El temor común a Alemania mueve a Francia y a Gran Bretaña a resolver sus diferencias coloniales y a comenzar negociaciones para aunar sus operaciones militares y navales en Europa. En 1907, Gran Bretaña y Rusia también han resuelto sus diferencias y junto a Francia forman la Triple Entente, como respuesta a la Triple Alianza integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia. La Triple Entente, alimentará en Alemania la sensación de que está siendo «rodeada» por sus enemigos. Resulta difícil contemplar el mapa y no admitir que hay algo de eso, pero cabe también argüir que los alemanes se lo han buscado. Aquel cerco no es una acción, sino una reacción. En consecuencia, la amenaza de guerra estará fatalmente presente en los años siguientes ya que cualquier crisis que se produzca se tornará más peligrosa, por cuanto cada parte se sentirá fuerte al contar con el respaldo de su respectiva alianza.

En 1907 los gobiernos británicos y ruso firman un acuerdo de no-injerencia en los asuntos tibetanos.

El 23 de junio de 1908, Mohammed Alí, de Irán, intenta un nuevo golpe de Estado con apoyo de soldados rusos. Esta vez tiene éxito, aunque temporalmente.

En una zona deshabitada del centro de Siberia, cerca del río Tunguska, un afluente del Yenisei. Los habitantes de Vanavara, una población de cazadores cercana al lugar, ven pasar sobre sus cabezas una bola de fuego, seguida de una atronadora explosión que hace temblar el suelo bajo sus pies, mientras se produce un gigantesco fogonazo, que es visto a mil kilómetros de distancia, en un área de más de tres millones de km2. La onda de choque arranca de raíz 60.000 árboles grandes, en un área de 2.150 km2 quedando sus raíces apuntando hacia el epicentro del fenómeno. La potente onda expansiva da dos veces la vuelta al mundo, según se supo muchos años después gracias a los registros de la época encontrados en diveros sobservatorios de todo el mundo. Hasta el momento no se conoce qué pudo causar este desastre.

Bosnia-Herzegovina, situadas al noroeste de Serbia y Montenegro, son gobernadas nominalmente por el Imperio otomano, si bien el Congreso de Berlín, celebrado treinta años antes, las ha asignado como protectorado a Austria-Hungría. Ello significa que dichas provincias cuentan con guarniciones austrohúngaras, y que a todos los efectos son territorio de aquel Imperio. Austria-Hungría, aprovechando la crisis que en el Imperio otomano ha producido la revolución de los jóvenes turcos, quiere anexionarse definitivamente dichas provincias. El Imperio Austro-Húngaro intenta asegurar la operación por la vía diplomática. Después de conseguir la aprobación de los restantes miembros de la Triple Alianza -el Imperio alemán e Italia- el ministro de Asuntos Exteriores, en la fecha, se reúne con su homólogo ruso. Puesto que cabe contar con las protestas de Serbia y Montenegro por la anexión, la posición de Rusia resulta determinante como protectora de estos pequeños estados eslavos.

Rusia acepta no apoyar a los países balcánicos si Austria-Hungría accede a respaldar su antigua aspiración: la libre circulación de los buques de guerra rusos a través del estrecho de los Dardanelos.

Aparece en Ginebra el primer ejemplar del diario en ruso Pravda, publicado por León Trotski. Transferido éste a Viena, subsistirá hasta 1912. Los bolcheviques retomaron la publicación en 1913 en Leningrado (San Petersburgo) y más tarde en Moscú (1918).

Serbia y Montenegro, que siempre han contemplado a Bosnia-Herzegovina como parte potencial de su propio Estado, se sienten ultrajados al asistir a aquella anexión, pero ellos también se hallan inermes. Rusia apoya a Serbia en sus protestas por la anexión. Alemania se alinéa con Austria-Hungría, mientras que Gran Bretaña y Francia apoyan a Rusia. Por fin, Rusia que aún no se ha recuperado de la derrota frente al Japón ni del caos en que se ha precipitado, obliga a Serbia a desistir. Ésta, finalmente, acepta la anexión.

Serbia espera su ocasión, ya que no se muestra dispuesta a perder un territorio en que un tercio de población es de origen serbio. Trastornada por el ultraje que representa el hecho de que Bosnia-Herzegovina haya sido incorporada al Imperio Austro-Húngaro como provincias. Serbia ansía desesperadamente ir a la guerra contra Austria-Hungría, pero precisa del apoyo de Rusia, la cual no se halla en situación de prestarle ese servicio. Serbia ve desvanecerse el sueño de un gran imperio serbio y aunque ha de desistir de sus propósitos, a partir de ese momento empiezan a constituirse sociedades secretas dedicadas a la conspiración, y con la finalidad de hacer cuanto esté en su mano por perjudicar a Austria-Hungría.

Cuando, entre 1909 y 1913, la bailarina Anna Pavlova triunfaba en los escenarios como prima bailarina de los Ballets Rusos de Diaghilev, el art nouveau imperaba en la arquitectura y las artes decorativas. No es de extrañar, pues, que la Pavlova utilizara sus diseños en el estampado de sus ropas de calle, en la decoración de su mansión e, incluso, en accesorios como chales, joyas o abanicos.