El Parlamento sueco aprueba por amplia mayoría solicitar la integración en la Comunidad Europea, pero sin renunciar a su neutralidad política.

Independientemente de las fluctuaciones de la coyuntura política, la Unión Europea sigue siendo el socio comercial más grande de Rusia. Los estados europeos son simultáneamente los acreedores e inversores más importantes en Rusia. Por otra parte, la relevancia de Rusia para la UE se ve confirmada por el suministro de aproximadamente un 20 por ciento de la demanda de gas natural y el 16 por ciento de la de petróleo, lo cual convierte a este país en el principal proveedor de las materias primas energéticas para Europa. Asimismo, los nuevos miembros de la UE –los estados de Europa Central y Oriental– son considerablemente más dependientes de los suministros de gas ruso, y los análisis económicos prevén que la demanda de gas ruso siga aumentando. Los amplios intereses y lazos de Rusia con los estados europeos más potentes, así como el hecho de que la política exterior común de la UE esté en la actualidad tan sólo creándose, explican por qué los rusos prefieren recurrir en los asuntos europeos al diálogo bilateral con los estados clave de la UE: Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, e incluso en algunas cuestiones con España.

La desintegración del bloque de los países del este representa uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX, que ha cambiado no sólo la situación geopolítica en la zona de la ex URSS, sino también la estructura de las relaciones internacionales. Para los estados ex comunistas, este hecho ha implicado consecuencias de naturaleza geográfica, política, militar y económica. Por ejemplo, Polonia deja de limitar en el este con un solo país, convirtiéndose en sus nuevos vecinos las antiguas repúblicas soviéticas: la Federación Rusa –a través del enclave del Distrito de Kaliningrado–, Lituania, Bielorrusia y Ucrania. Los países de la Europa Central y Oriental, en consecuencia, han comenzado a plasmar su política exterior de modo independiente, en función de sus propios intereses nacionales. En el caso de Polonia, desde los inicios de la década de los noventa se ha considerado razón de estado la integración en las estructuras de Europa Occidental: la OTAN y la Unión Europea.

El Parlamento de Estonia restablece la independencia que será reconocida por la UE y EEUU., y finalmente aceptada por Moscú.

Este día y el siguiente, cumbre de Maastricht (Holanda), donde los países de la CEE (salvo Gran Bretaña) definen una moneda común, el ecu. Acuerdo sobre el estudio de un principio de ciudadanía europea y sobre una diplomacia y defensa comunes.

En la fecha se produce el reconocimiento de la República de Croacia por la Comunidad Europea. Pese a este reconocimiento, Krajina y algunas zonas de Eslavonia quedan bajo control serbio y las hostilidades prosiguen. También es reconocida en la misma fecha por la Comunidad Europea, la independencia de Eslovenia donde Janez DRNOVSEK, del Partido Liberal demócrata, pasa a presidir el gobierno. También Roma reconoce la independencia de las católicas Eslovenia y Croacia. La Iglesia ortodoxa serbia ha acusado a Roma de que sus prisas en el reconocimiento de estos dos países ha provocado una desestabilización en los Balcanes.

Gran Bretaña firma el Tratado de Maastricht. Su política monetaria no se ve afectada por el tratado

Tratado de la Unió Europea (Tratado de Maastricht). Tratado que el 7 de febrero de 1992 firman los miembros de la Comunidad Económica Europea, bajo la batuta de Jacques Delors, en la ciudad holandesa de Maastricht. En este tratado se ha diseñado la política económica común europea y se establece que el euro sea la moneda única europea. Con el Tratado de Maastricht, se impulsa la reforma de las instituciones europeas. Se sustituye la CEE por la Unión Europea y se implantan progresivamente la plena unión monetaria y la moneda única. Tiene doce miembros.

La CE seguida al día siguiente por EEUU., reconoce la independencia de Bosnia; A su vez, los serbios proclaman la República Serbia de Bosnia-Herzegovina, y se intensifican los combates. Siguiendo un plan similar al de la guerra de Croacia, las fuerzas serbias se apoderaron de casi dos tercios del territorio bosnio.

Pasado el plazo dado a GADDAFI, la CEE y los siete países más industrializados adoptan sanciones económicas, y GADDAFI apela ante la Corte Internacional de Justicia.