En el oeste, los príncipes alemanes se implican en cuatro guerras para frenar las intenciones de LUIS XIV de extender el territorio francés hasta el Rin. En la guerra de Devolución (1667-1668), FEDERICO GUILLERMO I, el gran elector de Brandeburgo, acepta una pensión de LUIS a cambio de apoyo político.
GUERRA DE DEVOLUCIÓN (1667 - 1668)
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LUIS XIV hace valer su reclamación sobre los Países Bajos españoles mediante un poderoso ejército.
LUIS XIV condujo a su país a cuatro guerras costosas. En todas ellas continuó la política de contener y reducir el poder de los Habsburgo, extender las fronteras francesas hasta posiciones defendibles y conseguir ventajas económicas. Su ministro de Guerra, el marqués de Louvois, organizó un poderoso ejército de 300.000 hombres entrenados, disciplinados y bien equipados. En 1667, el monarca empleó este ejército para hacer valer su reclamación (basada en su matrimonio, en 1660, con María Teresa, hija del rey Felipe IV de España) sobre los Países Bajos españoles. Una hostil alianza de poderes marítimos le indujo a negociar un compromiso de paz en 1668. La recompensa francesa fueron once fortalezas en la frontera nororiental.
Los franceses penetran en los Países Bajos españoles y conquistan Lille tras las «fronteras naturales».
Los franceses penetran en los Países Bajos españoles y conquistan Lille, empeñados en alcanzar las que Luis XIV considera «fronteras naturales» de su país. En realidad, Luis XIV sigue la política de Richelieu de alejar la frontera de París a costa de los Países Bajos españoles. Condé ocupa el Franco Condado, ante la negativa de España a negociar. Las plazas fuertes caen en una serie de brillantes maniobras. España no tiene medios para resistir, por lo que confía en la ayuda internacional. En efecto, Provincias Unidas, Inglaterra y Suecia, que no ven bien la expansión francesa, forman la «Triple Alianza» o «Alianza de la Haya», nórdica y protestante, y Luis XIV prefiere tratar en condiciones moderadas.
Después de la muerte de Felipe IV de España, su yerno, LUIS XIV de Francia, alega derechos sucesorios.
Después de la muerte de Felipe IV de España, su yerno, LUIS XIV de Francia, alega ante CARLOS II derechos sucesorios (jus devolutionis) de su esposa sobre los Países Bajos españoles (Luis XIV está casado con María Teresa de España, hija de Felipe IV de castilla y de Isabel de Francia, su primera mujer) y empieza la llamada «Guerra de devolución» o también «de la Reina» (1667-1668) contra España. (Devolución = derecho sucesorio según el cual la hija del primer matrimonio precede a los hijos del segundo).
La Guerra de Devolución entre España y Francia se acaba con el Tratado de Aquisgrán. España empieza su decadencia como gran potencia.
La Guerra de Devolución entre Carlos II de España y Luis XIV de Francia se acabará con la firma de la «Paz de Aquisgrán» el dos de mayo de 1668, con la intervención de Holanda e Inglaterra. Francia recibe doce fortalezas fronterizas flamencas (entre otras: Lille, Tournai y Cherleroi) , pero tiene que devolver a España el Franco Condado, por consejo del conde de Peñaranda que pensaba cambiarlo en el futuro por el Rosellón, perdido en la Paz de los Pirineos. España empieza su decadencia como gran potencia. Francia sale beneficiada.