriz de Alemania, y la muerte de dos de sus nietos. Su última función pública ceremonial es en 1899, cuando ella coloca la primera piedra de la fundación para los edificios nuevos del South Kensington Museum, luego conocido como el Victoria and Albert Museum.

VICTORIA I realiza su última visita a Irlanda en 1900, cuando va a solicitar a los irlandeses unirse al ejército británico y pelear en la Segunda Guerra Boer. La oposición nacionalista a su visita es encabezada por Arturo Griffith, que establece una organización llamada Cumann na Gaedhael para unir a la oposición. Cinco años más tarde Griffith utilizará los contactos establecidos en su campaña contra la visita de la reina para formar un nuevo movimiento político, Sinn Fein.

Canadá no puede mantener, sin complicaciones, la lealtad al Imperio que profesan Australia y Nueva Zelanda. La provincia de Quebec es acusadamente francesa por lengua y mentalidad, y su pueblo manifiesta escasa o ninguna lealtad a Gran Bretaña. Así, durante la guerra de los boers Canadá no lucha oficialmente en el bando británico, si bien manda voluntarios. Se inicia por entonces la fricción entre los canadienses francófonos y anglófonos en relación con la política educativa y con la oficialidad del inglés.

En Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, muchos obreros pueden votar, y el momento está maduro para fundar un nuevo partido de tendencia más social que las formaciones tradicionales, y más preocupado por los derechos y necesidades de la clase trabajadora. Todo ello propiciará la fundación, en la fecha, del Comité de Representación laborista (Labour Representation Comittee), cuyo primer secretario es Ramsay Mac Donald. Compuesto por el Independent Labour Party, fundado en 1893, de grupos socialistas, de representantes de las trade-unions (sindicatos). En 1906 tomará el nombre de Partido Laborista, Labour Party.

En la guerra bóer, al cabo se impone el Imperio británico con su colosal superioridad en hombres y recursos materiales. Orange es arrollada y la república entera incorporada, en la fecha, a la corona Inglesa.

Alemania es la primera potencia europea. Sólo la marina británica obstaculiza el camino para que Alemania se convierta en la nación hegemónica del mundo. Con ese pensamiento, prosigue la construcción naval en Alemania donde, en la fecha, se aprueba una nueva ley que pone en marcha un programa de diecisiete años que convertirá la marina alemana en la segunda del mundo, superada sólo por la británica, pero la dotará de tal fuerza, que la propia Gran Bretaña -que está consternada- deberá dudar antes de enfrentarse a ella.

En la fecha, también el Transvaal, que ha sido invadido por los británicos, es incorporado a Sudáfrica británica. Ahora, los boers se dedicarán a la guerrilla y mantendrán ocupados a los británicos durante año y medio. Éstos, que cuentan con más de 300.000 hombres, toman duras medidas. Las granjas boers son sistemáticamente destruidas, y los británicos organizan campos de concentración donde son internadas las mujeres y los niños boers, una sexta parte de los cuales perecerán víctimas de las enfermedades y los malos tratos.

Gran Bretaña y Alemania anuncian, en la fecha, que han formado una alianza para conservar la integridad territorial de China y mantener los puertos del país abiertos al comercio mundial. El acuerdo ha sido alcanzado el 16 de octubre por el primer ministro Lord Salisbury y el barón von Hatzfelt, embajador alemán en Gran Bretaña. Los diplomáticos franceses y rusos en Londres dicen que el acuerdo no modifica sustancialmente las declaraciones hechas en París y San Petersburgo sobre el mismo tema.

En este momento, el imperio hegemónico es el británico. Se trata de un imperio en el que, como antaño en el hispano, no se pone el sol. Aunque sus primeros pasos se han dado durante el siglo XVII, en realidad su gran avance se produce ya durante el mandato del gobierno conservador de Benjamin Disraeli. Para entonces, España y Portugal han dejado de ser rivales y Francia ha cosechado diferentes derrotas frente a Gran Bretaña durante los siglos XVIII y XIX. El imperialismo británico no sólo tiene finalidades económicas -que siempre han estado presentes-, sino que también ha estado envuelto en dos legitimaciones teóricas. La primera es la denominada «carga del hombre blanco», consistente en trasladar a otras culturas los logros de la occidental. La segunda, la alegada necesidad de mantener el orden en el globo, lo que convertirá a Gran Bretaña en gendarme internacional.

Reino Unido de Gran Bretaña a comienzos del siglo XX se acerca a Francia y Rusia, alarmada ante el aumento del poderío naval alemán.