BENEDICTO XII (Papa)(1334-1342)

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BENEDICTO XII, ataca vigorosamente la codicia por las ganancias entre los eclesiásticos.


BENEDICTO XII, ataca vigorosamente la codicia por las ganancias entre los eclesiásticos; regula los impuestos a pagar por los documentos extendidos por la oficina papal; hace que las visitas episcopales no sean más una opresión financiera para los clérigos y anula la práctica de la solicitud de refrenda por favores papales, que son extremadamente lucrativos para los oficiales venales. Aunque aborrece el nepotismo, solo muestra preferencia por un familiar al nombrar al eminente Juan Bauzian como Arzobispo de Arles en deferencia a la insistencia de los cardenales; influye en su única sobrina al desanimarla de aceptar a un noble pretendiente y casarse con alguien de su humilde rango. En una ocasión, dijo : «un Papa debe ser como Melquisedec, sin padre, sin madre, sin genealogía». La reforma monástica en particular compromete su celo. Siendo él mismo un cisterciense, sueña con revivir el primitivo fervor en los monasterios, así como la devoción al estudio. Algunas constituciones papales relacionadas a los monasterios, así como sus visitas a los mismos atestiguan su solicitud por el renacimiento de los monasterios.

BENEDICTO XII trata de persuadir a EDUARDO III a establecer la inquisición en Inglaterra.


Angustiado por la infidelidad en Irlanda, BENEDICTO XII trata de persuadir a EDUARDO III a establecer la inquisición en su reino, pidiéndole también que apoye a los obispos irlandeses a extirpar la herejía. A pesar de ser el más ardiente enemigo de la herejía, BENEDICTO es extremadamente paciente y amoroso en el trato con los herejes. Busca también la unión de las iglesias del oriente con Roma, por medio de un delegado del Emperador ANDRÓNICO, cuya sinceridad, sin embargo, BENEDICTO se ve forzado a poner en duda; demuestra su preocupación por la iglesia de Armenia que a principio del siglo XIV ha sufrido la invasión de los mahometanos, socorre a los menos afortunados en el orden temporal, y concilia las diferencias doctrinales que han desgarrado Armenia con el cisma.

BENEDICTO XII se puede considerar como aportador de muchos bienes para la Iglesia.


En cuanto a los asuntos puramente eclesiásticos, el pontificado de BENEDICTO XII se puede considerar como aportador de muchos bienes para la Iglesia. Piadoso, prudente y firme, se empeñó a conciencia en lograr satisfacer las necesidades de la Iglesia en un período critico. En las relaciones políticas, sin embargo, no tubo éxito. Inexperto en política, tenía poca aptitud para la diplomacia, y un conocimiento escaso del hombre y de los asuntos del mundo. Las conflictivas motivaciones políticas lo confundieron, y la duda y vacilación contrastaron dolorosamente con su firmeza y decisión en los asuntos eclesiales.

La batalla decisiva ante la invasión de los benimerines tiene lugar a orillas del río Salado.


Los benimerines en gran número atraviesan el estrecho de Gibraltar, a pesar de los esfuerzos de la escuadra castellana para evitarlo. Sin embargo, los africanos, en vez de adelantarse hacia el interior, se detienen a sitiar Tarifa, lo cual da tiempo a ALFONSO XI el Justiciero de Castilla para allegar soldados y colaboración. La batalla decisiva tiene lugar -en la fecha- a orillas del río Salado (Cádiz). El papa BENEDICTO XII, declara cruzada la campaña. Castellanos, catalanoaragoneses y portugueses, en virtud de la alianza que tienen firmada precisamente ante la amenaza musulmana, se enfrentan a la invasión. Intervienen  ALFONSO VI de Portugal y PEDRO el Ceremonioso, rey de la Corona de Aragón y entre todos, incluidos los propios defensores de Tarifa, obligan al sultán Abú-l-Hasan a regresar a Marruecos, lo que prácticamente supone la expulsión definitiva de los norteafricanos benimerines, pero no el control absoluto del estrecho de Gibraltar. La victoria del Salado es importante por el enorme botín que obtiene ALFONSO XI de Castilla. Calcúlase en más de 200.000 el número de benimerines que perecieron o quedaron prisioneros. Es la última gran batalla que registran los anales de la reconquista. (También en 1343, ALFONSO XI obtendrá otra gran victoria sobre los benimerines en Palmones.)

Fallece BENEDICTO XII. Su obesidad natural, ha estimulado las caricaturas y las críticas inmerecidas.


Fallece BENEDICTO XII. Su obesidad natural, ha estimulado las caricaturas y las críticas inmerecidas. Pero la historia ofrece una reivindicación y hay testimonios de que a pesar de que ha fallado al no tener éxito con las dificultades políticas que ha heredado, su piedad, virtudes, espíritu pacifista, su justicia, rectitud, su firmeza en dar reglas, su celo por la doctrina, y por la reforma moral, y la integridad de su carácter están por encima de toda crítica.Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Abbas frigidus (El abad frío), cita que hace referencia a que antes de ser elegido pontífice fue sacerdote del Monasterio de Fontfride (Fuente Fría).