El Gobierno provisional ruso acuerda la autonomía de Estonia.

Estonia, que formaba parte de Rusia desde 1721, declara su independencia. Rusia la reconocerá en el Tratado de Tartu y más tarde lo hará la Sociedad de Naciones.

La URSS, por su parte, trata de seguir reforzando su posición frente a Alemania. En la fecha, se anexiona Estonia, Letonia y Lituania, convirtiéndolas en repúblicas en el seno de la URSS. Alemania, ha de asentir, pero lo cierto es que está furiosa. Durante la ocupación Soviética, que durará hasta 1991, los rusos tratarán de destruir la cultura propia de estos páises bálticos y rusificarlos en los posible. Asimismo, romperá las relaciones de estos países con el mundo Occidental, principalmente con sus vecinos del Norte: Suecia, Finlandia, Islandia y Noruega.

Una cadena humana une las tres repúblicas bálticas en el cincuentenario del pacto germano-soviético. El estonio reemplaza al ruso como idioma oficial y el deseo de independencia de las tres repúblicas se hace imparable.

El Parlamento de Estonia restablece la independencia que será reconocida por la UE y EEUU., y finalmente aceptada por Moscú.

El 25 de diciembre de 1991 Gorbachov renuncia a la presidencia de un país que ya no existía: la URSS. Los tres Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) no firman el tratado, de la misma manera que Georgia, ya que los cuatro países argumentan que han sido forzosamente incorporados a la URSS. Aquella misma noche, en el Kremlin, la bandera tricolor rusa reemplaza a la roja con la hoz y el martillo de la URSS.

Tras un acuerdo con Moscú que garantiza los derechos sociales de las minorías, especialmente la rusa, las tropas de este país abandonan Estonia, que queda así consolidada como país independiente.

La elección de Toomas Hendrik Ilves como presidente de Estonia ha sido el último toque de sabor americano para las repúblicas bálticas, el territorio de la Unión Soviética que con más fuerza se siente extraño al poder de Moscú. Ilves, que será el jefe de Estado de este pequeño país de 1,4 millones de habitantes durante los próximos cinco años, se une así a sus homólogos de Letonia y Lituania, Vaira Vike-Freiberga y Valdas Adamkus. Los tres son repatriados procedentes de Norteamérica, una tierra hasta donde les llevó el exilio de sus familias. Los tres se formaron en EEUU. y Canadá y regresaron años después a sus países de origen.