Es nombrado para suceder a Emilio MOLA, muerto en accidente aéreo, al general Dávila quien se pondrá, al frente del Ejército del Norte.

En la fecha, mientras se empieza a organizar el asilo en la embajada de México en España, de intelectuales y científicos, como primera acción de hospitalidad por parte de Cárdenas, se invita a niños de familias republicanas españolas a México para que se pongan a salvo de la guerra. En la fecha, 460 niños españoles desembarcan en el puerto de Veracruz y son trasladados a la ciudad de Morelia -capital del estado natal de Cárdenas-. Muchos de ellos son huérfanos y otros están alejados de sus familias por el horror de la guerra. En Morelia se creará el Colegio España-México. Allí los niños podrán estudiar y mantener lazos con su patria.

En julio de 1937 el cardenal Isidro Gomá pronuncia el discurso de la Ofrenda de España al Apóstol Santiago, ceremonia suprimida por la República en 1931 y restaurada ese año por un decreto del general Franco.

Posteriormente, después del recibimiento de los que serán llamados «Niños de Morelia» se permite e impulsa la llegada a México de una generación de intelectuales que participarán activamente en la vida nacional y universitaria mexicana. A estos intelectuales se le ha facilitado la llegada a México para trabajar con entera libertad en el país, donde el idioma y las costumbres no les serán muy extraños. Para acogerlos se ha creado la Casa de España -desde 1940 se convertirá en el Colegio de México, una de las instituciones más acreditadas en México en el área de Estudios Sociales- como centro donde los intelectuales puedan trabajar hasta que encuentren puestos docentes o de investigación en otras instituciones mexicanas. La lista en principio de treinta personas, se fue ampliando a cien intelectuales.

La ofensiva republicana comienza en ocho puntos, uno de los más atacados es el de Belchite, en poder de los nacionales desde el principio de la contienda civil. Ochenta mil soldados mandados por el general Pozas rodean el pueblo, defendido por unos dos mil, a las órdenes del coronel San Martín. La tardanza en atacar y las indecisiones del Ejército republicano permiten la llegada desde Zaragoza de enormes contingentes de tropas del bando nacional, entre ellos el tercio Almogávares, el de Montserrat, la Legión Cóndor y la Legión Italiana. Las casas, iglesias, parideras, etcétera de este pueblo de la estepa del Ebro desaparerán bajo los escombros. Los republicanos tomarán la ciudad tras veinte días de encarnizados combates que costarán la vida de varios miles de personas (los historiadores los cifran entre dos mil y diez mil) y dejan numerosos heridos. La ofensiva republicana será rechazada definitivamente el 3 de septiembre.

Tras el fallecimiento el 10 de agosto de 1937 del cardenal Ilundain, Pedro SEGURA es designado para la archidiócesis de Sevilla, de la que toma posesión el 2 de octubre de ese mismo año. La fanática represión religiosa que desencadenará Segura desde su palacio arzobispal se añadirá a la ya brutal represión física del general Gonzalo Queipo de Llano, dejando ambas huella imborrable sobre el subconsciente colectivo y la religiosidad del pueblo sevillano, notablemente peculiares. Pero muy pronto el cardenal SEGURA será una de las pocas voces discordantes, si no la única, dentro de una iglesia católica muy identificada con la dictadura franquista. Sus enfrentamientos con el dictador serán muchos y por muy diversos motivos. Los más conocidos serán, su oposición a la entrada bajo palio de Franco en las iglesias y catedrales de su jurisdicción, llegando a amenazar con la excomunión a quienes lo permitiesen. El cardenal SEGURA está también en contra de lo ordenado por la dictadura, a que se instalaran placas en los muros de la catedral y parroquias de la diócesis con los nombres de los Caídos por Dios y por la Patria, hecho que provoca la ira de los falangistas quienes, en represalia, pintan periódicamente el escudo del yugo y las flechas en los muros del palacio arzobispal sevillano. Estas pintadas perdurarán durante muchos años, incluso después de la muerte del cardenal, pero Segura no cede y la cruz de los caídos sevillana tuvo que ser instalada junto a los muros de los Reales Alcázares, situados en la proximidad de la catedral. Por otra parte, en sus sabatinas nunca faltaban las críticas al régimen en general e incluso a sus jerarcas en particular. Esta conducta, insólita en unos tiempos en que la unidad de pensamiento era la norma y la crítica casi no existía.

En el año 1938, y como consecuencia del intento español por dominar el interior del territorio del Sahara, el entonces capitán Antonio de Oro Pulido llegó a Aaiun. El fuerte establecido por el citado militar, junto a un cobertizo construido con anterioridad por Moian, miembro de la tribu de los Izarguien, fueron las dos primeras edificaciones de la que pasado los años fue capital de la provincia española del Sahara Occidental. En esta nueva etapa de la colonización del Sahara representó un papel fundamental el interés de Francia por conseguir que el territorio bajo jurisdicción española no sirviera de «santuario» a los grupos de saharauis que venían oponiéndose por las armas a la presencia colonial francesa en el noroeste africano. Realmente España no se interesó por el Sahara hasta el año 1934, momento en el que se producen las expediciones de Galo Bullón y de Oro y sólo a partir de 1938 se inició el desarrollo de Aaiun, tras el asentamiento en la margen izquierda de la Saguia el Hamra de Antonio de Oro, por entonces Gobernador de la zona, junto a sus hombres»

Nace JUAN CARLOS (el que será Juan Carlos I, rey de España). Segundo hijo de D.JUAN de Borbón y Battenberg y de Doña MARÍA de las Mercedes de Borbón y de Orléans. JUAN CARLOS aprenderá las primeras letras teniendo como maestro a su propio padre y después ingresará en un colegio de Lausanne y, más tarde, pasará a Friburgo. Ha nacido y crecerá en Roma, donde la familia real se halla exiliada desde la proclamación de la Segunda República en España en 1931, y luego en Lausana (Suiza) y en Estoril (Portugal). La hermana de JUAN CARLOS es la infanta María del Pilar, duquesa de Badajoz.

Entran en circulación los nuevos billetes de I peseta en España, emitidos por el Gobierno de Franco. La colisión con la moneda de la República dará lugar a no pocos problemas.

Primer Gobierno Nacional, en sustitución de la Junta Técnica que desempeñaba tales funciones en zona nacional. El generalísimo FRANCO ostenta la jefatura del Estado y la presidencia del Gobierno. En este primer gobierno de FRANCO intervienen miembros del ejército, como Jordana (Asuntos Exteriores), Martínez Anido (Orden Público) y Fidel Dávila (Defensa); monárquicos, como Andrés Amado (Hacienda) y Sainz Rodríguez (Educación); carlistas, como el conde de Rodezno (Justicia); falangistas, como Serrano Suñer (Gobernación), Fernández Cuesta (Agricultura) y González Bueno (Trabajo); y amigos personales de Franco, como Suanzes (Industria y Comercio) y Peña Boeuf (Obras Públicas). Nicolás Franco y el diplomático Sangróniz son desplazados de su poder y sustituidos por Serrano Suñer. Queda emplazado en Burgos hasta mediados de octubre de 1939, ya finalizada la guerra, momento en que FRANCO ordenará el traslado a Madrid.