Inmediatamente después de la capitulación de la ciudad de Barcelona, son disueltas las instituciones catalanas: el Consejo de Ciento y la Diputació. Se nombra la «Real Junta Superior de Justicia y Gobierno», que preside José PATIÑO sustituyendo a las autoridades políticas del Principado. Una anécdota que ilustra el sentido de violencia social del momento es la denominación que tiene el servicio del retrete. Para unos era «can Felip», en clara alusión al monarca enemigo. Para otros era «el Cien», en alusión al Consell de Cent que será suprimido. La Diputació o Generalitat (aunque era más conocida durante este período con el nombre de Diputació), no volverá a revivir -y entonces sobre unas bases radicalmente diferentes en todos los órdenes- hasta que la proclamación de la Segunda República hizo posible la aprobación del Estatut d’Autonomia de 1932, que estableció su restauración.
JOSÉ PATIÑO (Presidente de la Junta Superior de Justicia y Gobierno) (1714)
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José PATIÑO lee ante el Presidente de la Generalitat el decreto de disolución.
José PATIÑO lee ante el Presidente de la Generalitat el decreto de disolución: «Habiendo cesado por la entrada de las armas del Rey N. S. (Q.D.G.) en esta Ciudad y plaza la representación de la Diputación y Generalitat de Catalunya, el Excmo. Sr. Mariscal Duque de Berwick y Liria me ha encargado que ordene y mande a los diputados y oidores de cuentas del General de Catalunya, que arrimen todas las insignias, cesen totalmente, así ellos como sus subalternos, en el ejercicio de sus cargos, empleos y oficios y entreguen las llaves, libros y todo lo demás concerniente a dicha casa de la Diputación y sus dependencias…». Valencia y Aragón ya han caído en manos de la corona castellana. Mallorca e Ibiza se rendirán un año más tarde. Abolidos la Generalitat y el Consejo de Ciento, desarmadas y extinguidas las fuerzas militares catalanas, exiliados, encarcelados o condenados a muerte los líderes de la resistencia, etc. decretado el uso oficial del castellano en lugar del catalán, Catalunya pierde todo poder político siendo sometida a un largo proceso de castellanización.
El Decreto de Nueva Planta responde al proceso de centralización política del país.
El Decreto de Nueva Planta, que responde al proceso de centralización política del país, establece entre otras cosas: la prohibición del uso en la administración de Justicia del catalán; la abolición de los somatenes; el ayuntamiento de Barcelona queda confiado a 24 regidores, y para la administración de la región se crearán otros 12, todos ellos de nombramiento real; queda abolido el Consell de Cent. FELIPE V, influido por los informes de José PATIÑO y Francesc Ametller, conserva el derecho civil de Catalunya y algunas particularidades administrativas. El Decreto impone, pues, un sistema político absolutista y castellanizador.
Con la ocupación borbónica de Catalunya, la administración real se hace cargo de las rentas y de los diferentes impuestos.
Con la ocupación borbónica de Catalunya, la administración real se hace cargo de las rentas y de los impuestos de la Diputació del General y del Consell de Cent y mantiene las antiguas contribuciones reales. No obstante, en 1715-1716, se aprueba un nuevo impuesto llamado «Reial Cadastre», que se suma a los anteriores. Ha sido diseñado por José PATIÑO y, a diferencia de los nuevos impuestos de Valencia, Aragón y Baleares, se caracteriza por su carácter proporcional. Consta de dos partes: el «cadastre real», que grava los bienes inmuebles y tiene un ámbito universal, y el «cadastre personal», que grava los ingresos profesionales; los eclesiásticos y el estamento militar están exentos. Finalmente, a partir de 1735, el «cadastre beneficiari o ganancial» gravará las actividades comerciales e industriales.
La isla de Cerdeña se somete con rapidez a FELIPE V, tras la rendición a José Patiño de las plazas de Cagliari, Castel Aragonese y Alghieri.
La isla de Cerdeña fue ocupada en agosto de 1708 por las tropas aliadas al mando del almirante Leake. En 1714 España se ve obligada a ceder la isla al Imperio Austriaco. No obstante, en la isla los nobles y autoridades partidarios de España presionan a Felipe V para que recupere la isla. La muerte del inquisidor general Molinés fue la excusa para actuar. A primeros de 1717 José PATIÑO, recién nombrado intendente de Cádiz y artífice del resurgimiento naval español, comienza los preparativos militares en Barcelona para lanzar una expedición naval que teóricamente iría dirigida contra los turcos. En julio de 1717 el rey y la reina firman las órdenes para que la flota se dirija contra Cerdeña. Así lo hace unos días después. La flota navegó en destacamentos desde mediados de agosto. A pesar de las condiciones metereológicas poco ventajosas, la isla se sometió con rapidez el 22 de agosto, tras la rendición de las plazas de Cagliari, Castel Aragonese y Alghieri.
Descubiertas las intrigas del barón de RIPPERDÁ, consejero de FELIPE V, éste prescinde de él. Le sucede José PATIÑO.
Descubiertas las intrigas del barón de RIPPERDÁ, consejero de FELIPE V, éste prescinde de él aceptándole una dimisión protocolaria, sucediéndole en su puesto José PATIÑO que llevará a cabo una eficaz y honesta tarea que redundará en beneficio de la prosperidad del país.
Las previsiones y trabajos de J. PATIÑO dan sus frutos, pues los ingleses estan encontrando en la guerra más dificultades de las que han previsto.
Las previsiones y trabajos de PATIÑO y sus seguidores dan sus frutos, pues los ingleses estan encontrando en la guerra más dificultades de las que han previsto y buscan una salida airosa al conflicto, que encuentran a raíz de la muerte del emperador del SIRG, Carlos VI.