LEÓN IX, que ha sido elegido por el emperador, sólo se considera jefe visible de la Iglesia cuando es elegido en Roma según las reglas eclesiásticas que rigen la elección de los papas. Un importante gesto con respecto a la antigua tradición de la libre elección. Serán sus consejeros HILDEBRANDO, nacido en Siena, que toma el hábito benedictino, Humberto de Silva Candida y Pedro Damián, cardenal y obispo de Hostia al que se le atribuyen más de sesenta obras algunas de ellas dirigidas a luchar contra la simonía, el nicolaísmo. Este pontífice será el verdadero iniciador de los grandes viajes papales, recorriendo numerosos países europeos y presidiendo sínodos en Pavía, Reims (1049), Maguncia (1049) y otras ciudades. Será uno de los papas más importantes de toda la Edad Media y los cinco años de su papado serán realmente decisivos.
HILDEBRANDO ALDOBRANDECHI (Consejero papal, hasta 1073)
Total de piezas: 7
Hildebrando Aldobrandechi, futuro Gregorio VII, en su época anterior al papado, fue Consejero papal. Y es que a comienzos del siglo XI, ante un papado impotente ante las facciones nobiliarias, se verificó un auténtico cesaropapismo con el emperador Enrique III, verdadero dispensador de cargos eclesiásticos. Tras la muerte de Enrique III surge un movimiento tendiente a liberar al papado del sometimiento al Imperio. En todo el mundo cristiano comienza a reivindicarse la libertad de la Iglesia. Se tratará de dignificar la vida moral de los clérigos, condenando la simonía, el nicolaísmo e imponiendo el celibato. Se pretenderá fortalecer la autoridad papal en contra de la voracidad de los príncipes imperiales.
VICTOR II -papa- (16.4.1055 – 28.7.1057).
Es elegido papa Genhard, obispo de Eichstät, quien toma el nombre de VÍCTOR II (16.4.1055 – 28.7.1057). La benéfica influencia de HILDEBRANDO, consejero del anterior papa, se hace sentir en la elección de este papa. Los romanos quieren elegir a uno de los suyos, en tanto el emperador desea continuar siendo él quien elija pontífices. La inteligencia y habilidad negociadora del joven monje HILDEBRANDO logra una solución que todos aceptan: los romanos aceptan que el nuevo papa no sea italiano y el emperador accede a no ser él quien lo elija, pero a condición de que sea alemán. VÍCTOR II, firme impulsor de la reforma eclesiástica, realiza diversos viajes por Europa. Preside diversos sínodos.
ESTEBAN IX lanza una fuerte campaña contra la simonía y la relajación de costumbres entre los clérigos italianos.
El Papa ESTEBAN IX lanza una verdadera campaña contra la simonía y la relajación de costumbres entre los clérigos italianos. El pueblo asume como propia la campaña y algunos grupos llegan a castigar públicamente a los clérigos corruptos, por lo que el papa debe intervenir personalmente para evitar esos excesos. HILDEBRANDO, en viajes por el norte de Europa, extiende las ideas de la reforma cluniacense entre el clero más alejado de Roma.
ESTEBAN IX es el primer papa que es elegido solamente por eclesiásticos.
ESTEBAN IX -papa- (3.8.1057 – 29.3.1058). El vacío de poder que deja la muerte de Enrique III provoca que, a la muerte del papa Víctor II, se ignoren los derechos recogidos en la Constitutio Lotharii y en el Privilegium Othonis que reconocen que ningún papa será consagrado hasta que su elección haya sido aprobada por el emperador. En efecto, el clero romano aprovecha la oportunidad de que el nuevo emperador sólo tiene seis años, para elegir libremente al nuevo papa. FEDERICO de Lorena es Cardenal y abad de Monte Cassino cuando HILDEBRANDO sugiere su nombre a los electores que no dudan en elevarlo al solio. Tras haber sido dignamente elegido el nuevo papa, HILDEBRANDO, dando muestras de excepcional tacto, solicita la aprobación de la emperatriz regente INÉS que la concede. Primer cluniacense que accede al solio pontificio. Se rodea de un brillante grupo de colaboradores. Después de muchos años de ser elegidos los pontífices por el emperador, ESTEBAN IX es el primero que ocupa la silla de Pedro tras una elección puramente eclesiástica. Decide trasladar la sede papal a Monte Cassino.
Es nombrado Papa BENEDICTO X. Una vez más las familias romanas logran imponer a un papa.
BENEDICTO X -antipapa- (5.4.1058 – 24.1.1059). Una vez más las familias romanas logran imponer a un papa. Esta vez aliada con los CRESCENCIO -sus tradicionales enemigos- la familia TÚSCULUM nombra, mediante soborno, a JUAN MINCIO bajo el nombre de BENEDICTO X. Pero el «siglo oscuro» ya ha muerto y hombres como HILDEBRANDO y Pedro DAMIÁN están al frente de la Iglesia. Aleccionados por ellos, los cardenales se niegan a aceptar la inicua elección, abandonando Roma.
La alianza de la Iglesia con los normandos, cristalizará en el sínodo de Melfi de 1059.
El enfrentamiento con el Sacro Imperio, que la Iglesia ha provocado con las decisiones del sínodo de Letrán de 1059 no es considerado pasajero porque lleva implícito la independencia o no de la propia Iglesia. Esta situación hará que el papa NICOLÁS II busque nuevas alianzas para la futura lucha con el emperador. Así, busca la alianza con los normandos que se encuentran solidamente asentados desde 1016 en el sur de Italia. Enviado por el pontífice, HILDEBRANDO viaja al sur de Italia. La alianza con los normandos, cristalizará en el sínodo de Melfi (1059) en el que se firmará un tratado con ROBERTO Guiscardo, el Zorro, en el que se legitiman las conquistas normandas y se ceden a los mismos, como feudo papal, una serie de territorios que hasta entonces eran imperiales; a cambio, NICOLÁS II, obtiene el reconocimiento del Benevento como territorio pontificio, recibirá un tributo y auxilio armado. ROBERTO recibe del papa el título de duque de Apulia y Calabria; en contrapartida, el normando se declara vasallo del pontífice.
GREGORIO VII -papa- (22.4.1073 – 25.5.1085).
GREGORIO VII -papa- (22.4.1073 – 25.5.1085). Al día siguiente de morir Alejandro II y mientras dirige las honras fúnebres del difunto pontífice, como archidiácono de la Iglesia, HILDEBRANDO es aclamado por el pueblo como futuro papa. Pocas veces, hasta entonces, ha habido tal unanimidad en el Pueblo de Dios para elegir a un sucesor de Pedro. Tanto ha hecho ya por la Iglesia, que todos esperan de él sin duda más de lo que humanamente puede d?ar. Hombre de notable vitalidad, retoma con renovado vigor la lucha de sus antecesores contra la simonía y la corrupción en la vida eclesial. En su lucha -«reforma gregoriana»- cuenta siempre con la incondicional ayuda de los cluniacenses, que ya son muchos.