MARÍA TERESA I (Esposa de Francisco I del SIRG, 1745-1765)(Arch. de Austria,1740-1780)

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Se firma la Paz de Breslau entre Prusia y Austria. MARÍA TERESA I de Austria renuncia a Silesia.


Alarmados por las victorias militares de FEDERICO que ha invadido Silesia, MARÍA TERESA firma, en la fecha, la Paz de Breslau (capital de Silesia) entre Austria y Prusia, cediéndo Silesia. MARÍA TERESA I de Austria se alía con Saboya, Sajonia y Gran Bretaña, para expulsar a franceses y bávaros.

Unión de Frankfurt (Alemania) entre CARLOS VII, FEDERICO II el Grande, el Palatinado y Hesse-Kassel.


En la Unión de Frankfurt (Alemania), CARLOS VII, FEDERICO II el Grande, el Palatinado y Hesse-Kassel se asocian para el mantenimiento de la constitución del Imperio

Es elegido emperador de Alemania Francisco de Habsburgo-Lorena con el nombre de FRANCISCO I.


Es elegido, en la fecha, emperador de Alemania, Francisco de Habsburgo-Lorena con el nombre de FRANCISCO I (1745-1765), esposo de MARÍA TERESA que será, pues, emperatriz del SIRG.

MARÍA TERESA se ve obliga a firmar con FEDERICO II un segundo tratado de paz en Dresde (Sajonia)


FEDERICO II el Grande de Prusia, a lo largo de este año, obtiene una serie ininterrumpida de victorias sobre Austria, incluso cuando los austriacos le han superado en número, o cuando lo han tomado desprevenido o se ha encontrado en desventaja. Empieza a conocérsele como FEDERICO el Grande por estos logros. MARÍA TERESA se ve obligada, en la fecha, a firmar con él un segundo tratado de paz en Dresde (Sajonia). Austria renuncia definitivamente a Silesia, en favor de Prusia. Por su parte, FEDERICO II reconoce al esposo de MARÍA TERESA, FRANCISCO I, como emperador. FEDERICO II de Prusia hace construir en Potsdam, el castillo de Sanssouci. Aquí el rey quiere dedicarse “sin apuros” (en francés Sans souci) a sus inclinaciones filosóficas y artísticas.

Paz de Aquisgtrán: FRANCISCO I y MARÍA TERESA son reconocidos como emperadores por toda Europa.


Se firma la Paz de Aquisgrán. (En la historia se firmaron otras paces en la misma ciudad). Conjunto de tratados que tienen lugar en 1748 y que ponen fin a ocho años de guerra en Europa motivada por los problemas de la sucesión al trono austriaco. FRANCISCO I y MARÍA TERESA son reconocidos como emperadores por toda Europa. Y excepto en lo relativo a Silesia, que es entregada a Prusia, la Paz de Aquisgrán restaura en su integridad territorial el país que recibiera MARÍA TERESA al acceder al trono. La soberana ha salvado casi íntegramente su país superando enormes inconvenientes. FEDERICO II ha sido el gran vencedor. No sólo ha obtenido Silesia, sino que ha convertido a Prusia en una gran potencia poniendo en entredicho la primacía austriaca en Europa central y ha ganado merecidamente una fama inmortal como militar.

MARÍA TERESA se dedica a hacer de la monarquia austriaca un Estado esencialmente alemán.


Tras la Paz de Aquisgrán de 28 de octubre de 1748, la reorganización militar se convierte en una de las mayores preocupaciones de MARÍA TERESA. La influencia prusiana se hace sentir. El ejército, dotado de una poderosa artillería, aumenta sus efectivos en 200.000 hombres, gracias al servicio obligatorio que se establece en los Estados hereditarios. La emperatriz se considera la representante de Dios en la Tierra. Su concepción teocrática del poder hace de ella una soberana intolerante que detesta a los judíos. Es una verdadera soberana de la Contrarreforma y contribuye, como sus predecesores, a hacer del Estado de los Habsburgo la plaza fuerte del catolicismo en Europa. En definitiva, MARÍA TERESA se dedica a hacer de la monarquia austriaca un Estado esencialmente alemán. La lengua alemana es considerada no solamente como un instrumento de dominación, sino también como un vehículo de cultura, al que los pueblos tienen que acceder progresivamente.

La zarina Isabel estrecha lazos con María Teresa de Austria y Prusia hace lo mismo con el Imperio otomano.


La zarina ISABEL, al conocer, el Tratado de Westminster entre Gran Bretaña y Prusia, estrecha lazos con MARÍA TERESA de Austria que, por su parte, está determinada a reconquistar Silesia que está en poder de Prusia tras el Tratado de Aquisgrán (1748) que había puesto fin a la Guerra de Sucesión Austriaca. La inversión de alianzas impresiona a Europa, pues pone fin a la rivalidad secular entre Austria y Francia, pero es en Turquía donde más vivamente impresiona, ya que se considera en peligro la amistad con Francia, máxime al comprobar que a la alianza con Austria le sigue el acercamiento a Rusia (19/8/1756), inquietud que aprovecha Prusia para aproximarse a Turquía y firmar un Tratado de amistad con el Imperio Otomano (1761).

MARÍA TERESA ignora la asamblea nacional húngara y emite por decreto sus reformas.


La relativa tranquilidad de las décadas últimas, el desarrollo técnico y la coyuntura agrícola han sido suficientes para que la capa dirigente húngara se haya sentido satisfecha a tal grado, que se haya lanzado a defender el imperio Habsburgo cuando MARÍA TERESA (1740-1780) ha necesitado ayuda en la guerra de sucesión austríaca. En efecto, MARÍA TERESA y su hijo, José II (1780-1790) estarán entre los representantes más prominentes del absolutismo ilustrado europeo. Querrán modernizar y fortalecer el imperio con una administración pública más profesional, con una política económica basada en parte en el progreso científico, con una política social más humana y -en el caso de JOSÉ II- con medidas anticlericales. A la luz de estos criterios, desde los años 1760, MARÍA TERESA ignorará la asamblea nacional húngara y emitirá por decreto sus reformas de política económica y social, por ejemplo, las relacionadas con la regulación de las cargas de los siervos o con la instrucción pública.

María Teresa es el “emperador” más capacitado del Sacro Imperio desde Carlos V.


Aunque Austria no vence propiamente en la Guerra de los Siete Años, tampoco pierde. A MARÍA TERESA se le ha arrebatado Silesia en los primeros meses de su reinado, pero ya no ha sufrido ninguna otra merma de territorio ni aún después de la Guerra de los Siete Años. De hecho, es el “emperador” más capacitado del Sacro Imperio romano desde Carlos V, más de dos siglos antes. Ahora, MARÍA TERESA se dedicará de lleno a los asuntos internos. Gradualmente reorganizará el gobierno y establecerá unas contribuciones uniformes, una unión de aduanas y unas escuelas elementales mantenidas por el Estado. Alienta a los nobles y plebeyos a ocupar puestos en el gobierno y el Ejército. Sabia y discreta, es querida por sus súbditos. Sin embargo, no siempre estará de acuerdo con su hijo, el idealista José.

MARÍA TERESA de Austria inicia la reorganización de sus estados.


MARÍA TERESA, con la esperanza de recuperar Silesia y de reducir a FEDERICO II de Prusia, ha participado en la Guerra de los Siete Años (1756-1763), pero no habiendo conseguido ninguna de las dos cosas tiene que reconocer de hecho la supremacía de Prusia. A partir de este momento inicia la reorganización de sus estados, especialmente dirigida a conseguir su unificación y centralización. Crea nuevos organismos, como el Consejo de Estado y el Tribunal Supremo, radicándolos en Viena, prepara la realización de un catastro e introduce en la administración provincial la burocracia austríaca, que junto con el ejército, la? policia y el clero constituyen los elementos que garantizan la centralización.