LUTERO. MARTÍN... (Reformador protestante) (1517-1546)

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CARLOS (V) publica el célebre “edicto de Worms”. LUTERO y sus secuaces son proscritos en el imperio.


Después de la dieta de Worms, CARLOS (V) entrega al nuncio una declaración escrita por la que se compromete a defender la religión de sus padres aun al precio de su sangre y vida y, después de la partida de LUTERO, publica el célebre “edicto de Worms” de 25 de mayo de 1521 en el cual se proscribe decididamente en todo el imperio a LUTERO y a sus secuaces y se ordena sean quemados sus escritos. Ninguna consecuencia embarazosa representa para el hereje este edicto ya que se encuentra a salvo en la fortaleza de Wartburg.

En los meses que LUTERO se encuentra en la fortaleza de Wartburg redacta o comienza a componer un buen número de obras importantes.


En los meses que LUTERO se encuentra en la fortaleza de Wartburg redacta o comienza a componer un buen número de obras importantes. Mas no es todo paz y tranquilidad. Una documentación abundante, particularmente algunos testimonios del mismo LUTERO, confirmará el hecho de que durante los meses transcurridos en aquella soledad es objeto de persistentes ansiedades y luchas interiores. Ya el 13 de julio escribe a MELANCHTON que “ardía en su carne y en la lujuria”, y añade luego: “No sé si Dios se ha apartado de mí”. Más aún: insiste en la idea de que el demonio lo persigue y que tiene que mantener duras batallas con él. Prescindiendo de la veracidad de estos hechos, ciertamente podemos admitir que, con ocasión de las largas horas que tiene que pasar LUTERO en aquella soledad, se renuevan sus preocupaciones y angustias interiores y tiene que sostener duras batallas contra ellas.

LUTERO sale de la Wartburg vestido de caballero, está ocho días en Wittemberg, se informa de todo lo que está ocurriendo y procura aplacar los ánimos.


Otro asunto turba la tranquilidad de LUTERO en la fortaleza de Wartburg. En efecto llegan de Erfurt noticias de que algunos estudiantes de Wittembreg, apoyados por grupos del pueblo se han dedicado a saquear las casas de los canónigos y a cometer otros atropellos. La agitación se intensifica cada vez más con la tolerancia del príncipe elector, hasta el extremo de destruir las imágenes de la iglesia, eliminar la misa y excitar a los religiosos y religiosas a abandonar sus conventos y romper el celibato. Ante noticias tan alarmantes, según parece, sale LUTERO de incógnito de la Wartburg vestido de caballero, está ocho días en Wittemberg, se informa de todo lo ocurrido y procura aplacar los ánimos. Sin embargo tiene que ceder a gran parte de las exigencias de los agitadores. Así, pues, con la plena aprobación de LUTERO se elimina definitivamente la misa privada, la obligación de la confesión, los ayunos y aún el celibato de los clérigos. Más aún: se alienta a los monjes, religiosos, sacerdotes y religiosas para que, saliendo de los conventos, contraigan matrimonio. Luego vuelve a su retiro donde ecribe su “Exhortación leal a guardarse de la sedición”. Sin embargo este escrito no obtiene el resultado apetecido.

Llegan a Alemania los cabecillas de una nueva secta -los anabaptistas- que han sido arrojados de diversas poblaciones.


Llegan a Alemania los cabecillas de una nueva secta -los anabaptistas- que han sido arrojados de diversas poblaciones por el desorden social que están promoviendo a causa de su doctrina. Uno de estos fanáticos cabecillas es Tomás MÜNTZER. En Alemania se juntan con KARLSTADT, cabecilla seguidor de LUTERO, y juntos siembran la agitación en Turingia y otros territorios. Bien pronto todo el centro de Europa, desde la Alsacia y Lorena hasta el Tirol y Carintia, se hallan en franca revuelta, movida por bandas de paisanos, a los que se juntan grupos de proletarios urbanos y también de monjes relajados y nobles arruinados. Los horrores que cometen por todas partes son incalculables: arrasan castillos y casas señoriales, destruyen monasterios e iglesias, etc.

Tribunales de la Inquisición se crean también en los Países Bajos, sobre todo de 1522 en adelante.


Tribunales de la Inquisición se crean también en los Países Bajos, sobre todo de 1522 en adelante. Estos tribunales dependen de Roma, aunque ejerza un estrecho control la autoridad laica. En efecto, uno de los problemas que tiene que afrontar CARLOS (V) en los Países Bajos, es la expansión de la Reforma del luteranismo y el nacimiento del calvinismo, así como los primeros levantamientos que sofoca con dureza. Una de las primeras víctimas es el sacerdote Jan Bakker, quemado en La Haya, acusado de herejía.

CARLOS I vuelve a España. Deja en manos de su hermano FERNANDO la dirección de los asuntos imperiales.


Al ausentarse el emperador CARLOS I del ámbito germánico para volver a España en 1522, deja en manos de su hermano FERNANDO la dirección de los asuntos imperiales, y en especial las difíciles relaciones con los príncipes y las ciudades luteranas. FERNANDO se siente impotente. Los príncipes se sienten particularmente atraídos por las ventajas que LUTERO les brinda de apoderarse de los bienes eclesiásticos y constituirse en dueños absolutos en lo civil y en lo religioso.

Los franceses son vencidos y se retiran por Bayona. CARLOS I y FRANCISCO I se enzarzan en una guerra.


Los franceses son vencidos y deben retirarse por Bayona. Pero el Emperador CARLOS I y FRANCISCO I de Francia se enzarzan en una guerra que durará hasta la muerte de este último, en 1547. El papa ADRIANO VI tratará de reconciliarles. Nada puede ser más nefasto para la Cristiandad, en estos momentos, que una guerra entre los dos más poderosos monarcas católicos, pues la herejía luterana está haciendo estragos en Alemania, y los turcos, de nuevo a la ofensiva, han conquistado Belgrado y la isla de Rodas, a pesar de la heroica defensa de un puñado de Caballeros de San Juan. CARLOS I y FRANCISCO I, sin embargo, no les harán caso.

Se inicia la primera dieta de Nüremberg dedicada en gran parte a la cuestión del luteranismo.


Se inicia la primera dieta de Nüremberg dedicada en gran parte a la cuestión del luteranismo. El papa ADRIANO VI envía como legado suyo al nuncio Francisco Chieregati, quien, por encargo expreso del papa, reconoce paladinamente la necesidad de la reforma de la curia romana, de los prelados y del clero y la culpa que les cabe a ellos en los acontecimientos de Alemania. Así, pues, por una parte proclama la voluntad decidida del romano pontífice de realizar esta reforma cuanto antes, y, por otra, suplica a los príncipes alemanes la ejecución del edicto de Worms y la lucha seria contra la herejía. Esta confesión pública del romano pontífice por boca de su legado hace una enorme impresión en todos los asistentes a la dieta. Sin embargo, se han creado ya muchos intereses entre algunos príncipes alemanes por lo que únicamente recomiendan medios suaves y dejan la solución de las cuestiones religiosas a un concilio cristiano libre, que debe reunirse en el término de un año en territorio alemán. El papa considera que la petición formulada es antipapal ya que en aquel contexto, “libre” sólo puede significar “independiente del papa”.

En Suiza, los cantones rurales, que temen el predominio de la burguesía, firman una alianza.


En efecto, se están alineando dos bandos y esta vez el espíritu conciliador de los suizos no podrá sobreponerse a las pasiones desencadenadas. Los cantones rurales, que temen el predominio de la burguesía, firman una alianza, en 1524, “para detener, extirpar y castigar por todos los medios… las ideas de Lutero, Zuinglio, Hus y otras doctrinas erróneas y pervertidas”.

En la primavera de 1524 se reúne de nuevo en Nüremberg la dieta alemana.


En la primavera de 1524 se reúne de nuevo en Nüremberg la dieta alemana. Ante la agitación creciente de los innovadores, el gobierno central del emperador se muestra más decidido a tomar medidas enérgicas para defender el catolicismo. El papa CLEMENTE VII envía como legado suyo al cardenal Campegio, el cual desde un principio exige, en nombre del papa, la ejecución del edicto de Worms. La respuesta de los príncipes es insuficiente. Admiten oficialmente dicho edicto, pero sólo se comprometen a su cumplimiento “en cuanto sea posible”.