CALIFATO OMEYA DE CÓRDOBA (929-1031)

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SUNYER crea la marca del Penedés, que estará a cargo de los vizcondes barceloneses.


La franja del sudeste, próxima a la costa, sigue siendo el escenario del avance colonizador de los condados del noreste de la Península Ibérica. SUNYER crea la marca del Penedés, que estará a cargo de los vizcondes barceloneses. La reconquista en esta zona aporta la ocupación de Queralt, en 929, y de Santa oliva, en 938. Por otra parte se erige la fortaleza de Olérdola.

Los viajeros musulmanes hablan de la abundancia de huertas y de productos agrícolas en Aragón.


La viejas ciudades como Zaragoza, Huesca y Tarazona recuperan la prosperidad de la antigüedad y aún la aumentan, las nuevas ciudades fundadas por los musulmanes, como Calatayud, Daroca, Barbastro y Albarracín, crecen hasta convertirse en verdaderas medinas, y la producción económica alcanza unos niveles desconocidos hasta este momento. Los viajeros musulmanes que conocen esta tierra hablan de la abundancia de huertas y de productos agrícolas; dicen que todo es abundante y barato, que hay mercados bien provistos y numerosas artesanías en las que se producen objetos de la mejor calidad. Una época dorada sin duda. Mientras tanto, los mozárabes viven en Zaragoza manteniendo sus costumbres y sus cultos en las iglesias de Santa María y de las Santas Masas, mientras que los del norte, sobre todo en el valle de Echo, logran asentar pequeños condados al margen del Islam.

Los condados del conde RAMÓN I volverán a unirse por matrimonio de su hijo Bernardo.


Posteriormente los condados del conde RAMÓN I de Ribagorza y Pallars volverán a unirse por matrimonio de su hijo Bernardo, conde de Ribagorza (920-955). Éste amplia el condado a costa de los musulmanes, convirtiéndose en un personaje legendario por una supuesta victoria espectacular sobre el musulmán al-Tawil, versión pirenaica de Covadonga.

Esta pieza también aparece en ... CONDADO DE RIBAGORZA-SOBRARBE (920-1018)

Los musulmanes han seguido con sus tradicionales aceifas y, así, se han venido registrando incursiones.


Los musulmanes han seguido con sus tradicionales aceifas y, así, se han venido registrando incursiones y razzias casi cada año desde 944. Tales ataques han tenido generalmente su contrapartida en incursiones cristianas por tierras moras. A principios de 951, al regresar de una expedición victoriosa por la comarca de Talavera, RAMIRO II cae enfermo en Oviedo, renuncia voluntariamente a su trono y muere en León, donde recibe sepultura en el monasterio de San Salvador, que el mismo había mandado construir.

Estallan en el Reino de León, diversas revueltas civiles que ORDOÑO III logra derrotar y someter.


Estallan en el Reino de León, diversas revueltas civiles a cuyos instigadores -seguidores de SANCHO hermanastro del rey ORDOÑO III- éste logra derrotar y someter. Las luchas internas rebrotan constantemente. Los ataques musulmanes, entretanto, no cesan, aunque -dirigidos básicamente hacia la frontera occidental- no pasan de tener el carácter de aceifas, que son contestadas por otras tantas incursiones cristianas hacia el sur.

Los califas de Córdoba imitan a los de Bagdad, que a su vez imitan a los emperadores bizantinos.


Los califas de Córdoba imitan a los de Bagdad, que a su vez imitan a los emperadores bizantinos y a los monarcas sasánidas. El califa se sacraliza, se convierte en un autócrata inaccesible cuyos actos se adornan con un recargado ceremonial ante una corte numerosa en la cual ocupa destacado lugar el espléndido harén. No es que los califas sean especialniente lascivos, que muchas veces el ejercicio del poder deja poco espacio a estas expansiones, sino más bien que el harén se ha convertido en símbolo de estatus y poder. También es un grupo de presión nada despreciable. Hay que tener en cuenta que en él conviven varias generaciones de mujeres de sangre real y una cohorte de eunucos amujerados que las custodian y sirven y que, a falta de mejor pasatiempo, se consagran a intrigar y espiar. A menudo las más altas decisiones políticas se fraguan en el harén, entre ambiciones personales, odios infinitos, venganzas y pasiones desatadas.

La reina TODA de León acude al califa de Córdoba en busca del apoyo para reponer en su trono a SANCHO I.


Pero SANCHO I el Craso no ha dicho su última palabra y ello gracias a la intervención de la reina TODA, cuyo poder en Pamplona es enorme, pese a que ya reina su hijo GARCÍA I. Para ayudar a SANCHO, TODA acude al califa de Córdoba en busca del apoyo preciso para reponerle en su trono. TODA pide médicos que curen la obesidad de SANCHO -la medicina musulmana en al-Ándalus es en aquellos momentos muy superior a la de los reinos cristianos- y tropas que le secunden en su lucha.

Liberado Fernán GONZÁLEZ por el rey pamplonés, presta homenaje a SANCHO I .


Liberado Fernán GONZÁLEZ por el rey pamplonés, presta homenaje a SANCHO I y, al regresar a Burgos, expulsa de allí a ORDOÑO IV a quien obliga a separarse de su mujer y de sus hijos y a abandonar la capital castellana. ORDOÑO IV pide entonces refugio en Medinaceli para de allí pasar a Córdoba. SANCHO I tiene entonces que enfrentarse a la amenaza de que AL-HAKAM apoye a ORDOÑO IV en un nuevo intento de hacerse con el trono, por lo que envía a Córdoba una embajada ofreciendo el cumplimiento de lo acordado en el tratado.