Cuando fallece Constantino, SAPOR II de Persia cuenta con 17 años y, anticipándose a la confusión subsiguiente, inicia su primera guerra contra Roma. Obtendrá algunos éxitos; sin embargo, y aunque los hijos de Constantino se dedicarán a luchar entre ellos, las posiciones fronterizas fortificadas resistirán a SAPOR. En 350 esta primera guerra habrá concluido en un virtual empate.

El emperador Constantino el Grande había hecho remover de Tebas el obelisco erigido por Tutmosis III aproximadamente en el año 1490 aC, de granito rojo y aproximadamente de 455 toneladas de peso, para hacerlo trasladar hasta Constantinopla, pero a su muerte su hijo y sucesor CONSTANTINO II lo hará trasladar a Roma para colocarlo en el Circo Máximo.

Los emperadores romanos van considerando poco a poco a la Iglesia como un organismo más del Estado, entrometiéndose en todos sus asuntos. De hecho, cuando CONSTANTINO I el Grande muere se puede decir con toda razón que se han conseguido todas las condiciones para que el cristianismo se convierta en religión del Estado. Pero en esta política de favor hacia la religión cristiana se insinúa un peligro: la inclinación del emperador a intervenir, más allá de la propia competencia, en las cuestiones eclesiásticas y teológicas. Nace de esta manera el «césaro-papismo» que tan pesadamente dejará sentir sus consecuencias en la historia de la Iglesia, por obra de los emperadores siguientes.

Como en la época de Diocleciano, la división del Imperio causa una guerra civil entre CONSTANTINO II y CONSTANTE I. Éste vence a su hermano CONSTANTINO II en Aquilea -quien, como su padre, recibe el bautismo en su lecho de muerte- y queda como emperador de Occidente. Su hermano CONSTANCIO II sigue como emperador de Oriente.

El «Edicto» de Milán de 313, fue una auténtica declaración de libertad religiosa: «Hemos pensado que la política más razonable es que, bajo ningún pretexto, pueda privarse a nadie de la libertad de escoger su religión, tanto si prefiere la cristiana como otra cualquiera», se dice en un párrafo del mismo; sin embargo sucesivos edictos irán limitando el campo hasta dejar sólo muy pocas opciones, parece que su función es legitimar la religión cristiana como única del Imperio. Así, pues, en el año 341 se prohíben los sacrificios paganos, posteriormente seguirán otra actuaciones en este sentido. CONSTANCIO publica un decreto -“Que cese la superstición” (Cesset Superstitio), que alienta una actitud belicosa y, en algunos casos, la destrucción deliberada de estatuas y templos.

En le fecha, termina la primera guerra entre Roma y Persia en un virtual empate.

En 350, el reino ostrogodo (godos del Este), que se extiende por las actuales Polonia y Ucrania, al E. del Dniéper y al N. del mar de Azov, ha alcanzado su máxima extensión y su mayor poder bajo un rey llamado ERMANARICO.

La débil romanización del territorio de la actual Austria, se compensa con la propagación del cristianismo hacia el s. IV.

En el valle del Ebro la decadencia del Imperio romano se plasma en el abandono de algunas ciudades. Bílbilis y otras muchas se despueblan y acaban convertidas en campos de ruínas. Los edificios públicos son desmantelados y los caminos y los puentes se deterioran. Cerca de Fraga se han encontrarán los restos de una de las villae romanas; se denomina villa Fortunatus porque aparece este nombre escrito en un mosaico y se cree que es el nombre del dueño de la villa. La población del territorio actual aragonés, en el siglo IV, disminuye bastante, pues sólo quedan tres ciudades: Tarazona, Huesca y Zaragoza. En las tres se establecerán en los siglos III y IV sendas sedes episcopales. Gracias a esa función episcopal pueden sobrevivir.

Con la crisis del siglo IV comienza la decadencia del Imperio romano y el proceso que lo llevará a su caída. A la crisis económica y a la inestabilidad política, provocada por las luchas internas por el poder y por las incursiones germánicas, se añade el trastorno causado por la difusión del cristianismo que florece a pesar del desorden político.