Durante la Segunda Guerra Mundial, el Chad es base de los aliados, pero tras la derrota de Francia, en 1940, el gobernador negro del Chad se niega a reconocer la autoridad del régimen de Vichy, uniéndose a los partidarios de De Gaulle. Ebone, el gobernador negro, es nombrado gobernador general de todo el Africa Ecuatorial Francesa, lo que evita el posicionamiento alemán. Bajo la Cuarta República Francesa, la federación tendrá representación en el parlamento.

La campaña en África del Norte es muy importante estratégicamente para el Eje y los Aliados. Los Aliados usan la campaña como un acercamiento a un segundo frente de lucha contra el Eje de la Fortaleza Europa, y ayuda a disminuir la presión en el frente ruso. El Eje ha planeado dominar el Mediterráneo a través del control de Gibraltar y del Canal de Suez, y al emprender una exitosa campaña en África del Norte donde, atacando septentrionalmente, se apodere de los ricos pozos de petróleo del Medio Oriente. Esto cortaría los abastecimientos de petróleo más cercanos a los Aliados, y aumentaria los disponibles para el funcionamiento de la maquinaria de guerra del Eje. El 13 de septiembre de 1940, en consecuencia, los italianos lanzan a su 10° Ejército, compuesto de unos 250.000 hombres, contra el Egipto controlado por los británicos que montan fuertes defensas en Sidi Barrani. El 10º Ejército no está muy mecanizado y el general italiano Graziani, al no tener información sobre el estado de las fuerzas británicas decidirá no continuar hacia El Cairo (12/1940).

Operación Compass en Egipto. El 9 de diciembre de 1940, las fuerzas británicas, al mando de Archibald Percival Wavell, lanzan un ataque. Representan sólo la cuarta parte de las italianas, pero vencen gracias a la sorpresa y la rapidez. En dos semanas, los italianos son expulsados de Egipto, dejando tras ellos 38.000 prisioneros y gran cantidad de material de guerra. El avance aliado llega hasta El Agheila.

En Rumania, Bulgaria y Alemania se reunen tropas para invadir Yugoslavia. A primeras horas de la mañana del 6 de abril de 1941 una gran fuerza cruza la frontera. Simultáneamente, la Luftwaffe lanza un masivo ataque aéreo sobre Belgrado, en el que mueren 17.000 civiles. Hungría se niega a sumarse a la invasión, declinando la invitación de HITLER. La excitación que experimenta tras haber desatado la furia del todopoderoso HITLER, empuja al suicidio al primer ministro húngaro Pal Teleki. Croacia, simpatizante de Alemania, se hace independiente y organiza un régimen totalitario. El general Nedic se rinde a los alemanes junto a todo su ejército y los otros generales serbios son incapaces de oponer la menor resistencia. En pocos días, toda Yugoslavia es ocupada por los ejércitos alemanes e italianos. Se organiza la resistencia alrededor de dos jefes, el coronel serbio Mihailovic y el jefe croata comunista Josip Broz (Tito), a quien apoyarán los aliados.

Pacto entre HITLER y los “ustashe” croatas -paramilitares fascistas-, seguidores de Ante PAVELIC, que hace posible la proclamación de un Estado independiente en Zagreb aliado al Eje y cuyos métodos represivos, de los que fueron víctimas muchos serbios, hacen palidecer a muchos oficiales de la Wehrmacht. Con la supresión de la amenaza de los Balcanes, la escena está ya preparada para el ataque alemán contra Rusia.

A las tropas alemanas se suman las rumanas, finlandesas, húngaras y eslovacas. Las italianas y los voluntarios españoles se les unirán más tarde. Las autoridades rusas son cogidas por sorpresa, aun después de las advertencias de la inteligencia británica y de su propio servicio secreto en Alemania. Inmediatamente los ingleses se declaran aliados de Rusia.

El Pacto germano-soviético se rompe cuando, en la fecha, HITLER ordena el ataque nazi contra la Unión Soviética. Se empieza a abrir paso la Operación Barbarroja. Tres millones de soldados alemanes y sus aliados cruzan la frontera soviética y avanzan a lo largo de todo el frente. Si Italia no hubiera invadido Grecia haciendo allí un triste papel, HITLER, utilizando a Hungría, Rumania y Bulgaría, hubiera lanzado su ofensiva en abril o mayo. La necesidad de hacerse con Grecia, a donde el fracaso italiano había atraído a tropas británicas y estimulado el levantamiento de los yugoslavos contra los alemanes, costó dos meses de lucha. Así pues, Alemania no estuvo en condiciones de emprender la aventura soviética hasta la segunda mitad de junio. ¿Tendrá eso importancia? La tendrá, en efecto.

Una vez HITLER ha invadido la Unión Soviética, solicita a Hungría tropas con destino al frente. Ha de acceder, pues Rumania ya está suministrando tropas y se teme que si Hungría se niega, se entregará de nuevo como recompensa a Rumanía la Transilvania septentrional. El envío de tropas húngaras se hace al principio a poca escala, pero al iniciarse el primer invierno en la Unión Soviética, y al hallarse la propia Alemania en dificultades, se procede a la movilización general. En la fecha, Hungría declara la guerra a la Unión Soviética y se convierte oficialmente en aliado de Alemania e Italia.

En la fecha, los 18.694 primeros hombres de la División Azul parten de España con destino al frente ruso-alemán. A pesar de que España, ante la Segunda Guerra Mundial, ha adoptado los estatutos de país no beligerante envía un contingente de soldados al lado de los nazis que combatirá, sobre todo, contra las fuerzas de Stalin. El propio FRANCO es víctima del entusiasmo que se ha desatado entre los militares. En su discurso ante el Consejo Nacional de la FET del 17 de julio denuncia a los eternos enemigos de España y hace claras alusiones no sólo a la Unión Soviética sino también a Gran Bretaña, a Francia e incluso a EEUU. Y añadió: “Ni el continente americano puede soñar en intervenciones en Europa sin sujetarse a una catástrofe… Se ha planteado mal la guerra y los aliados la han perdido”. En su frase final aclamaba a la Alemania nazi por dirigir la “batalla que Europa y el Cristianismo desde hace tantos años anhelaban, y en que la sangre de nuestra juventud va a unirse a la de nuestros camaradas del Eje, como expresión viva de solidaridad”. Ésta es la declaración pública más exaltada que hace FRANCO apoyando la causa del Eje, y que sorprende tanto a Serrano Súñer como al embajador alemán.

La Carta Atlántica, firmada, en la fecha, a bordo del Potomac, entre Winston CHURCHILL y Franklin Delano ROOSEVELT, define las bases de la futura paz. Aprobada por los Estados aliados se constituye en la primera piedra del edificio e inspirará la Carta de las Naciones Unidas (1945) verdadera acta de nacimiento de la ONU. Con la Carta Atlántica, germinará la idea de constitución de un sistema de alianzas y de seguridad colectiva entre países de América del Norte y de Europa.