A la muerte de Fernan González, el condado de Castilla pasa a su hijo GARCIA FERNÁNDEZ (970-995).

Fallece Fernán GONZÁLEZ. Sus territorios comprenden por el norte desde el mar Cantábrico, al sur hasta el río Duero, y por el oeste desde las cuencas de los ríos Nansa y Pisuerga hasta los territorios del este de las divisorias de las cuencas del Deva y Urola en Guipúzcoa y los montes Encía, Arana, Campazo, Cantabria y Toloño en Álava. Traducido a límites del siglo XXI, el condado de Castilla a la muerte de Fernán GONZÁLEZ, comprende la totalidad de las provincias de Burgos y Vizcaya, la mayor parte de Cantabria y Álava y pequeñas comarcas de las actuales provincias de Guipúzcoa, La Rioja, Soria y Palencia. El poder guerrero y expansivo de la nueva nación castellana no queda desapercibido a los ojos de los musulmanes, los cuales concentrarán todo su poder en este naciente territorio y arreciarán con sus razzias con especial virulencia.

La situación de paz en Castilla se mantiene hasta el año 974 en que GARCÍA FERNÁNDEZ, conde de Castilla, hijo de Fernán González, decide iniciar un movimiento que conduzca a la recuperación de Gormaz, auténtica espina clavada en el sentimiento castellano. Aquel año envía embajadores a Córdoba. Pero el 2 de setiembre, apenas los embajadores han salido de la capital andaluza, lanza un ataque contra Daza y, a continuación, penetra hasta Sigüenza. Sus embajadores, lógicamente, son apresados antes de que tengan tiempo de regresar a Burgos.

Hacia el año 977, se anotan las Glosas Emilianenses, los primeros textos en los que aparece la lengua romance castellana. En estas Glosas, procedentes del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, aparecen palabras traducidas al castellano y también algunos caracteres dialectales navarros, aragoneses y vascos. Estas Glosas suponen el primer testimonio escrito de la clara diferenciación entre el latín culto, hablado y escrito por una minoría culta, especialmente por la Iglesia, y el latín vulgar hablado por la población, que se comienza a convertir por esta fechas en lengua romance castellana.

GARCÍA FERNÁNDEZ, conde de Castilla, lanza en 978 un fuerte ataque que le permite una gran victoria. Con ayuda de los leoneses, logra reconquistar Gormaz y llega hasta Atienza. Se cree que el botín sirve para costear la fundación del monasterio de Covarrubias, hecha por GARCÍA y su esposa Abba. GARCÍA que espera el ataque de ALMANZOR, adopta diversas medidas para fortalecer a Castilla. Una de ellas es la concesión de fueros propios de Castrojeriz, otra la de ampliar la caballería de su ejército equiparando a los caballeros villanos con los infanzones, la última y más importante es la de mantener cordiales relaciones con RAMIRO III, frente a quien se muestra como un buen vasallo. (En Castilla se llamaba caballeros villanos a aquellas personas que, sin pertenecer a la nobleza, poseían la suficiente riqueza para comprarse un caballo).

La leyenda fija en la fecha, el asesinato de los Siete infantes de Lara (o de Salas). En el Monasterio de Suso de San Millán de la Cogolla, destino final de la quincuagésima sexta y última campaña militar de ALMANZOR, descansan los cuerpos de los siete Infantes de Lara. Aún pueden apreciarse las marcas que el fuego dejó en el techo y las paredes del antiguo cenobio; justo a la entrada de éste pueden apreciarse las tumbas en piedra de los siete Infantes de Lara que, al parecer, contienen sus cuerpos sin cabeza; éstas se encontrarían a su vez en la iglesia de Salas de los Infantes. Un poema épico relata, en seis romances, cómo el propio ALMANZOR muestra a Gonzalo Gustios, padre de los siete Infantes de Lara, las cabezas de unos hijos que han muerto a manos de los árabes, en los campos de Soria, al ser traicionados por Doña Lambra y Ruy Velázquez.

Las continuas expediciones de al-Ándalus tienen como consecuencia que el reino de León, repetidamente asolado por ataques casi anuales, no vuelva a levantar cabeza mientras que Castilla, que socialmente está más preparada para vivir en pie de guerra, no sufra tanta merma. En efecto, las 56 campañas del visir ALMANZOR marcarán un punto de inflexión en el progreso expansivo del reino de León, que llevaban desde hacía más de media centuria.

En estos años, encontramos a Vizcaya asociada con Castilla. Esta asociación reporta a la primera grandes beneficios: Castilla resiste las acometidas del conquistador que jamás logra apoderarse de Burgos, aunque sí saqueará Pamplona. Vizcaya, instalada en la lejana retaguardia queda a cubierto. Nombres vascos en la familia de los condes castellanos y textos en euskera en el Códice de San Millán, parecen demostrar una relación estrecha de linajes.

ALMANZOR se dirige a Castilla, aliada de su suegro Gálib (la esposa de Almanzor se llama Asma y es hija del general Gálib) que se ha sublevado contra él, y conquista Tarancueña que, situada a orillas del Caracena, defiende el camino más directo entre Atienza y las fortalezas del valle del Duero. GARCÍA FERNÁNDEZ de Castilla, acude rápidamente a la llamada de ayuda de Gálib, al igual que los navarros, que van al mando del infante Ramiro. La batalla tiene lugar frente a la fortaleza de San Vicente y resulta un desastre para Gálib y para los cristianos. Gálib y Ramiro resultan muertos. ALMANZOR devasta toda la tierra.

Al estallar la guerra civil entre RAMIRO III y BERMUDO II por el trono de León, inclinándose la lucha en favor del segundo, GARCÍA FERNÁNDEZ abandona su alianza con RAMIRO III y se coloca al lado de BERMUDO, aunque se mantiene al margen de la lucha.