VALOIS EN FRANCIA (1328-1589)

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La derrota francesa en San Quintín es total.


En el asedio de San Quintín, en el norte de Francia, el exceso de confianza del general galo Montmorency en el intento de socorro de la plaza, se ve sorprendido por el contraataque de la caballería española, lo que le obliga a replegarse a toda prisa. Pero sus tropas, agotadas por las marchas, son alcanzadas por las fuerzas de FELIPE II, encabezadas por la caballería del conde Egmont y obligadas a presentar batalla. La carnicería es total; mueren casi 9.000 franceses, entre ellos 300 miembros de la alta nobleza, y 8.000 resultan prisioneros, entre ellos Montmorency, mientras que las fuerzas del duque de Saboya apenas sufren 2.000 bajas.

San Quintín es tomada a sangre y fuego con la intervención del propio FELIPE II.


A pesar de la derrota de los franceses, San Quintín ha resistido durante quince días bajo el mando del almirante GASPAR de Coligny, un fanático hugonote que no duda en ahorcar a aquellos que flaquean en la defensa. Mientras tanto, llega el propio FELIPE II a las murallas de la ciudad con más de 20.000 hombres de refuerzos, entre los que se encuentran más de 5.000 ingleses. Durante esos días del asalto es la primera y única vez que el monarca se pone una armadura para arengar a las tropas, pero sin participar directamente en la batalla. FELIPE II no disimula en absoluto la repugnancia que le despierta aquel espectáculo sangriento, extrañándose de que su padre se sintiese tan a gusto en las batallas. Por fin, en la fecha, la ciudad es tomada a sangre y fuego, tras lo que sigue un horrible saqueo.

Tras el desastre de San Quintín, el rey francés, ENRIQUE II, toca a rebato y llama a todos los franceses a defender París.


Después de San Quintín, el rey francés, ENRIQUE II, toca a rebato y llama a todos los franceses a defender París. Hacia allí destaca a su mujer, CATALINA de Médici, provista de abundantes recursos monetarios, para levantar el ánimo de sus habitantes y preparar su defensa. Por su parte, el rey español, FELIPE II, procede a dictar a sus secretarios las cartas que habrán de partir inmediatamente a toda Europa dando parte de aquella victoria. Emotivas son las dirigidas a sus parientes, en las que aprovecha para encargar los pertinentes tedeums, y de más calado las enviadas a Italia, concretamente a Venecia, república a la que sugiere abandonar la alianza antiespañola, así como convencer al papa de lo mismo. Decenas de pinturas, tapices y grabados se encargan en Flandes y en España para conmemorar la batalla.

FELIPE II refuerza las defensas de San Quintín y conquista otras plazas adyacentes.


FELIPE II refuerza las defensas de San Quintín y conquista otras plazas adyacentes que le permitan consolidar un corredor hasta Flandes, y se retira a invernar, licenciando a la mitad de sus tropas, lo que alivia su grave situación financiera.

MARÍA Estuardo, reina de Escocia, contrae matrimonio con el Delfín de Francia (futuro FRANCISCO II).


MARÍA Estuardo, reina de Escocia, contrae matrimonio con el Delfín de Francia (futuro FRANCISCO II). Por eso será reina de Francia durante los dos años siguiente 1559-1560. MARÍA le ha conocido siendo una niña y se ha acostumbrado a él y a su aspecto enfermizo. Su piel está cubierta de manchas que hacen circular el rumor de que padece lepra (se debe a que sufre infecciones respiratorias y de oído). Los campesinos llegan a creer que necesita bañarse en sangre de niño para mantenerse con vida.

ENRIQUE II de Francia prepara su desquite. El señor de Termes llega a Dunkerque y amenaza Bruselas.


ENRIQUE II de Francia prepara su desquite y manda llamar urgentemente a las fuerzas que tiene destacadas en Italia, abandonando al papa PABLO IV a su suerte. Recluta un nuevo ejército en la Picardía, que pone en manos de Nevers; pide ayuda naval al sultán otomano y alienta a los escoceses a invadir Inglaterra por el norte. El duque de Guisa -Francisco de Lorena- arrebata el puerto de Calais a los ingleses (es cuanto queda de las conquista inglesas en Francia), y el señor de Termes con un ejército de 12.000 infantes, 2.000 caballos y un inmenso tren de artillería, tras atravesar el río Aa, llega a Dunkerque y amenaza Bruselas.

La flota turca, mientras españoles y franceses siguen en lucha, prosigue sus rápidas incursiones.


La flota turca, mientras españoles y franceses luchan por la paz de sus fronteras, prosigue sus rápidas incursiones; en la fecha es tomada Menorca, pasada su guarnición a cuchillo y hechos muchos cautivos y prisioneros. En un principio, los turcos ejercen la piratería por el Mediterráneo, muchas veces con la complicidad del rey de Francia y de España, envueltos en las sangrientas guerras europeas, restaban importancia a esta incursiones rápidas y poco organizadas. A través del Vaticano, a través de la república de S.Marcos y de algunas órdenes militares, llegan noticias de estos ataques.

Egmont, que sospecha las intenciones del francés, lo alcanza cerca de Gravelines.


Egmont, que sospecha las intenciones del francés, haciendo una marcha rápida, incluso abandonando la artillería y bagajes, lo alcanza cerca de Gravelines. El enfrentamiento de los dos ejércitos es impetuoso. La caballería española se ve obligada a retirarse, siendo perseguida por la francesa, lo que le obliga a separarse de su infantería. Entonces, el general español que ha rehecho sus escuadrones, los lanza de nuevo al combate, mientras los infantes hacen nutrido fuego sobre el flanco izquierdo y retaguardia de los contrarios. La caballería francesa logra enlazar con su infantería y el combate vuelve a generalizarse en toda la línea. En este momento la escuadra española llega a la desembocadura del Aa, desde donde realiza un certero fuego de artillería sobre la retaguardia del enemigo. El general Termes cae prisionero, así como los demás jefes que no han muerto. Las pérdidas francesas son muy elevadas. En cambio, los españoles sólo contabilizan 500 muertos y 2.000 heridos.

El ejército español de Flandes, se enfrenta a las tropas francesas que manda el señor de Termes.


En los ya tradicionales enfrentamientos entre España y Francia, el ejército español de Flandes, al mando de Manuel Filiberto de Saboya y el conde de Egmont, se enfrentan a las tropas francesas que manda el señor de Termes. Éste, después de apoderarse de Gravelines intenta hacerlo con la ciudad de Neuport; pero al conocer que el conde Egmont va a su encuentro, cambia de rumbo para, tras repasar el río Aa, encerrarse en Calais.

Las nuevas tropas venidas de Italia, permiten efectuar algunos contraataques que levantan la moral de los franceses.


Las nuevas tropas venidas de Italia, permiten efectuar algunos contraataques que levantan la moral de los franceses. Así, el duque de Guisa es nombrado por ENRIQUE II virrey de Francia con mando absoluto sobre las tropas. En el invierno de 1558, éstas avanzan hacia Calais para arrebatar esta plaza a los ingleses. Es cuanto queda de las conquistas inglesas en Francia, y los ingleses la han conservado por espacio de doscientos once años. Todas las guarniciones inglesas en suelo francés quedan en breve en manos del virrey de ENRIQUE. Los hombres de Guisa pasan la raya de Flandes con dos nutridos ejércitos y se apoderan de Hebermont y de Dunquerque, respectivamente, saqueando el país.