La heroica resistencia del pueblo etíope resulta inútil. Los italianos no sólo atacan al ejército etíope, sino que se ensañan con la población civil. Miles de personas mueren víctimas de sustancias tóxicas, entre ellas el gas mostaza, diseminadas por el invasor desde sus aviones. Cae la capital Addis Abeba en poder del ejército italiano. El emperador etíope Haile Selassie, se refugia en Londres y pasea su inimitable figura por todos los organismos interfranquistas, clamando por su causa. Comparece ante la Sociedad de Naciones (antecedente de la ONU) para reclamar justicia. La Sociedad de Naciones no se deja conmover por la tragedia. Sus miembros se limitan a votar sanciones poco efectivas contra Italia. Y a Etiopía ni siquiera se le otorgan fondos para comprar armas extranjeras.

Italia abandona la Sociedad de Naciones

El Gobierno de España acusa a Alemania e ltalia en la Sociedad de Naciones de prestar ayuda a los franquistas en el conflicto español.

El Gobierno español advierte a la Sociedad de Naciones sobre la internacionalización de facto del conflicto español, y contra la postura del Comité de “No intervención”.

Egipto es admitido en la Sociedad de Naciones.

Juan NEGRÍN, presidente del Gobierno de la República española, pide a la Sociedad de Naciones estudie el caso español y pide finalice el “Comité de No Intervención”.

HITLER dirige su mirada hacia Polonia para atacar, después, al tambaleante -piensa él- régimen soviético, que no aguantará la embestida. De hecho, la confrontación germano-polaca arranca de la Conferencia de Paz de Versalles, celebrada a lo largo de 1919, que entregó a Polonia varios territorios alemanes de Prusia Oriental, otorgando a los polacos una salida al mar Báltico por Danzig, que fue declarada “ciudad libre” bajo el control de la Sociedad de Naciones. No menos irritante y afrentoso que el estatuto internacional de la ciudad es el corredor que la une con Polonia, que parte por la mitad Prusia, separando su zona oriental del resto del país y causando numerosos problemas a los alemanes que desean trasladarse de un lugar a otro. En Danzig, cerca del 90% de la población es de origen y lengua germanos, por lo que esa internalcionalización y el empleo de Polonia constituye un motivo constante de irritación alemana y una de las obsesiones de Hitler, cuyo programa pretende vertebrar dentro del Reich todos los territorios que han sido alemanes, tal como ha fijado en “Mein Kampf” y en decenas de discursos políticos.

La Italia fascista abandona la Sociedad de Naciones.

El Gobierno de la República de España pide en la Sociedad de Naciones se termine con la política de “no intervención”. La reclamación es derrotada por 4 votos en contra, 2 a favor y 9 abstenciones.

Ante la Sociedad de Naciones el doctor NEGRÍN pide la retirada de las Brigadas Internacionales que luchan junto con la República. De hecho, en julio de este mismo año,  el Comité de No-Intervención de Londres ha llegado a un acuerdo para la retirada de las fuerzas extranjeras. Se decide, pues, su retirada. De los hombres que han pasado por las Brigadas Intemacionales, alrededor de 10.000 han dejado su vida en los campos de batalla españoles.