En 1919, HITLER se une a un excéntrico grupo llamado Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores, (Antiguo Partido de los Trabajadores Alemanes). De las dos primeras sílabas de «Nationaln (pronúnciese «natsionab>) sale el abreviado «nazi» (pronúnciese «natsi»). HITLER resulta ser un eficaz orador, al menos para los oídos alemanes, y sobre esos oídos vierte su odio por el tratado de Versalles y por los judíos, y encuentra oyentes bien dispuestos. Va ganando fuerza, y tras la ocupación del Ruhr y la inflación, considera que tiene bastantes seguidores como para intentar un putsch en Baviera. En septiembre de 1919 HITLER escribe su primer documento político. En él señala que la «cuestión judía» debe ser resuelta a través de la remoción total de los judíos de Europa, que debe ser llevada a cabo no de forma emocional, mediante pogromos o métodos similares, sino en base a una eficiente planificación. Para Hitler, «el tema judío es la cuestión esencial del nazismo».

Arthur James BALFOUR asegura a los judíos que los apoyará a la hora de crear un «hogar nacional» en Palestina. Sin embargo, hace incapié en que la colonización sólo será posible reconociendo de forma rigurosa los derechos civiles y de propiedad del resto de la población y respetando su religión. Pero la Declaración que lleva su nombre no garantiza los derechos políticos de los árabes de Palestina. No puede hacerlo en un país poblado mayoritariamente por árabes que no han dado su consentimiento. Y un Hogar nacional sionista implica un gobierno sionista en el territorio en el que se establezca, lo que causará, sin lugar a dudas, perjucios a los derechos políticos del 91% de la población de Palestina que es árabe.

Los palestinos se hallan divididos entre los partidarios de integrarse en una gran nación árabe -primero de la Gran Siria, luego de la actual Jordania- y los que prefieren un gobierno autónomo bajo administración británica. Pero todos coinciden en rechazar el «hogar judío». «Cómo se puede permitir a los judíos (que no alcanzan el 7 por ciento de la población y cuyas propiedades no llegan a una milésima parte de las tierras y casas del país) que puedan convertirse, sin que tengan el menor derecho, en los dueños de Palestina», rezaba un manifiesto de notables cristianos y musulmanes de Jerusalén en febrero de 1920.

Los judíos tampoco están contentos, ya que ven que la forja de su hogar se pospone. Chaim WEIZMANN es elegido presidente de la Organización Sionista Mundial. A partir de 1920 se van configurando las principales instituciones de esta Organización: la Agencia judía, como interlocutora ante las autoridades británicas; el Haganah, fuerza de defensa influida por los laboristas; y el Histadrut, la confederación de trabajadores que jugará un papel vital en el asentamiento judío. Compran terrenos y bienes lnmuebles a los árabes en calidad de propiedad colectiva. Al no darse nunca la venta a la inversa, van ampliando su patrimonio y reduciendo el de los palestinos.

Los enfrentamientos aislados entre judíos y palestinos empiezan a hacerse habituales hasta que se generalizan el 4 de abril de ese año en una ola de violencia que recorre toda Palestina. Los árabes se sienten engañados por los británicos.

Los palestinos deciden en el congreso de Haifa (diciembre de 1920) crear un comité ejecutivo y un Consejo Supremo Musulmán que será presidido por Hadj Amin Husseini, muftí de Jerusalén. Éste, en un principio intenta ganarse a los británicos para la causa árabe, pero irá convirtiéndose en su peor enemigo a medida que los británicos irán dando cauce al «hogar judío», al permitir la llegada de inmigrantes.

Revuelta antijudía en Jaffa que es reprimida con gran dureza.

Se establece el primer poblado judío en Palestina. La Organización Sionista Mundial celebra el establecimiento de Nahalal, la primera moshav, aldea colectiva, en el emek, en el valle de Izreel. Los musulmanes ya han protestado violentamente en mayo de este mismo año contra el desplazamiento de judíos a Palestina (Golda Meir, por ejemplo, llega este mismo año a Palestina desde Nueva York) Incluso los británicos tienen que formar la Comisión Investigadora Haycraft para intentar aplacar los ánimos y tratar de lograr una armonía que es ya imposible una vez se ha iniciado el proceso.

En el censo de 1922, la población establecida en Palestina es de 850.000 personas: 700.000 musulmanes, 82.000 judíos, 62.000 cristianos y 6.000 de otras religiones. El peso porcentual de los judíos y su importancia cualitativa no dejará de incrementarse en los años siguientes. Los emigrantes judíos que van llegando, proceden en su mayor parte de la URSS, de Lituania y de Polonia. Estos emigrantes son recibidos en Palestina por una poderosa organización financiada con dinero internacional judío, la Histadrut. Es una especie de organización sindical, que imparte una fuerte formación ideológica y sirve como empresa comercializadora de productos y de adquisición de tierras.

Originalmente el Mandato sobre Palestina incluia lo que actualmente es Jordania, todo lo que ahora es Israel, así como los territorios entre ambos países. Sin embargo, cuando el Emir Abdullah protegido de la Gran Bretaña, es obligado a abandonar el dominio ancestral de los Asemitas en Arabia, los ingleses crean para él un reino que incluye la Palestina Mandataria al este del río Jordán. No existe un nombre árabe tradicional o histórico para este territorio, por lo que se le bautiza con los nombres primeramente de Transjordania y después Jordania por su asociación con el río Jordán. Con esta acción política, la cual viola las condiciones pre-establecidas en la Declaración Balfour y el Mandato sobre Palestina, los ingleses acortan en más de un 75 por ciento el territorio asignado al Hogar Nacional Judío. Con el 25 por ciento de lo que queda del Mandato Palestino los ingleses violan, inclusive con el territorio restante, los requisitos estipulados en la Declaración Balfour y el Mandato para la creación tanto de un «Hogar Nacional Judío» como de un «denso asentamiento judío». Paso a paso los ingleses van restringiendo los lugares donde los judíos pueden comprar, habitar, construir, cultivar o trabajar tierras.