Cuando acaba la guerra, en 1939, la Canadenca vuelve a la normalidad pero sólo parcialmente. Los directivos recuperan el control de la compañía, si bien no pueden restablecer los pagos a los inversores extranjeros porque el régimen de FRANCO prohibe la salida de divisas del Estado. Los primeros años de la posguerra ?era imposible hacer ningún pago en libras esterlinas o francos belgas desde Barcelona sin una autorización especial. Francesc CAMBÓ no vuelve a Catalunya. Desde la residencia en Buenos Aires no le es demasiado fácil influir en un sentido o en otro en la situación de la Canadenca, que está muy debilitada.
FRANCO Y FRANQUISMO EN ESPAÑA (1936-1975)
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Francisco Franco Bahamonde, llamado «el Caudillo» y «el Generalísimo», fue un militar y dictador español, impulsor, junto a otros altos cargos de la cúpula militar, del golpe de Estado de julio de 1936 contra el gobierno democrático de la Segunda República, cuyo fracaso desembocó en la Guerra Civil Española. Fue investido como jefe supremo del bando sublevado ejerciendo como jefe de Estado de España desde el término del conflicto hasta su fallecimiento en 1975 y como jefe de Gobierno entre 1938 y 1973.
El Partido Republicano Radical es ilegalizado tras la victoria del bando sublevado en la guerra civil.
Como el resto de partidos políticos activos durante la República, el Partido Republicano Radical es ilegalizado tras la victoria del bando sublevado en la guerra civil.
En España se promulga una nueva Ley de la Jefatura del Estado para ampliar los poderes de FRANCO.
Los líderes del nuevo Estado español creen que el orden europeo estará compuesto por regímenes orgánicos autoritarios y, durante los primeros cuatro años después de la Guerra Civil, FRANCO gobernará el país como si fuera un ejército, por leyes de prerrogativa. Se promulga una nueva Ley de la Jefatura del Estado el 9 de agosto de 1939 para ampliar sus poderes. Se declara que FRANCO tendrá permanentemente las funciones de gobierno y que cuando razones de urgencia así lo aconsejen, no será necesario que someta nuevas leyes o decretos a su gabinete. Aunque la sociedad española y las instituciones de la posguerra no son estructuralmente totalitarias en términos de un control completo y directo sobre la gobernabilidad, el sistema es una dictadura más personal que las de la Alemania nazi o de la Unión Soviética.
La firma del pacto nazi-soviético entre Hitler y la Unión Soviética, resulta una gran sorpresa para Madrid.
La firma del pacto nazi-soviético entre Hitler y la Unión Soviética sólo dos semanas después de que FRANCO haya nombrado su nuevo gobierno, resulta una gran sorpresa para Madrid; además contradice las bases de la política de FRANCO. El titular del órgano falangista Arriba no es otro que: «Sorpresa, tremenda sorpresa», pero no tiene palabras para justificarlo. El estallido inminente de la guerra se recibe con cierta decepción, ya que el Gobierno polaco al que quiere atacar HITLER es un estado católico nacional autoritario que tiene mucho en común con el de FRANCO. El Generalísimo y otros líderes temen que haya otra guerra civil en Europa que abra las puertas a la Unión Soviética. A pesar de todo, FRANCO considera que Polonia es responsable en parte por negarse a llegar a un acuerdo sobre el Corredor polaco. FRANCO informa a Mussolini de que está dispuesto a hacer mediaciones, si es de alguna utilidad. Parece ser que MUSSOLINI lo veta argumentando que es demasiado tarde.
Se adjudica la mayor parte del empleo público a los seguidores más directos de Franco.
El repentino crecimiento del entramado estatal en España hace necesario el empleo rápido de personas con escasa formación, lo que trae como consecuencia altos niveles de incompetencia y fomenta la corrupción que invade la administración en el primer año de paz. Por un decreto del 25 de agosto de 1939 se adjudica la mayor parte del empleo público a los seguidores más directos de FRANCO; en él se estipula que el 80 por ciento de los puestos estatales estarán reservados para veteranos del Ejército Nacional, civiles que han hecho sacrificios especiales para la causa, prisioneros de los republicanos y parientes de las víctimas del terror rojo.
España se declara neutral en el conflicto bélico que ha estallado en Europa.
En la pasada Guerra Civil española, el bando franquista ha recibido ayudas importantes de la Italia fascista y de la Alemania nazi. Al empezar la Segunda Guerra Mundial, el setiembre de 1939, parece lógico que la España de FRANCO se alinee con los países fascistas. Pero España, en esta fecha, se declara neutral en el conflicto bélico que ha estallado en Europa. Esta posición se justifica por la maltrecha situación del país tras tres años de guerra civil y por la neutralidad de España en la Primera Guerra Mundial. Francia e Inglaterra advierten a Franco de la conveniencia de la neutralidad de España.
Ley del 8 de septiembre de 1939 que completa las disposiciones anteriores contra el Estatuto de Catalunya.
Ley del 8 de septiembre de 1939 que completa las disposiciones de la ley de 5 de abril de 1938, dejando sin efecto todas las leyes, disposiciones y doctrinas emanadas del Parlamento de Catalunya.
Primer gobierno de Franco en tiempos de paz.
Primer gobierno de Franco en tiempos de paz. Entre los ministros figuran José Varela (Ejército), Esteban Bilbao (Justicia), Agustín Muñoz Grandes (Secretaría General del Movimiento) y Rafael Sánchez Mazas (sin cartera).
Amnistía del Gobierno franquista a sus partidarios.
Amnistía del Gobierno franquista a sus partidarios. Se establece por ley que no son delictivos los hechos comprendidos entre el 14 de abril de 1931 y el 18 de julio de 1936, que hubieran cometido personas adictas al «Glorioso Alzamiento» y a la defensa de sus ideales.
El empresario y contrabandista mallorquín Joan March, ve la oportunidad de apoderarse de la Canadiense.
Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, algunos de los accionistas de la compañía eléctrica la Canadiense, como los Rathenau, suficiente trabajo tenían con huir del nazismo. Entonces entra en escena el empresario y contrabandista mallorquín Joan March, que ve la gran oportunidad de apoderarse de la Canadiense. March se siente fuerte porque FRANCO le debe muchos favores: sin el dinero del magnate mallorquín, que ha financiado el golpe de estado militar del 1936, el general golpista no lo habría conseguido. Además, March mantiene una antigua enemistad con Francesc CAMBÓ, que en 1921 le había intentado encarcelar por contrabando de tabaco, cuando el político catalán era ministro de Hacienda del Gobierno español. Ahora tiene la ocasión de vengarse.

