ALFONSO VI envía en 1075 al CID a reclamar las parias impagadas por la taifa de Sevilla. Una vez allí, el CID es reclutado por el rey sevillano Almotamid para luchar contra su enemiga Granada, en cuyo ejército luchan algunos nobles de renombre como García Ordóñez, gran amigo de ALFONSO VI. El CID sale victorioso y regresa a la corte con una gran recaudación. Pero le pasan factura las enemistades granjeadas con los nobles humillados por él meses antes. Es acusado de apropiarse de gran parte de las parias sevillanas, hecho no probado, pero que incurre en traición a la Corona. Lo cierto es que el rey sevillanoa ha premiado cuantiosamente la tarea del CID.

Muerto Almamun -rey de Toledo-, ALFONSO VI de Castilla llega a un acuerdo con los toledanos para que la ciudad se le rinda sin lucha. La condición es que el rey mantenga sitiada a Toledo durante cuatro años para que la rendición pueda producirse sin deshonor. ALFONSO VI recela de el CID por las cosas que se han dicho de él una vez regresado de Sevilla y en el verano de 1081, durante el cerco de Toledo, tiene lugar el primer destierro de El CID, por atacar Toledo sin el conocimiento de su rey y por haber defendido a Almotamid de Sevilla del conde de Nájera. De acuerdo con la costumbre, acompañan al Campeador en su destierro sus vasallos y las tropas de éstos, constituyendo una “mesnada” que, para vivir, va a ofrecer sus servicios a algunos príncipes extranjeros. El CID pelea unas veces de acuerdo con los moros y otras contra ellos, según convenga a los intereses cristianos, pues siempre procura en sus alianzas debilitar a la morisma y no enfrentarse al rey ALFONSO.

Cuando el Cid es expulsado de Castilla por el rey ALFONSO VI, busca refugio en Zaragoza. Tras atravesar media Castilla, entra en el actual Aragón por el valle alto del río Jalón y pasa por Ariza, Alhama, Bubierca y Ateca. Como está en tierras extrañas se asienta con sus mesnadas en un cerro elevado sobre el río Jalón, desde donde domina Ateca, Terrer, Calatayud y una pequeña aldea llamada Alcocer. En lo alto de este cerro construye una fortaleza. (El cerro se llama “cerro Torrecid). Los dos poemas épicos más importantes de la literatura europea, el “Cantar de Roldán” y el “Poema del Cid”, tienen como escenario las tierras del actual Aragón; bien podríamos decir que Aragón ha sido una tierra muy propicia para la literatura épica.El Cid ofrece sus servicios al rey moro de Zaragoza, al-Muqtádir, y a su hijo, al-Mutamin. El reino musulmán de Zaragoza está rodeado de enemigos y el Cid se ofrece como soldado mecenario con las huestes que los han acompañado desde Castil

En la fecha, SANCHO V de Pamplona (SANCHO I RAMÍREZ de Aragón) acude en auxilio de Al-Hachib de Lleida, que está amenazado por el CID.

En la fecha, SANCHO V de Pamplona (SANCHO I RAMÍREZ de Aragón), como ya ha hecho en 1082, acude en auxilio de Al-Hachib de Lleida, que está de nuevo amenazado por eI CID. Pero el Campeador esta vez vence, en la fecha, al ejército aragonés cerca de Tortosa (Batalla de Tortosa y sitio de Morella). El ejército aragonés huye perseguido de cerca por las mesnadas del Campeador.

Fallece, en la fecha, al-Muqtadir, rey de la taifa de Zaragoza. Ahmad ben Yusuf, al-Mustain, hijo de al-Muqtadir, es el nuevo rey (1085-1110). En estos años, el Cid Campeador, está a las órdenes, como mercenario, de los reyes de Zaragoza.

Como consecuencia de la gran derrota que ALFONSO VI ha sufrido en Badajoz, a cargo del almorávide YUSUF, el rey decide levantar el destierro al CAMPEADOR. El CID, que ha estado guerreando en levante en forma tal que, en suma, ha resultado beneficiosa para Castilla y que ha servido de guardián de su flanco suroriental, vuelve al favor del rey, que le entrega señoríos y reconoce la importancia de su labor. Por otra parte, la derrota de ALFONO VI no tiene efectos de tipo territorial ya que tras ella YUSUF regresa a África, pero cambia el curso de los acontecimientos. Los cruzados cristianos ya no se enfrentan a Taifas desunidos y desorganizados, sino a un renacido imperio musulmán que hace la guerra santa. La política de ALFONSO VI tiene que variar su orientación.

En Valencia ha sido depuesto del trono Al-Qadir, quien lo recupera con la ayuda del CID.

Antes de terminar 1088, se produce un nuevo desencuentro entre el CID y su rey. ALFONSO VI ha conquistado Aledo (provincia de Murcia), desde donde pone en peligro las taifas de Murcia, Granada y Sevilla con continuas algaradas de saqueo. Las taifas andalusíes solicitan de nuevo la intervención del emperador almorávide, YUSUF ibn Tashufin, que sitia Aledo el verano de 1088. ALFONSO acude al rescate de la fortaleza y ordena al CID que marche a su encuentro para sumar sus fuerzas, pero el Campeador, que se dirige hacia Murcia, no acaba por reunirse con su rey, sin que se pueda discernir si la causa es un problema logístico o la decisión del CID de evitar el encuentro. En todo caso, ALFONSO VI vuelve a castigar al CID con un nuevo destierro aplicándole además una medida que solo se ejecuta en casos de traición, que conlleva la expropiación de sus bienes; extremo al que no había llegado en el primer destierro. Es a partir de este momento que el Cid comienza a actuar a todos los efectos como un caudillo independiente y plantea su intervención en Levante como una actividad personal y no como una misión por cuenta del rey.

Por otra parte, durante varios años los de Santa María de Oriente (Albarracín) han de entregar fuertes sumas de oro al Cid para que este caballero castellano no los incordie. Hoy a esta situación la llamaríamos chantaje, pero tal vez en el siglo XI se ve como algo normal. Gracias a este sistema, Albarracín podrá mantenerse como reino independiente durante casi un siglo.