La llegada de los celtas a la Península Ibérica supone la difusión por el nordeste de la misma de nuevas costumbres funerarias: incineran los cuerpos e introducen las cenizas en urnas (pequeños recipientes de cerámica) que se entierran juntamente con las ofrendas funerarias. Las tumbas se agrupan cerca de los poblados y constituyen verdaderos campos de urnas (1.000-600 aC) que delatan el paso de estos pueblos indoeuropeos a lo largo de los siglos por Catalunya, norte de Valencia hasta la Plana de Castellón, y penetrando por el valle del Ebro hacia Aragón y Navarra para luego progresar hacia la meseta.
ARAGÓN (Hasta 809)
Total de piezas: 14
La colaboración vascona es recompensada con la jurisdicción sobre territorios del Aragón occidental.
En el territorio actual de Aragón, donde los vascones colaboran con los romanos en las guerras contra los celtíberos, una vez derrotados éstos en el año 72 a.C., la colaboración vascona es recompensada por los romanos con la jurisdicción sobre amplios territorios del Aragón occidental. Estos territorios, al sur, llegan a 15 km de la que será Cæsar Augusta, la actual Zaragoza fundada por los romanos sobre la población ibérica de Salduba. Pero los romanos no tardarán en decidir la conquista total de la Península Ibérica, y, por lo tanto, también de la zona del Cantábrico.
Los límites de la Tarraconense van desde los Pirineos a Sagunto, Numancia, León y Asturias.
Los límites de la Tarraconense, después de la división de DIOCLECIANO, van desde los Pirineos a las cercanías de Sagunto, Numancia, León y Asturias. Para la administración de justicia la Tarraconense comprende dos Conventos Jurídicos. Caesaraugusta (Zaragoza) es la capital de uno de ellos, adscrito a la provincia Tarraconense, con capital en Tarraco (capital, al mismo tiermpo, del otro Convento Jurídico). Prácticamente todo el territorio aragonés está incluido en la demarcación del Convento Jurídico Cesaraugustano.
En numerosos lugares se producen martirios durante la terrible persecución de DIOCLECIANO
Habrá constancia de numerosos lugares de España en los que se producen martirios durante la terrible persecución de DIOCLECIANO: de la Tarraconense, en Girona (Feliu y Narcis), Barcelona (Lucia y Cugat), Zaragoza (Lamberto) y Calahorra (Emeterio y Celedonio); de Gallecia en León; de la Lusitania hay mártires en Mérida y Ávila; de la Bética en Córdoba, Sevilla (Justa y Rufina) y Écija y de la Cartaginense habrá en Toledo y Alcalá. Por otra parte: Bárbara en Nicomedia, Inés en Roma, Catalina en Alejandría, Victorino de Petabio, obispo de Petabio, hoy Pettau, sufren cruel martirio en tiempo de DIOCLECIANO.
En el valle del Ebro la decadencia del Imperio romano se plasma en el abandono de algunas ciudades.
En el valle del Ebro la decadencia del Imperio romano se plasma en el abandono de algunas ciudades. Bílbilis y otras muchas se despueblan y acaban convertidas en campos de ruínas. Los edificios públicos son desmantelados y los caminos y los puentes se deterioran. Cerca de Fraga se han encontrarán los restos de una de las villae romanas; se denomina villa Fortunatus porque aparece este nombre escrito en un mosaico y se cree que es el nombre del dueño de la villa. La población del territorio actual aragonés, en el siglo IV, disminuye bastante, pues sólo quedan tres ciudades: Tarazona, Huesca y Zaragoza. En las tres se establecerán en los siglos III y IV sendas sedes episcopales. Gracias a esa función episcopal pueden sobrevivir.
Celebración de un Concilio en Zaragoza. El tema principal: doctrina de Prisciliano.
Las denuncias contra PRISCILIANO provenientes de Hidacio, obispo de Mérida, y de Itacio, obispo de Algarve, ambos apoyados en la autoridad del emperador de Occidente GRACIANO, conducen a la celebración, en la fecha, de un Concilio en Zaragoza. Este Concilio, el primero conocido de la Tarraconense, se saldará con la absolución de PRISCILIANO y sus seguidores, aunque se condenarán algunos de sus ritos, demasiado vehementes para la ortodoxia romana. Tras esta victoria, PRISCILIANO es nombrado, por obispos adeptos, obispo de Ávila. Durante dos años se mantendrá la tregua entre las dos interpretaciones del cristianismo.
El Concilio de Zaragoza insiste, como el de Elvira (312), en temas relativos a la continencia clerical.
Por otra parte, el Concilio de Zaragoza que se celebra en la fecha, insiste, como el de Elvira (306), en temas relativos a la continencia clerical, a las vírgenes consagradas, a la observancia cultural y de prácticas ascéticas; precisando y condenando abusos. Así, condena en su primer canon las reuniones de mujeres solas para aprender o enseñar o que asistan a las lecciones de hombres donde no estén sus maridos. Los cánones segundo y cuarto aluden a prácticas comunes: que no se ayune en domingo, que no se falte durante la semana a los cultos en las iglesias, que no se tengan reuniones ocultas o en los montes, en particular en los días que van del 17 de diciembre al 6 de enero. El tercero prohíbe llevarse la eucaristía a casa; ha de tomarse en la iglesia, al comulgar. El sexto rechaza al clérigo que por parecer más observante se hace monje. El séptimo, que nadie se llame «doctor» si no se le ha conferido ese título. A través de estos cánones conciliares se desprende un ideal de perfección, un exagerado cultivo del mismo y las graves deficiencias que lo rodean.
Los vascones, aprovechando el desvanecimiento del poder romano recobran la autonomía.
Los vascones, aprovechando el desvanecimiento del poder romano ante la invasión de los bárbaros, recobran la autonomía y las antiguas operaciones predatorias se convierten ahora en corrientes de conquista y expansión principalmente hacia Cesaraugusta, en el curso medio del Ebro. Mucho topónimos actuales del alto Aragón indican el paso de los conquistadores. No son ni muy numerosos ni muy fuertes pues faltando la estructura provincial romana se muestran sin embargo incapaces de apoderarse de núcleos de población importantes. El territorio de los vascones es más o menos el actual (en el año 2.002), el ocupado por el País Vasco en España y la Gascuña en Francia. (El nombre de «Gascuña» corresponde al francés «Gascogne» que a su vez proviene de «Vasconia», sustituyendo la V por la G).
La ciudad romana de Caesaraugusta, posteriormente Zaragoza, es tomada por el conde visigodo GAUTERICO.
La ciudad romana de Caesaraugusta, posteriormente Zaragoza, es tomada, después de haber sido arrasada varias veces durante las revueltas «bagaudas», por el conde visigodo GAUTERICO. Posteriormente será incorporada al Reino visigodo de Tolosa.
Los visigodos no fundan ninguna ciudad en lo que hoy es Aragón, ni construyen ningún gran edificio público.
Los visigodos no fundan ninguna ciudad en lo que hoy es Aragón, ni construyen ningún gran edificio público. Además la arqueología no ha dado a luz restos cuantiosos, tan sólo algunas hebillas de cinturón, cerámicas y varias tumbas.