JUAN, hijo de PEDRO el Ceremonioso, como heredero de la Corona de Aragón, es nombrado lugarteniente general

Se inicia la redacción de la crónica de PEDRO el Ceremonioso, la más metodológica de las cuatro grandes crónicas catalanas. Queda terminada hacia 1385

En la siguiente ofensiva de PEDRO I el Cruel contra Aragón, el ejército castellano, en el que participan navarros, portugueses y granadinos, se encamina hacia el Maestrazgo, dejando tras de sí un rastro de sangre y horror. En la fecha, PEDRO I el Cruel asedia la ciudad de Valencia. Cuando esta ciudad recibe la ayuda de las fuerzas conjuntas de ENRIQUE de Trastámara y FERNANDO de Aragón (hijo de Alfonso IV y Leonor), PEDRO I se verá en la necesidad de retroceder hasta Murviedro.

CARLOS II el Malo, con una actitud que adoptará muchas veces a lo largo de su reinado, rompe su primera alianza y se une a PEDRO el Ceremonioso y a ENRIQUE de Trastámara contra PEDRO I de Castilla. En este caso y en muchos otros se refleja la que será siempre su máxima preocupación; conseguir para Navarra una salida al mar, condición indispensable para que pueda ser un reino verdaderamente independiente. El pacto con PEDRO el Ceremonioso se firma, en la fecha, en Uncastillo y en él se determina que, a cambio de su ayuda, recibirá una fuerte compensación económica.

Se firma el desastroso acuerdo de paz de Murviedro, en el que la Corona de Aragón se reconoce vencida. En virtud del mismo, JUANA de Aragón se casará con PEDRO I de Castilla, llevando como dote Calatayud, Zaragoza y Teruel con sus castillos, mientras que ISABEL de Padilla se casará con el infante ALFONSO de Aragón, que aportará una parte del reino de Valencia. Sin embargo el tratado no llega a cumplirse ya que es precisamente PEDRO I de Castilla, el beneficiario del mismo, quien se niega a cumplirlo si no le son entregados ENRIQUE de Trastámara y el infante FERNANDO, que se encuentran refugiados en Aragón.

Muere en el campo de batalla, el infante FERNANDO, marqués de Tortosa, hermano de PEDRO el Ceremonioso y que también tenía derechos a la corona castellana. De esta manera, el rey PEDRO el Cruel se ve libre de un competidor y además puede recuperar Tortosa. A finales de 1363 los castellanos afianzan su dominio. Gran parte de Aragón y del reino de Valencia están en poder de Castilla.

CARLOS II el Malo, rey de Navarra, se reúne de nuevo, en la fecha, con PEDRO el Ceremonioso en Sangüesa y Sos y reconoce a ENRIQUE de Trastámara como candidato al trono de Castilla. ENRIQUE se compromete a entregar a Navarra los territorios que pertenecían a este reino en tiempos de Sancho el Mayor.

ENRIQUE de Trastámara es reconocido por PEDRO el Ceremonioso como candidato al trono de Castilla y León en el transcurso de un acuerdo que ambos adoptan en la fecha. En contrapartida, la Corona de Aragón recibirá el reino de Murcia y otras plazas. Para refrendar lo acordado, ENRIQUE y PEDRO se hacen entrega mutua de sus hijos, JUAN -futuro rey de Castilla- y PEDRO de Aragón, como rehenes.

PEDRO I el Cruel tiene noticia de la decisión de PEDRO el Ceremonioso de apoyar la candidatura de ENRIQUE para ocupar el trono de Castilla y León y su respuesta es una gran ofensiva que se centra en Alicante. Valencia es sitiada en enero de 1365 y la situación en Aragón se hace insostenible, aunque ello redunda en beneficio de ENRIQUE de Trastámara ya que, tal estado, lleva a la entrada en el conflicto de Navarra, de Francia y el Papa.

En un nuevo cambio de postura, CARLOS II el Malo negocia a continuación con PEDRO I de Castilla, ya que éste le ofrece los puertos de Fuenterrabía y Oyarzun a cambio de su ayuda. Las amenazas de represalias por parte de PEDRO el Ceremonioso, ante la traición llevada a cabo, se desvanecen cuando, en la fecha, CARLOS II firma un tratado de paz con Francia, el Tratado de Aviñón.