En 947, tres años antes de morir (950), SUNYER I decide dejar el condado y profesar en un monasterio. Deja su herencia indivisa a sus dos hijos BORRELL y MIRÓ. Inicia, pues, el gobierno de BORRELL II -hijo de SUNYER I- como conde de Barcelona, Girona y Osona (947-992). Gobierna, de acuerdo con las indicaciones testamentarias, asociado a su hermano MIR (o Mirón). Durante una parte importante del reinado de ambos condes, su política es una confirmación de la iniciada por su padre. Mantienen, así, sus buenas relaciones con el califato, primero de ABDERRAMÁN III y después con AL-HAKAM II.
BORRELL II (Conde de Barcelona)(947-992)
Total de piezas: 19
La amistad del Condado de Barcelona y Córdoba supone un vasallaje de BORRELL II al Califa.
La amistad del Condado de Barcelona y Córdoba supone el establecimiento de un vasallaje de BORRELL II al Califa.
AL-HAKAM II se decide a atacar a los reyes cristianos que se han aliado para la defensa de sus reinos.
AL-HAKAM II se decide a atacar a los reyes cristianos en el verano de 963. SANCHO I el Craso, ha conseguido que se alineen junto a él las fuerzas aliadas de León, Castilla, Pamplona y, por primera vez, las de los condes de Barcelona BORRELL y MIRÓ que rompen de esta manera con su buenas relaciones con el califato. Pero se trata en realidad de una alianza débil y llena de recelos por todas partes. El propio rey leonés carece de la fortaleza moral y del valor que poseyeron sus antepasados en ocasiones semejantes.
BORRELL II gobierna asociado a su hermano MIRÓ, hasta 966 en que éste fallece.
BORRELL II gobierna asociado a su hermano MIRÓ, hasta 966 en que éste fallece. A partir de entonces se hace cargo en solitario del gobierno de los condados de Barcelona, Girona y Osona y hereda de su hermano el condado de Urgell.
BORRELL II inicia la costumbre de establecer enlaces matrimoniales con los principados de Languedoc.
BORRELL II, conde de Barcelona, inicia la costumbre de establecer enlaces matrimoniales con los principados de Languedoc haciéndolo con LETGARDA, hija del marqués de Gòtia.
Erección de Osona como sede metropolitana en tanto Tarragona permanece desmantelada.
Aunque en los primeros tiempos de la reconquista la supeditación de los obispos catalanes a la archidiócesis de Narbona es total, desde VIFREDO el Velloso no han faltado los intentos de independizar estos obispados, cuando todavía queda en poder de los musulmanes Tarragona la antigua metrópoli. Corresponde a BORRELL II el acierto de unirse con ATÓ obispo de Osona y hombre de un gran prestigio que da esplendor a la sede de Vic. Ambos, junto con el monje GERBERTO (futuro Silvestre II) marchan a Roma para tratar de este tema con el Papa JUAN XIII.
Los derechos metropolitanos de la sede de Tarragona pasan a la sede de Vic-Osona.
El conde BORRELL II en su visita a Roma, obtiene del papa JUAN XIII cinco bulas, fechadas en enero de 971, en las que se decreta que, de acuerdo con las súplicas del conde BORRELL de Barcelona, los derechos metropolitanos de la sede de Tarragona pasan a la sede de Vic-Osona. De hecho, Tarragona permanece desmantelada a causa de la invasión musulmana del siglo VIII.
BORRELL firma un tratado de dependencia que está en contradicción con la fidelidad debida al rey franco.
El Conde BORRELL llega a firmar, en la fecha, un tratado de dependencia que está en contradicción con la fidelidad debida al rey franco, lo que es un signo de autonomía política respecto al Imperio franco.
La ascensión de ALMANZOR supone la ruptura de las relaciones pacíficas con BORRELL II de Barcelona.
La ascensión al poder de ALMANZOR como ministro de HIXEM II, supone la ruptura de las relaciones pacíficas que BORRELL II -conde de Barcelona- tenía establecidas con el fallecido (976) califa de Córdoba, Al-Hakam II.
El ejército musulmán de ALMANZOR, saquea la ciudad de Barcelona.
Tras ocho días de asedio, el ejército musulmán de ALMANZOR, saquea, en la fecha, la ciudad de Barcelona. Queda destruida la ciudad y el templo de la Santa Cruz (Donde hoy se encuentra la catedral). Algunos relatos hablan del día en que Barcelona murió. Ante esta embestida de ALMANZOR, BORRELL II -que sólo dispone de un pequeño ejército en relación al de ALMANZOR- abandona Barcelona. Cuando los musulmanes se marchan de Barcelona se llevan un copioso botín y numerosos cautivos. Entre la destroza general también se destruyen muchos pergaminos, los documentos de la época. Este hecho motivará que durante los años siguientes, los propietarios que han de testimoniar que las tierras respectivas son suyas insten un expediente para legalizarlas correctamente lo que proporcionará, a partir de entonces, mucha más documentación todavía en pergaminos.