Horatio NELSON, nacido en Norfolk, Inglaterra, aprende a navegar en los estuarios en Norfolk e ingresa en la Marina Británica a los doce años. Su carrera naval comienza el 1 de enero de 1771, en el buque de guerra Raissonable, bajo el mando de su tío materno. En 1777 pasa a ser teniente de navío, destinado en las Indias Occidentales. Durante este período lucha en el ejército británico en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. A los 20 años, en junio de 1779, asciende al cargo de capitán, al mando de su primera fragata, Hitchenbroke que participa en la desastrosa expedición a San Juan contra las posesiones españolas en Centroamérica.
NELSON (Oficial inglés de la marina)
Total de piezas: 9
NELSON toma parte en una batalla en Nicaragua, contra un fuerte español. Gana la batalla pero enferma gravemente.
NELSON toma parte en una batalla contra la fortaleza española del Castillo de la Inmaculada Concepción, a orillas del Río San Juan en Nicaragua. En la fecha, los españoles rinden finalmente el fuerte. Nelson gana la batalla, pero su debilitada salud por el cólera hace que tenga que regresar a Jamaica casi sin vida y después a Inglaterra por más de un año. Finalmente regresará al servicio naval y se le asignará la Albemarle, en la que continuará luchando contra los rebeldes americanos hasta el fin oficial de la guerra en 1783.
Una escuadra inglesa al mando de NELSON intenta apoderarse de Tenerife. Es rechazado y herido grave.
Una escuadra inglesa, al mando de Horace NELSON, se sitúa, en la fecha, frente al puerto de Santa Cruz de Tenerife -con la intención de apoderarse de la isla-, siendo rechazado y herido gravemente. El contraalmirante británico, se ve obligado a entablar con el gobernador de la Isla, Francisco Gutierrez, unas negociaciones que equivalen prácticamente a una rendición. El vencedor se comporta caballerosamente y presta todo el auxilio posible a sus adversarios, suministrándoles medicinas y víveres, lo que no impide que NELSON pierda un brazo.
NELSON sorprende en Abukir (Egipto) a la flota francesa. Primera batalla de Abukir en Egipto.
Primera batalla de Abukir en Egipto. Como temía NAPOLEÓN, NELSON sorprende en Abukir a la flota francesa, cuyos marineros se hallan en tierra. El almirante francés Brueys d’Arguiller ordena el embarque y zafarrancho de combate. Pero el resultado final es desastroso para los franceses. Mueren 1.700 -entre ellos, Brueys-, 600 resultan heridos y 3.000 son hechos prisioneros. Las bajas británicas, en cambio, ascienden a 218 muertos y 677 heridos. De la flota francesa sólo escapan al desastre dos buques de línea y dos fragatas.
NELSON destroza las naves francesas y pone rumbo a Nápoles. NAPOLEÓN se queda aislado en Egipto.
Tras la batalla de Abukir, Nelson pone rumbo a Nápoles con sus tropas. Este desastre supone que NAPOLEÓN se queda aislado en Egipto.
NELSON está cañoneando las defensas francesas en Abukir. NAPOLEÓN se siente atrapado.
Mientras NAPOLEÓN llega a El Cairo, en Europa se está ultimando la formación de la Segunda Coalición para atacar a una Francia debilitada por tensiones políticas internas. NAPOLEÓN, viendo que no obtiene ningún rendimiento de la campaña egipcia y que está lejos de la metrópoli, teme quedar al margen de un nuevo reparto de poder. Decide regresar cuanto antes, pero cuando estudia la forma de hacerlo recibe la noticia de que NELSON está cañoneando las defensas francesas en Abukir. Ha desembarcado un contingente otomano de 15.000 hombres bajo las órdenes de Mustafa Pacha que han aniquilado al batallón del general Marmont. NAPOLEÓN envía en su ayuda a 300 hombres que corren la misma suerte. Sintiéndose atrapado y sin posibilidad de retirada, ordena que todas las tropas diseminadas en Egipto se reagrupen para ser repatriadas. Pero antes es necesario recuperar Abukir.
La flota británica ataca Copenhague en 1801 (Primera Batalla de Copenhague).
La flota británica ataca Copenhague en 1801 (Primera Batalla de Copenhague). Batalla en la que NELSON derrota a la flota danesa, desbaratando así el plan de NAPOLEÓN de trabar una alianza con los países bálticos. La solidez de la economía danesa se ve fuertemente afectada por las pérdidas provocadas durante las Guerras Napoleónicas. Dinamarca se ha aliado con Francia y ha librado diversas batallas contra las tropas británicas.
Se reconoce a los británicos el derecho a fondear en los puertos de Suecia y Dinamarca.
El almirante inglés NELSON destruye la flota danesa en Conpenhague y acaba con la amenaza de la Liga de la Neutralidad Armada, formada por naciones que rechazan las tentativas inglesas de impedir el comercio con Francia. Todo ello fuerza la alianza de Dinamarca con Francia. Por otra parte, esta neutralidad se rompe con la firma -en la fecha- del Tratado de S.Petersburgo (Rusia), en el que se reconoce a los británicos el derecho a fondear en los puertos de Suecia y Dinamarca.
NELSON vence frente a Trafalgar a una escuadra hispano-francesa pero pierde la vida.
La escuadra hispano-francesa está al mando de los franceses Villeneuve y Dumanoir junto a los españoles Gravina y Alava. Dejan imprudentemente Cádiz, incluso contra las instrucciones del mismo Napoleón, para apoderarse de Nápoles. La flota británica al mando de Nelson y Collingwood derrota a las flotas combinadas de Francia y España frente al cabo Trafalgar, cerca de Gibraltar. Los 27 barcos de Nelson atacan los 33 francoespañoles con tal habilidad, que sólo 11 buques enemigos se salvan de ser hundidos o capturados. Los británicos, en cambio, no pierden uno solo. Nelson muere a causa de las heridas que le infiere un cañonazo en el momento de la victoria, pero ha asegurado el dominio del mar para Gran Bretaña, y mientras éste sea efectivo, Napoleón nunca podrá derrotar a los británicos. NELSON antes de sucumbir heroicamente arenga a sus tropas con estas memorables palabras: «Soldados, Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber». La consecuencia de esta derrota es que NAPOLEÓN se ve forzado a abandonar sus planes contra Inglaterra y a centrar su atención en sus enemigos continentales. Por otra parte, España asiste a la aniquilación de su marina de guerra y la de sus mejores hombres como Churruca, Alcalá-Galiano y el propio Gravina, poco tiempo después. Villeneuve se suicida.