Aunque los talibán y Al Qaeda no representan una amenaza militar para el gobierno afgano, persisten los ataques terroristas esporádicos contra las fuerzas estadounidenses en el país. Incluso el secretario de Defensa, Donald Rumsfeid, reconoce que la situación es “confusa”. Hamid Karzai, tres meses después de acceder al cargo de presidente de Afganistán, carga todavía con la tarea pendiente de aplicar la autoridad de su gobierno a lo largo y ancho del país y de hallar una fórmula política para imponerse a los señores de la guerra fuera de la capital. Karzai ha encontrado el paso cortado para proceder a ello, debido no sólo a las continuas tensiones étnicas y tribales en un país devastado por 23 años de guerra sino también a la incapacidad de la comunidad internacional para cumplir dos promesas claves que efectuó el pasado mes de diciembre en la firma del acuerdo de Bonn que dio paso a la creación del nuevo gobierno de Kabul.

Aunque existen buenas razones para intentar derrocar a SADDAM, éste sea quizás el peor momento para hacerlo. La guerra de Afganistán dista mucho de haber concluido, Al Qaeda no ha sido derrotada y prosiguen las operaciones terroristas, lo cual obliga al envío de fuerzas estadounidenses a múltiples lugares. Palestina está en llamas, y el enfrentamiento en esta región se ahonda cada semana, con lo que resulta remota la posibilidad de un acuerdo pacífico. En el mundo musulmán el odio hacia EEUU. alcanza niveles sin precedentes. Tanto la economía mundial como la estadounidense está en un mal momento, y reina la incertidumbre y la falta de confianza en los mercados. EEUU. carece de la credibilidad necesaria en el mundo musulman para iniciar una campaña militar contra Bagdad sin aportar primero una solución al problema palestino.

La organización Al Qaeda mata a 35 personas al hacer estallar nueve coches bomba en tres complejos residenciales destinados a trabajadores extranjeros en Riad. De estos muertos 9 son norteamericanos y 12 suicidas, y cerca de 200 heridos.

Cinco atentados casi simultáneos golpean restaurantes y hoteles frecuentados por extranjeros en Casablanca. Causan 45 muertos, entre ellos cuatro españoles y un centenar de heridos. En la Casa de España de Casablanca fallecen 24 personas. Catorce terroristas, miembros de Salafia Yaliadia, también fallecen. El Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) reivindica los ataques. Este grupo pertenece a la galaxia de Al Qaeda.

Atentado de Al Qaeda en Casablanca (Merruecos) 45 muertos oficiales.

Atentado en Nayaf (sur de Irak), que causa al menos 83 personas muertos, entre ellos el ayatolá Mohamed Baqr al Hakim, un importante dignatario chií.

Cadena de explosiones contra el consulado británico y las oficinas del banco HSBC en Estambul. 48 muertos y más de 450 heridos. Al Qaeda y el Gran Frente Islámico Incursor del Este reivindican el ataque.

El 11 de marzo Madrid es escenario del más sangriento atentado padecido en Europa, si se exceptúa el caso del avión de la Pan Am que estalló sobre Lockerbie. La acción, reivindicada por las Brigadas Abu Fafs Al Masri próximos a Al Qaeda, colocan catorce bombas en cuatro trenes y provocan la muerte de 192 personas y cerca de dos mil heridos. Es el 11 de septiembre europeo. El hecho y las confusas explicaciones del partido en el poder, el PP, alterará el resultado de las elecciones a celebrar tres días después.

Difusión de un vídeo en el que se ve la decapitación del estadounidense Nicholas Berg por Al Zarqaui (militante musulmán salafista, terrorista, que se proclamó líder de Al-Qaeda en Irak, organizando diferentes acciones contra las tropas estadounidenses desplegadas en la zona).

Después del 11 de septiembre, Somalia despierta de nuevo el interés de EEUU., cuyos servicios de inteligencia han detectado en el país a miembros de Al Qaeda procedentes de Sudán. Washington decide entonces apoyar, frente a los islamistas, a once señores de la guerra, reunidos en la Alianza para la Restauración de la Paz y contra el Terrorismo.