Vacante el trono pontificio, es elegido, por unanimidad, en la sesión XXXIX del Concilio de Constanza, por un Colegio Electoral compuesto de 23 cardenales -de las tres obediencias- y treinta prelados procedentes de Italia, Francia, Inglaterra y España, Otto Colonna que adopta el nombre de MARTIN V (11/11/1417 – 20/2/1431). Este papa recibe, definitivamente, la obediencia de toda la Iglesia, lo que pone fin al llamado Cisma de occidente. Los decretos adoptados son confirmados por el papa con algunas restricciones, por lo que no queda aprobado el decreto de la sesión quinta sobre la superioridad del Concilio. Con la reunificación del papado en Roma por el Concilio de Constanza, se fijó a posteriori que la línea de Aviñón se consideraría no canónica. El Concilio termina con la proclamación de la bula «Frequens» que ordena la celebración de otro Concilio general en Pavía, a los cinco años; luego otro, a los siete y, en los sucesivo, cada diez años deberá reunirse el concilio general.
MARTÍN V (Papa)(1417-1431)
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Después de sus cuarenta y cinco sesiones, es clausurado por MARTÍN V, el Concilio de Constanza.
Después de sus cuarenta y cinco sesiones, es clausurado, en la fecha, por MARTÍN V, el Concilio de Constanza. Constanza ha terminado el cisma, pero deja una funesta semilla que tardará mucho en extirparse. Se trata del modo de gobernarse la Iglesia: Autores muy respetables aseguran que la verdadera autoridad de la Iglesia reside en el episcopado como cuerpo, por lo que resulta que la asamblea general, el concilio ecuménico, es superior al Papa. Incluso no sólo los obispos, sino los sacerdotes y todos los fieles constituyen el fundamento del poder papal. Es la traslación a lo sagrado de la doctrina democrática del poder, que reconoce los valores del «pueblo soberano». Frente a la monarquía absoluta otorgada por Jesucristo a su vicario, Pedro, surge ahora el gobierno en forma parlamentaria. Este error torturará a los pontificados de MARTÍN V, Eugenio IV y Nicolás V. que lucharán por desarraigarlo y que además ocasionará graves dificultades en la marcha de la Iglesia.
Fallece JUAN XXIII que ha sido liberado y nombrado obispo de Frascati.
Tras la elección por el Concilio de Constanza de MARTÍN V como nuevo pontífice, JUAN XXIII, tras el pago de treinta mil florines, es liberado y tras prestar obediencia al nuevo papa, este le nombra, en 1419, obispo de Frascati falleciendo ese mismo año. Está enterrado en Florencia, dentro del Baptisterio, en un monumento fúnebre obra de Donatello y de Michelozzo.
Martín V reside temporalmente en Mantua y en Florencia, en la fecha consigue entrar en Roma.
Tras su elección, el papa MARTÍN V no regresa inmediatamente a Roma, residiendo temporalmente en Mantua y en Florencia. Hasta el 28 de septiembre de 1420 no regresará a la Ciudad Eterna, encontrándose una ciudad arruinada y decaída por el periodo de abandono que ha supuesto la perdida de la sede pontificia, por lo que se dedica a su levantamiento y restauración, tarea a la que dedicará gran parte de sus energías.
Martín V promulga unas nuevas constituciones para la Universidad de Salamanca
Al Papa MARTÍN V se debe la firma de los primeros concordatos con las naciones europeas. En 1422 promulga unas nuevas constituciones para la Universidad de Salamanca, en sustitución de las de Benedicto XIII
Nuevo Jubileo convocado por el papa Martín V cumpliendo el nuevo plazo de 33 años establecido en 1390.
Nuevo jubileo convocado por el papa Martín V cumpliendo el nuevo plazo de 33 años establecido en 1390.
Nuevo Concilio general en Pavía. Debido a una epidemia el concilio se ha de trasladar a Siena.
El Concilio de Constanza, por medio de su decreto Frequens, aprobado en su sesión XXXIX, ha dispuesto la celebración de otro concilio general en Pavía. Muy a disgusto, por las ideas conciliares en boga, el papa MARTÍN V firma la convocatoria. Y el concilio se reúne en la fecha, en Pavía. Casi en seguida se declara una epidemia de peste y el concilio ha de trasladarse a Siena.
El Concilio ha pasado de Pavía a Siena. Pero en Siena es disuelto por el Papa Martín V.
El Concilio ha pasado de Pavía a Siena. Pero en Siena, el ambiente de los padres es tan hostil a la supremacía pontificia, y por otra parte, son tan pocos los que se han reunido, que el Papa, MARTÍN V, ante el desacierto que hubiera sido continuar la asamblea, la disuelve el 7 de marzo de 1424, aunque fiel a Constanza, señala la ciudad de Basilea como sede del concilio que debía celebrarse sieta años después. Poca actividad conciliar restaba a MARTÏN V, pues fallecerá antes de ver reunido el concilio convocado por él.
Con la abdicación del antipapa CLEMENTE VIII queda zanjado definitivamente el CISMA DE OCCIDENTE.
En 1429, ALFONSO de BORGIA recibe del papa MARTÍN V en Roma, la misión de resolver el problema del papa CLEMENTE VIII residente en Peñíscola. Por fin, en la fecha, se acaba lo que era una ficción política. El papa MARTÍN V y el rey ALFONSO V el Magnánimo de Aragón se avienen cuando éste consigue que MARTÍN V haga también concesiones (entre las que se incluyen las relativas a su posesión del reino de Nápoles). ALFONSO obliga a abdicar a CLEMENTE VIII. El último acto de esta farsa será el reconocimiento en el castillo de Peñíscola de MARTÍN V por CLEMENTE VIII, sus tres cardenales y dignatarios, abandonando su nombre pontificio y volviendo a tomar su nombre de bautismo. Con la abdicación del antipapa CLEMENTE VIII (el español Gil Sánchez Muñoz), elegido en oposición a MARTÍN V, queda zanjado definitivamente el CISMA DE OCCIDENTE. MARTÍN V nombra a Gil Sánchez obispo de Mallorca y como tal morirá el 28 de diciembre de 1446.
La habilidad de Alfonso de Borgia ha conseguido que Clemente VIII se someta a la autoridad de Martín V.
La habilidad de ALFONSO de BORGIA ha conseguido que CLEMENTE VIII se someta a la autoridad de MARTÍN V, y se acabe definitivamente con la división en la Iglesia que dura desde 1378 (precisamente el año de nacimiento de ALFONSO). En recompensa, el papa MARTÍN V concede a ALFONSO el obispado de Valencia, es decir, uno de los lugares con más poder y con mejores rentas de la península (obispado de Valencia estará ocupado por sucesivos miembros de la familia BORGIA -Alfonso, Rodrigo, César, Juan y Pedro Luis- hasta bien entrado el siglo XVI, es decir, durante más de ochenta años).