CONRADO IV, segundo hijo de FEDERICO II el emperador, es proclamado en Viena “rey de romanos y futuro emperador”. Luchará en Neudstat contra los tártaros de Batu-Jan, parando la irrupción de estos en Occidente.
FEDERICO Hohenstaufen (I Rey Sicilia 1197-1250, II Alemania 1215, II Emperador SIRG, 1220)
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FEDERICO Hohenstaufen ( I Rey Sicilia 1197-1250, II Alemania 1215, II Emperador SIRG, 1220)
FEDERICO II de Alemania avanza contra Austria en su conflicto con FEDERICO II el Belicoso de Austria.
FEDERICO II de Alemania avanza contra Austria en su conflicto con FEDERICO II el Pendenciero, de Austria. Austria pasa a ser territorio dependiente del Imperio.
La Liga Lombarda sufre una aplastante derrota en Cortenuova. FEDERICO II es de nuevo excomulgado.
A las ambiciones del emperador FEDERICO II Hohenstaufen, los municipios italianos han opuesto la reconstitución de la Liga Lombarda. Ésta, en la fecha, sufre una aplastante derrota en Cortenuova y FEDERICO se muestra decidido a instalar la capital en Roma. Su idea imperial avanza, pero finalmente sucumbirá. El Papa GREGORIO IX se alía con la Liga y excomulga de nuevo a FEDERICO II. Sigue un violento conflicto. Por otra parte, el uso de armas espirituales en contiendas políticas siembra la duda en los espíritus por lo que se refiere a la doctrina teocrática.
FEDERICO, en 1238, instituye a su hijo natural LORENZO como rey de Cerdenya, feudo del Papa.
FEDERICO II, en 1238, instituye a su hijo natural LORENZO como rey de Cerdenya, que es un feudo del Papa GREGORIO IX.
El Papa GREGORIO IX, excomulga de nuevo a FEDERICO.
El Papa GREGORIO IX, excomulga de nuevo a FEDERICO.
La Liga lombarda se disuelve. FEDERICO II se erige en Señor de los Estados pontificios.
Los Estados Pontificios vuelven a pasar por un difícil trance durante el imperio de FEDERICO II. Tras la derrota de la liga lombarda en 1239, ésta se disuelve definitivamente. Por otra parte, el Reino de las Dos Sicilias queda incorporado al Imperio. FEDERICO se propone anexionar igualmente el patrimonio de San Pedro para acaparar el dominio de toda Italia. Marcha sobre Roma, de donde se ve obligado a huir el papa GREGORIO IX, se pasea desafiante y sin oposición por toda Italia, nombra gobernador del territorio peninsular a su hijo Enzio y él mismo se erige en señor de los Estados Pontificios.
El Papa levanta la excomunión de FEDERICO II, pero por su increible arrogancia vuelve a ser excomulgarlo.
El Gran Maestre de la orden Teutónica, Hermann von Salza, hombre recto y honrado, logra que GREGORIO IX y FEDERICO II se reconcilien. El Papa levanta la excomunión que pesa sobre el Emperador, pero en cuanto von Salza muere, la increíble arrogancia de FEDERICO II le lleva a reemprender la guerra, pues lo que él pretende es, nada menos, conquistar Italia entera y hacer de Roma la capital del Imperio. En marzo de 1239, GREGORIO IX vuelve a excomulgarle; podría escribir un libro entero con las razones que tiene para hacerlo.
Los cantones montañeses de Schwytz y Nidwald son subordinados al emperador FEDERICO II.
En 1240, los cantones montañeses de Schwytz y Nidwald son subordinados al emperador FEDERICO II, pero conservan el derecho de elegir sus propios jueces. Los señores de Habsburgo ponen en tela de juicio esa libertad.
Tras la batalla de Liegnitz, los príncipes germanos reaccionan y detienen la avalancha de los mongoles.
El emperador FEDERICO II no puede hacer nada por proteger a Alemania de los mongoles, que invaden su parte oriental en 1241 y derrotan, en la fecha, a los príncipes germanos en la batalla de Liegnitz, pero saben reaccionar y detienen la avalancha de los mongoles, volviendo éstos entonces sus ataques contra Hungría y los Balcanes.
FEDERICO II marcha sobre Roma porque el papa convoca un concilio para confirmar su excomunión.
El Papa GREGORIO IX convoca un Concilio para confirmar la excomunión de FEDERICO II. Éste anuncia por su parte su oposición total a la celebración de un concilio que, convocado por el Papa, no tiene otra motivación que la de su deposición y sustitución por lo que ordena a sus tropas que apresen a todos los que viajan a Roma con la intención de participar en el mismo. En efecto, una flota imperial apresa las naves en que viajan un centenar de obispos franceses y españoles que se dirigen a Italia y los mete en una fortaleza. Luego FEDERICO II marcha sobre Roma.